Marcelo Bielsa es uno de los entrenadores que le interesa a la selección mexicana, después de la salida de Gerardo 'Tata' Martino.
Han pasado 47 días. Comienzan algunos visos de cambio para el futbol mexicano y su selección. En el día 46 se filtró el principal candidato para la Selección Nacional: Marcelo Bielsa.
El 'Loco', sin duda, reúne el perfil para tomar el puesto dejado por su compatriota Gerardo 'Tata' Martino. Su carrera no está llena de éxitos, pero sí de un trabajo impecable de honestidad en las selecciones y clubes que ha dirigido. Chile el mejor ejemplo de un cambio que con el paso del tiempo se esfumó, pero que dejó huella histórica con la continuidad en el trabajo de Jorge Sampaoli.
Es verdad que lo ideal sería que México fuera dirigido por un mexicano. Bien lo dijo el extécnico del Tri, el colombiano, Juan Carlos Osorio, que con la llegada de un connacional se daría el primer paso y se comenzaría una etapa con el pie derecho. Lamentablemente los entrenadores mexicanos candidatos hoy no pintan en el plano internacional. Aunque lo rechacen ellos mismos ni Ignacio Ambriz, ni Ricardo Ferretti o el propio Miguel Herrera están entre los grandes entrenadores en el mundo. Su conocimiento hoy se circunscribe al futbol local. Sin experiencia internacional en clubes o selecciones. Bielsa, sí. Conoce el futbol mundial. Trabajador incansable y generador de talento a nivel mundial, Marcelo es un candidato ideal porque también conoce el balompié mexicano y algo mejor, su honestidad está a prueba de fuego.
Los códigos de Bielsa son infranqueables. Si verdaderamente se quiere un cambio en el futbol nacional se necesita un hombre firme de convicciones claras y el 'Loco' tiene esas características indomables. No creo que permita el secuestro actual que vive el equipo mexicano dominada por un sistema que llevó al fracaso más grande al futbol mexicano en Qatar. Un aparato que destruyó por intereses económicos el tema deportivo que se había cimentado desde hace décadas. Hoy es tiempo de reconstruir con honestidad, pero sobre todo con valores que se fueron perdiendo a lo largo de los años.
Pero en el futbol mexicano no es sólo cambiar la estrella final del árbol. Es sacudir las ramas, moverlas, agitarlas. Es necesario tener un torneo más competitivo, reinstalar el ascenso y descenso que sin él el campeonato se ha hundido en la mediocridad absoluta. La oportunidad para jóvenes mexicanos y la reducción de extranjeros. No sólo es un nombre el que vendrá a limpiarle la cara un futbol batido en la suciedad y lodo por decisiones que han lastimado fuertemente su desarrollo. Un futbol realmente impresentable.
La gran pregunta es si Bielsa, en caso de ser contratado, permitirá que le metan mano a su proyecto, si dejará que las injusticias del sistema vuelvan a destruir la paz deportiva que se necesita para desarrollar un plan de crecimiento con humildad y mucho trabajo. Si se dejarán de cobrar dólares por encontrar verdaderos rivales que permitan un mayor roce internacional que México ha perdido por acciones en contra del propio balompié.
El nombramiento de un entrenador para México apenas es la punta del iceberg. Acá deben removerse escombros de un Mundial que dejó el claro que el retroceso de nuestro país con relación al crecimiento del balompié internacional es para preocuparse. Marruecos puso el ejemplo. Un futbol que emergió de la nada para ser protagonista de una competencia de altos niveles sin ser una potencia futbolística. Sí se puede. Lo demostraron los africanos.
Ojalá, ojalá y no haya más equivocaciones. La afición, esa que veo que llena milagrosamente todavía estadios y sigue enriqueciendo a los clubes de la Liga Mx con entradas importantes en las primeras jornadas ya merece una respuesta histórica verdadera, sin mentiras. México ha quedado a deber a su afición y a su historia. Se debe combinar el negocio con lo deportivo y no sólo hacer prevalecer los intereses mezquinos de quienes disponen de este tan lastimado futbol. Veremos qué pasa mientras en el día 47 todos son rumores y ningún hecho. Nos encanta seguirle dando vueltas a la glorieta. Que nos den atole con el dedo, pero desde acá ya basta, hay que luchar por un mejor y digno futbol en México y desde esta trinchera lo seguiremos haciendo. Es granito de arena, pero de algo servirá.