La futbolista uruguaya Pamela González cumplirá en agosto de 2020 cinco años en el fútbol español, defendió durante cinco temporadas al Málaga y firmó recientemente contrato con el Granada, mientras mantiene su ilusión de leer su nombre en cada convocatoria de la selección uruguaya.
“No me imaginaba llegar tan lejos”, confesó Pamela conversando con ESPN.com.uy. Claro que los sueños siempre estuvieron. Al igual que muchas personas que le dieron una mano durante el largo camino, que comenzó en su Paysandú natal; entre ellas su padre y su madre, que se transformaron en pioneros del fútbol femenino en el departamento para colaborar con la real ilusión de su hija.
Montevideo, Paysandú, Montevideo de nuevo, Málaga y Granada son las grandes escalas que ha tenido hasta el momento la sanducera en su carrera. La futbolista desmenuzó el recorrido para entender mejor los pasos, los desafíos y los comienzos.
“Empecé a jugar en Montevideo, en una etapa que estuvimos viviendo ahí con mi familia; nos volvimos a Paysandú y seguí jugando con varones hasta que se formó el equipo de mujeres, mi padre de hecho era entrenador, ellos se metieron en todo el tema y con otra gente armaron el primer equipo de fútbol femenino en Paysandú”, explicó.
Su padre como entrenador le exigía más en los entrenamientos y en los partidos, porque sabía lo que su hija podía dar, porque tenía la confianza para pedírselo y porque observaba cuánto crecía su sueño. Luego, su madre cocinaba expresamente para costear los pasajes de Paysandú a Montevideo para que su hija pudiera seguir jugando al fútbol.
El sueño ya era mucho más grande que las cinco horas de viaje de su departamento natal a la capital uruguaya. Viaje que la mediocampista debió hacer desde el 2011 cuando se incorporó a Colón.
Al año siguiente se enteró de la existencia de la selección uruguaya femenina de fútbol cuando le comentaron que debía presentarse a los entrenamientos de la celeste: “No sabía que había una selección uruguaya femenina, cuando me comentaron de ir a probarme a ver qué tal me iba para mí era algo totalmente nuevo, imaginate cuando después incluso me dan la noticia de que había quedado preseleccionada para seguir con los entrenamientos de cara al Sudamericano Sub 17 que iba a jugarse en un par de meses”.
La uruguaya participó del Sudamericano Sub 17 del 2010 con 14 años y luego estuvo presente en la histórica edición del 2012 donde Uruguay logró la primera clasificación a una Copa del Mundo femenina en cualquiera de sus categorías. Luego de participar en el Mundial Sub 17 de Azerbaiyán, la mediocampista se mudó con 16 años a Montevideo y ganó los Campeonatos Uruguayos de 2013 y 2014 con Colón.
Hoy desde España resalta: “Por suerte ahora veo los grandes avances que se están logrando en el fútbol femenino de Uruguay, sigo pendiente de lo que sucede ahí porque tengo a mi familia y a muchas amigas, una no debe olvidarse de dónde viene y todo lo que le costó llegar. Ahora veo que se le da más lugar al fútbol femenino y cada vez hay más equipos, eso es muy motivante, sé por lo que pasé y motiva ver poco a poco que el fútbol femenino va creciendo”.
Tras ganar el Premio Charrúa como Mejor Futbolista Uruguaya del 2014, Pamela se incorporó a Nacional y luego de jugar apenas nueve partidos en el tricolor, y convertir trece goles (según indica el sitio web oficial del club), recibió la propuesta de sumarse al Málaga de España: “En cuanto surgió la oportunidad ni me lo pensé, sabemos que en Uruguay hay que hacer mucho sacrificio para poder llegar, le cuesta a los hombres, imaginate a las mujeres”.
“Una cuando llega no sabe con lo que se va a encontrar, si te vas a adaptar bien o no, yo me pude adaptar súper bien; luego obviamente hay que adaptarse al fútbol español, que quizás es un poco diferente al fútbol uruguayo que es más aguerrido, pero al final una nunca pierde esa característica y esos genes de ser uruguaya que trae dentro”, manifestó la jugadora.
Si bien siempre se ha destacado por su técnica, la mediocampista de 24 años confesó que se identifica con el aguerrido fútbol charrúa y contó que en el fútbol español la reconocen "por ser la uruguaya que está en el medio campo raspando".
Luego de cinco temporadas, esta "uruguaya hasta las venas" (según sus propias palabras) decidió tomar un nuevo camino, dejar el Málaga e incorporarse al Granada, y así volver a jugar en la Primera División de España. En el país ibérico se decidió en mayo dar por finalizada las temporadas del fútbol femenino a pesar de la disconformidad de las futbolistas, que actualmente esperan saber cuándo podrán comenzar la próxima pretemporada.
“Una intenta seguir soñando y siempre trato de aprender de todo lo que veo, seguir empapándome de todo lo que es el fútbol porque me apasiona”, dijo quien porta la número 9 de la selección uruguaya.
“Hoy uno de mis sueños es poder lograr una clasificación al Mundial con la selección mayor, me encantaría poder tener la oportunidad de vivirlo, ojalá en esta próxima Copa América del 2022 se nos dé, a la distancia sigo preparándome para poder tener la posibilidad de estar ahí, y también quiero poder seguir avanzando en esto del fútbol, hoy tengo la suerte de poder decir que vivo de esto”, contó Pamela González.
La volante uruguaya comenzará en breve su sexta temporada como profesional en el fútbol español mientras sigue cumpliendo y planteándose nuevos sueños en este deporte, porque no puede renunciar a su condición de futbolista, ni de soñadora.