<
>

Ángel González: su año en Peñarol y el por qué quedó libre de Liga de Quito

El delantero argentino agradeció la oportunidad de jugar en el Manya, aunque aceptó que su estadía no fue como la imaginó: “Me hubiese gustado tener más minutos y más chances constantes”. 1950foto

Ángel ‘Speedy’ González evaluó su año en Peñarol, señaló por qué se marcha desilusionado y dijo en qué momento sintió que su nombre fue manoseado por los dirigentes aurinegros. El futbolista argentino también comentó su situación con Liga de Quito.

El futbolista argentino habló este viernes en Minuto 1 (Carve Deportiva), y destacó: “Con Peñarol finalizamos el vínculo que era hasta el 31 de julio, pero lo terminamos antes porque también había una necesidad de Peñarol de inscribir a Facundo Batista y entre las partes llegamos a un acuerdo de una buena manera. Tendría que volver a Liga de Quito, pero por una situación de falta de pago logré la libertad de acción así que soy un jugador libre”.

González explicó la situación con el club ecuatoriano: “Cuando vine a Uruguay en agosto del año pasado, había una deuda grande de Liga porque hubo seis meses que me pagaron el 60% del salario. Cuando vine a Peñarol firmamos un pacto para lograr ese ajuste de la deuda con pagos que nunca se hicieron. Fuimos a FIFA y logré la libertad de acción”.

El jugador de 30 años afirmó que volverá a su país, donde definirá en qué club seguirá su carrera, habiendo recibido en las últimas horas el interés de un equipo uruguayo.

El repaso de su año en Peñarol

“Vine a Peñarol ganando menos de lo que ganaba en Ecuador por el simple hecho de ser jugador de Peñarol. Cuando me presentaron dije que vine al club más grande del país, me tildaron de vendehumo, pero no fue así. Lo digo ahora que ya no soy jugador de Peñarol, para mí vine a un club muy grande”, subrayó González.

Speedy llegó a jugar 23 partidos oficiales en el Manya (16 en el segundo semestre de 2023, y siete en el primer semestre de este año), aunque en total sólo llegó a sumar 1034 minutos, sin poder anotar convertir o dar una asistencia de gol.

El delantero afirmó: “Fue un poco complicado mi estadía acá en el sentido que el año pasado hubo elecciones, y fue un poco ese semestre de transición donde vine al club y me tocó jugar tres partidos, luego vino un parate de un mes y medio por el paro del fútbol, jugué un cuarto partido y me sacan en el entretiempo. Hasta ese momento me venía sintiendo cómodo, al quinto soy titular y después prácticamente no jugué más hasta las finales con Liverpool, más allá que algunos partidos iba entrando como suplente”.

Lo que yo necesitaba era más minutos, porque venía de Liga jugando octavos de final de Sudamericana y me fui por falta de minutos, pero entraba todos los partidos y tenía mucho más ritmo que el que después tuve en Peñarol. Había pensado otra cosa, pensé que iba a venir a jugar y no se dio por decisiones técnicas que respeto”, expresó.

Y agregó: “Me hubiese gustado tener la posibilidad de minutos más prolongados y no tan pausados, porque es difícil agarrar ritmo jugando 20 minutos, luego 14, después 30, luego cinco. Obviamente no hay que tomar eso como excusa, pero sí me hubiese gustado tener más minutos”.

“Es como un poco de desilusión porque me hubiese gustado tener más chances y más chances constantes, no tan pausado. No es lo mismo jugar 10 minutos y 40’ un mes después que es mejor jugar 15 minutos cada semana”, remarcó.

Las situaciones que lo molestaron y el manoseo de su nombre

González, quien dijo que es de esos futbolistas que tienen ‘una relación de distancia’ con dirigentes y entrenadores, comentó algunas situaciones que no le cayeron bien: “No me gustó que el 26 o 27 de diciembre me entere que no iba a seguir en el club por redes sociales, pero eso no fue culpa de Diego Aguirre. Y a los dos o tres días se comunican con un intermediario para decírmelo a mí, me lo tomé mal, fue una mala manera que se haya enterado primero la prensa”.

“También me acuerdo de que cuando se paró el fútbol, salió en la prensa que iba a haber un recorte en el salario y a los cinco días nos enteramos los jugadores. La prensa se enteraba antes que nosotros, y eso internamente no está bueno porque te hace un poco de ruido; creo que es mejor que se comunique primero a nosotros y luego a la prensa, así no tenemos que amanecer con noticias que no sabíamos”, manifestó.

“Pero más allá de muchas cosas, yo estoy agradecido de haber tenido la posibilidad de jugar en un club como Peñarol. Sin dudas que no fue el paso que esperaba, prácticamente fue el peor año de mi carrera desde lo futbolístico, pero sigo pensando que por algo debí haber venido porque lo que me espera estoy seguro que será algo más grande. (...) Mi versión es otra, la que logré mostrar en casi diez años de carrera”, indicó.

Luego contó: “Me pasó también de que vamos a los partidos de verano frente a Nacional, juego el primer partido de titular y ya se estaba hablando de mi salida jugando un clásico, me sentí bastante incómodo en ese partido, y después no volví a jugar más por siete u ocho partidos. Entiendo que la postura del club era buscar mi salida, pero creo que hubo momentos donde no se manejó esa empatía conmigo; más allá de que no lo esperaba, no se habló conmigo”.

Por último, se le recordó al argentino lo sucedido en verano de este 2024, cuando Peñarol y San Lorenzo estuvieron muy cerca de llegar a un acuerdo para intercambiar a los jugadores González y Fabricio Formiliano.

“Creo que fue un poco una situación de manoseo porque ir a un club como trueque… Formiliano dijo que no lo veía bien y yo tampoco; no era lo correcto para jugadores de 30 años y de experiencia, no veíamos bien un trueque. Y primero se habló con los clubes antes que con nosotros, y eso no estuvo bueno”, manifestó.

El extremo derecho o mediapunta sentenció sobre este tema: “Estuvo la posibilidad y de mi parte lo descarté porque tenía la esperanza de que se dieran quizás esas posibilidades que después no se dieron en Peñarol. También tuve la posibilidad de ir a Newell’s, pero decidí y prioricé quedarme en Peñarol porque tenía esa ilusión de cambiar el rumbo de lo que habían sido los primeros seis meses”.