“Fue maravilloso, fue divino, hay que tener muchísima suerte. ¿Quién pone y arrima todas las circunstancias? Porque no soy un tenista, soy parte de un equipo colectivo, se tienen que enganchar muchas cosas para que salga campeón un equipo grande, imaginate un equipo que nunca había salido campeón en la historia, fue increíble” le comentó a ESPN.com.uy Sebastián Papelito Fernández, delantero del Banfield campeón del Torneo Apertura 2009.
“Fue único e increíble, lo viví con inconciencia, no sabíamos lo que estábamos haciendo”, agregó el punta uruguayo, quien recuerda con su característica sonrisa una historia luego de haber logrado el campeonato: “En Banfield inauguraron una plaza y pusieron estrellas con nuestros nombres y nos hicieron pisar y poner nuestra huella, yo hoy lo pienso y no lo puedo creer, no tiene sentido”.
Aquel torneo para Banfield comenzó con una victoria como local ante River por 2-0. Los goles fueron de Papelito, que había llegado en agosto del 2008, y de su compatriota Santiago El Tanque Silva, quien se había incorporado a principios del 2009. Para el Seba era su primera experiencia en el exterior y tras la incorporación de Silva y la asunción de Julio César Falcioni como entrenador, comenzó a ganarse la confianza y la titularidad.
“Se creó un grupo precioso, nos divertíamos mucho, al principio es divertirse y pasarla bien, yo estaba disfrutando de mi sueño que era jugar en Argentina” contó Papelito, quien afirmó que al principio le costó pero la llegada de Silva fue fundamental: “Nos pegamos los dos, él también venía entreverado, nos empujamos entre los dos hacia arriba y empezamos a divertirnos mucho en la cancha, a buscarnos en los festejos, afuera, íbamos y veníamos juntos a entrenar, generamos una química muy linda”.
La felicidad era notoria y el rendimiento del equipo de Falcioni crecía y crecía. Tras un buen arranque, por la sexta fecha lograba vencer a Newell's quien sería su principal rival en el torneo. Las atajadas de Cristian Lucchetti y las zurdas de Walter Ervitti y del colombiano James Rodríguez eran fundamentales en cada victoria, pero los hinchas de Banfield y el público en general se divertía cada vez que alguno de los uruguayos convertía, porque eso significaba alguna celebración ensayada y particular.
“La gente lo recuerda por eso, empezábamos a hacer alguna pavada, a divertirnos, a inventar alguna cosa en los festejos. El Tanque no paraba de hacer goles, yo hacía alguno cada tanto entonces el fin de semana había algún festejito de nosotros dos divirtiéndonos. Ahora lo miro para atrás con la actitud que tengo ahora y digo ‘qué vergüenza, mira lo que hacía’. Yo era un pibe pasando divino, no tomaba dimensión de nada”.
Silva convirtió 12 goles y Papelito 3 en ese Apertura. Una racha de triunfos ante rivales importantes (entre ellos 1-0 a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro con gol del actual jugador de Nacional) le permitió al Taladro colocarse como primero. Sin embargo, una derrota ante Racing complicó sus chances, que volvieron a fortalecerse al vencer a Huracán y Tigre. En la última fecha, perdió con Boca en La Bombonera pero la derrota de Newell’s ante San Lorenzo le daban su primer título en Primera División.