La Fiesta del Campeón fue el marco perfecto para el cierre del inolvidable ciclo de Luis Suárez en Nacional, un regreso que sacudió al planeta fútbol, revolucionó al Uruguay y terminó con los tricolores conquistando el título, de la mano del Pistolero.
En el evento, el legendario delantero se despidió de los fanáticos tricolores expresando que se queda con el gol que hizo esta hinchada para que él estuviera allí, el más importante del equipo en el año.
Luego tuvo un gesto con el argentino Emmanuel Gigliotti, a quien le devolvió la camiseta con el dorsal número '9'. "Antes de despedirme voy a devolver el gran gesto de humildad y compañerismo de cederme la '9' con el respeto que nos tuvimos. Lo mínimo que puedo hacer es devolverle la 9 que me prestó por estos tres meses".
Tras ese momento, el Pistolero recibió la ovación de los hinchas y el futbolista, emocionado, se quebró en un llanto que no pudo contener. Como pudo, expresó: "Llegó el momento y primero que nada quiero agradecerles por todo. Como lo dije hace un tiempo, volvía por ustedes y porque quería volver. Cada uno de ustedes se tienen que seguir orgullosos de que estamos a nivel mundial y la gente habla de lo que hizo la hinchada de Nacional, y eso es mérito de ustedes".
Y agregó: "Quiero agradecerles a los compañeros. Ellos habrán aprendido algo, pero yo me llevo un grupo fantástico. Me llevo el recuerdo de todos y les quiero agradecer a estas tres maravillosas bellezas que me dio mi mujer (sus hijos). Que me vean salir campeón con la camiseta que yo nací acá es un sueño cumplido".
Finalmente, se despidió diciendo que era "un hasta luego" y que no iba a volver a jugar, pero no sabía si regresaría al club en algún momento, en otro rol.