Marcelo Tulbovitz, preparador físico de Nacional, habló sobre lo “concentrado y enchufado” que está el plantel de cara a la recta final del Campeonato Uruguayo, contó cómo trabajaron para sobrellevar la muerte de Juan Izquierdo, y se refirió al trabajo físico que hicieron con el “Diente” López desde que llegó al club.
En entrevista con el programa “Último al arco” (Radio Sport 890), Tulbovitz habló de lo feliz que se siente al estar cumpliendo una cuarta etapa trabajando en el Bolso. Destacó lo positivo que es trabajar junto a un amigo suyo como es el DT, Martín Lasarte, y también habló de la importancia de que cada funcionario ponga su granito de arena para trabajar de forma conjunta en la misma dirección. “La síntesis son los partidos, pero es todo un trabajo por atrás. Los jugadores están muy metidos, concentrados y enchufados. Podemos ganar o perder, pero si la energía y la vibra es buena, es más saludable”, expresó.
El 2024 no fue nada sencillo para Nacional debido a la muerte en agosto del futbolista de su plantel, Juan Manuel Izquierdo. “Cuando pasa una situación como esa, en primer lugar, como le pasó a la familia Izquierdo, y a los compañeros -que muchos eran amigos de él- todavía les duele el alma. Eso es intransferible, no se puede olvidar nunca y esa herida nunca va a cerrar, pero el plantel, la institución y el cuerpo técnico nos arropamos mutuamente y pudimos salir adelante”, indicó. A su vez, agregó que el partido contra Liverpool, el primero que jugó el equipo tras la muerte de Izquierdo, fue “un milagro haberlo jugado por cómo estaban los jugadores”. “Mis respetos eternos a la actitud que tuvieron ese día. No sé si recuerdan el minuto de silencio. Tenía ganas de abrazarlos a todos y no me daban los brazos. La entrega que tuvieron… Jugaron con el alma, no con las piernas”, añadió.
A su vez, Tulbovitz contó que transformaron el dolor por la pérdida del jugador “en un impulso desde lo positivo para ir rompiendo determinadas barreras”. Respecto al impacto que sigue teniendo este hecho en el presente, mencionó que “nadie está preparado para saber cómo se resuelve algo así”, y que cada uno lo maneja a su forma, aunque marcaron un punto de no darse más “manija” con el tema. “Son enseñanzas para todos. Los del plantel se van a llevar una experiencia que les va a servir desde lo humano. La actitud que tuvo ese plantel cada día desde San Pablo a todo lo que pasó después, la contención que se dio a la familia y la que se dieron entre los jugadores es de admirar. Consideramos que había un momento en que era ‘hasta acá’ con determinadas cosas. El recuerdo está, cada uno lo recordará a su manera, pero no es que nos demos manija, en eso se respeta”, señaló.
El presente de los jugadores
Tulbovitz fue consultado sobre si existe algún vaivén en este plantel de Nacional, que les haga que no mantengan su intensidad o rendimiento a lo largo de los 90 minutos de los partidos. Para el preparador físico, esto “es multicausal”, y dijo que no creía que eso fuera culpa de alguien en especial. “Si ese día hay varios items que no están bien para arriba, se conjugan y te dan una mala presentación. No le echo la culpa ni a la cancha ni a cómo está parado el rival porque eso es parte del juego y no se puede poner como excusa. Vos tenés que buscarle la vuelta para ver cómo le llegás al rival. Son momentos que tenemos y estamos trabajando para mantener la continuidad en esos niveles de intensidad que nos gustan mucho. Las correcciones se harán en la interna y se trabaja para que no vuelvan a suceder. Se trata de no quedarte rezongando o llorando porque tuviste un mal primer tiempo, se trata de levantarte rápidamente, ver los errores que cometiste y salir adelante. Estamos a cinco finales donde, ojalá, que eso se mantenga en la mayor cantidad de momentos posibles”, comentó.
También se refirió a la situación física de Nicolás “Diente” López, de quien dijo que ha ido progresando: “no sé si está al 100%, pero está mucho mejor que cuando llegó”, señaló. Tulbovitz indicó que el delantero llegó con casi dos meses sin partidos cuando arribó al Bolso, y que en sus últimos momentos en México entrenaba diferenciado del plantel. “Lo fuimos poniendo de a poco, incorporándolo en la medida en que veíamos que podía ir teniendo más minutos, y creo que Martín lo llevó muy bien para la realidad en la que está ahora. La calidad ya sabemos que la tiene, después está el tema de la continuidad: vos podés estar bárbaro físicamente, pero si no tenés fútbol, en algún punto algo te va a faltar”, contó.
Por último, el preparador físico resaltó que todavía tiene como gran sueño pendiente de su carrera llegar a trabajar en la Selección Uruguaya algún día. “Es el sueño de mi vida, desde siempre. Estoy haciendo la cuenta de los años y no creo que me dé (risas). Tuve el honor de ser profesor de la selección de fútbol sala en España, en el primer Mundial FIFA que obtuvimos un buen quinto puesto. El honor que significa ponerse la Celeste en cualquier disciplina… para mí no existe otra cosa superadora”, contó.