Gary Kagelmacher, defensa de Peñarol, habló sobre sus primeros meses en el club en una entrevista con el programa "Locos por el fútbol" de DelSol 99.5.
Al defensa le tocó debutar de forma oficial durante el primer partido del Torneo Apertura contra Cerro en el Campeón del Siglo, debido a la lesión en el hombro de Fabricio Formiliano a los 68'.
“En el primer partido hubo mucho nerviosismo, no estaban saliendo las cosas bien. Yo tenía unas ganas tremendas de jugar y se hizo el cambio obligado, entré por el Tito que se había lesionado, y entró Vadocz en el medio y le dimos un empuje al equipo. Además, nos echaron a Thiago Cardozo y todavía se complicó más, pero le dimos un poco de energía al equipo, más confianza, tiramos el equipo para adelante. Ganamos un partido que era complicadísimo y empezamos bien, que siempre es bueno”, comentó.
Kagelmacher también se refirió al murmullo que creció desde la tribuna ante los primeros destellos de la calidad del central. “Me di cuenta. Tenía muchas ganas de jugar y entré sin miedo. Hay jugadores a los que, a veces, en los debuts los nervios les juegan una mala pasada. Yo tenía ganas de entrar en ese momento, con la adrenalina que tenía y las ganas de mostrar el jugador que soy y cambiar el partido, no pensé en nada, solo en ir adelante, tirar del equipo, no pensar mucho en las cosas que tenía que hacer y, por suerte, salió bien. Siempre es importante el debut de un jugador y más en un equipo grande porque la primera impresión vale mucho”, añadió.
El defensa se refirió a esa preparación mental necesaria para afrontar retos como ese. “Es un juego entre vos y la mente. Si ya entrás pensando que puede pasar algo malo, te va a pasar. Yo pienso al revés, en lo que me puede llegar a pasar: en la satisfacción que me puede dar si hago un gol en el debut, en hacer un buen cierre, en salir bien con la pelota jugada, en ganar una pelota dividida. Yo me manejo de esa manera, trato de darle a mi cerebro energía positiva y pienso en eso”, indicó Kagelmacher.
EL MUNDO REAL MADRID
En 2008, Danubio negoció a Kagelmacher al Real Madrid, que lo utilizó en el Castilla, su equipo reserva. “El primer equipo y el segundo entrenábamos al lado y compartíamos la zona de jacuzzi y piscinas. En los primeros días, fui medio tímido y estaban Raúl y Sergio Ramos. Los veía al lado y no podía creerlo. Tres días antes estaba en Uruguay y ahora estaba ahí. Fue una cosa de locos, y después entrenar con ellos. Fue un sueño. Me fui muy joven y los jóvenes tienen que entrenar fuerte porque después, si no estas preparado para un cambio de estos, el avión de regreso es rapidito”, contó el defensa.
También, dijo que la adaptación no se le hizo tan difícil ya que, al ser España, no tenía problemas con el idioma o con las diferencias culturales. Además, dijo que haber podido tener minutos a la semana de llegar también hizo más fácil su aclimatación al gigante español. “Eso te ayuda a estar de buen humor, a que los compañeros te acepten más rápido, que tengas ganas de entrenar. Estás en el Real Madrid jugando de titular, le estás sacando el puesto a un jugador español. Eso me dio una motivación extra”, dijo Kagelmacher.