Manuel Ugarte tuvo un 2024 marcado su salida del Paris Saint-Germain, la llegada al Manchester United y el rol clave que pasó a desempeñar en la Selección Uruguaya dirigida por Marcelo Bielsa.
La salida del PSG y el desembarco en Manchester United
El año 2024 marcó el cierre de la etapa del mediocampista del París Saint-Germain. Los primeros meses del año, que significaron el cierre de la temporada, tuvieron a Ugarte jugando con frecuencia en el equipo de Luis Enrique, pero en los últimos partidos fue perdiendo pie en el equipo. Jugando muy pocos minutos en las instancias eliminatorias de UEFA Champions League, alternando en el tramo final de la Ligue 1 y sin jugar en la final de la Copa de Francia, el destino del volante en tierras francesas parecía llegar a su fin.
Ugarte viajó a la Copa América con Uruguay, sabiendo que no sería prioridad en el equipo galo de cara a la nueva temporada, por lo que decidió cambiar de club y desembarcó en el poderoso Manchester United. Su llegada a Old Trafford revitalizó al ex Fénix, que después de algunas semanas sin actividad en las que se puso a punto físicamente, comenzó a sumar minutos y se convirtió en un jugador habitual en la oncena de los Red Devils.
Desde su arribo al equipo de Old Trafford, Ugarte jugó en Premier League, Carabao Cup y UEFA Europa League, perdiéndose únicamente dos encuentros y jugando un total de 19 encuentros, en los que aportó una asistencia.
El rol clave que desempeña en el Uruguay de Marcelo Bielsa
El 2024 tuvo a Manuel Ugarte como una pieza inamovible en la Selección Uruguaya, jugando como volante central, encargándose de distribuir el juego en cada salida y hasta bajando a zona de zagueros para iniciar la construcción de las acciones ofensivas de la Celeste.
El volante fue titular en 13 de los 14 partidos del año entre amistosos, Eliminatorias y Copa América. En el único encuentro que ingresó desde el banco fue contra Colombia en el Estadio Centenario, en un partido en el que marcó el agónico gol del triunfo por 3 a 2 a los 101 minutos de juego.
Bajo la conducción de Marcelo Bielsa, 'el León de Capurro' se adueñó de la zona central de la mitad de la cancha de Uruguay, aportando su carácter, su talento y su gran capacidad táctica al servicio de la Celeste.