Giovanni González conversó con ESPN.COM.UY y repasó algunas señas particulares de su carrera. El lateral derecho de 26 años, del Club Atlético Peñarol, habló sobre el rol de marcador de punta, de su importante colección de camisetas y de su infancia sin baby fútbol.
‘Gio’ nació en diciembre de 1994, mientras su padre el ‘Juanchi’ González integraba el plantel del Club Nacional de Football hasta que en 1997 se concretó el pase al exterior y toda la familia debió armar las valijas rumbo a Oviedo. Por ese motivo, Giovanni es uno de los pocos montevideanos que llegaron al profesionalismo sin haber pasado por las ligas del baby fútbol o tenido varios años en AUFI (Asociación Uruguaya de Fútbol Infantil).
“Increíblemente nunca hice baby fútbol, hice algo de AUFI en Danubio; pasa que al vivir muchos años en España por mi papá no pude tener esa infancia que tuvieron la mayoría de los niños en Uruguay”, relató el lateral.
“En España me crié en Oviedo y jugaba en el Real Oviedo cuando mi padre estaba en ese club, luego nos mudamos a Madrid cuando él se fue un año a préstamo al Atlético y ahí yo no pude jugar, pero siempre que volvíamos a fin de año a Uruguay o cuando yo volvía con mi mamá 'me metía' algún tiempo en Danubio siempre con esa ilusión de poder llegar algún día a Primera, algo que hoy estoy cumpliendo con mucho orgullo”, destacó.
Con once años, Giovanni ya no tuvo más viajes de Europa a América, y viceversa, por el trabajo de su papá futbolista (que se retiró en Fénix de Uruguay en el 2006) y entonces sí se sumó definitivamente a Danubio, donde más tarde también iniciaría su camino en divisiones formativas.
Gio recordó: “De chiquito jugaba de clásico número ocho con tres en el medio, ya en la Séptima y Sexta de Danubio me empezaron a poner de lateral; me gustó, me adapté y desde ese momento me he sentido lateral. Y si bien mi trabajo es defender también me gusta mucho participar del juego ofensivo del equipo y esas son mis características, si bien de chico era más volante con el pasar de los años me fui adaptando al lateral y me gustó”.
De Danubio pasó al River del Prado montevideano y en el 2014 debutó en Primera División bajo la dirección técnica de Guillermo Almada, luego lo dirigieron Julio Avelino Comesaña, Juan Ramón Carrasco y Pablo Tiscornia; estos dos últimos entrenadores lo llegaron a utilizar de volante, principalmente Tiscornia en el final de la temporada 2017.
El futbolista destacó de sus técnicos: “Yo siempre trato de aprender de todos los entrenadores que han pasado y que van a pasar por mi carrera, siempre me gusta tomar las cosas positivas y los aprendizajes, y sinceramente de cada uno he aprendido cosas distintas, siempre trato de escuchar, de ser autocrítico, me gusta que me aconsejen”.
A inicios del 2018 se incorporó a Peñarol y en marzo del 2019 tuvo su primera convocatoria a la Selección Uruguaya dirigida por el Maestro Tabárez, quien citó a Gio para la disputa de la Copa América de Brasil, donde el lateral jugó ante Japón, Chile y Perú.
En cuanto a lo más difícil de su puesto, el futbolista dijo: “Es estar mano a mano con los delanteros, porque generalmente son muy veloces, van siempre a encarar; esas jugadas donde es uno contra uno a ver quién se queda con el balón son las más complicadas. Me gusta ese desafío también porque es un juego psicológico con el rival porque vos también tenés que estar amagándole, intentando leer su mente para saber por dónde va a arrancar, me gusta ese juego”.
Y explicó sobre este punto de tratar de engañar a la hora de defender: “Uno trata de amagarle a que le va a robar el balón y quizás en ese momento el delantero la tira larga y ahí yo ya estoy bien posicionado para sacársela, es un juego psicológico y también de estudio previo”.
“A mí me gusta mirar videos o saber de los jugadores a los que voy a enfrentar, en el Campeonato Uruguayo generalmente ya conozco a la mayoría, me gusta eso de ver al rival y analizar su juego porque si bien muchos son impredecibles también hay muchos patrones de juego que se repiten en la cancha”, comentó González, quien en noviembre del 2019 debió ingresar al minuto 16’ en el amistoso ante Argentina en Tel Aviv ante la lesión de Sebastián Coates.
‘¿Llegaste a estudiar a Messi?’, fue la pregunta que se impuso y Giovanni contestó sonriendo: “Creo que no hay forma, no sabes para qué lado te va a arrancar, es demasiado impredecible y me quedo con esa imagen de haber podido jugar contra él, de cambiarle camiseta, fue un sueño cumplido”. En ese encuentro en Israel, tanto González como su compañero Matías Viña pudieron llevarse una camiseta del astro argentino.
El lateral confesó que ya tiene una importante colección de camisetas cambiadas, todas bien guardadas: “Tengo como 200, en casi todos los partidos cambio de camiseta. En Uruguay ya tengo de todos los clubes, claro que si alguien me la pide o si tengo algún amigo que no tengo la suya la cambiamos. Cuando juego internacionalmente me encanta cambiar siempre y tengo varias, cuando jugamos la Copa América cambié con Alexis Sánchez y con Paolo Guerrero”.
El futbolista comentó que a veces incluso sugiere el intercambio ‘durante el partido para que no te la saque ningún compañero’: “Porque también está eso que capaz se la pedís y ya la tiene prometida, entonces uno busca en alguna jugada pedírsela para cambiar”. Y aceptó que en un futuro podría pasarle que por una fuerte entrada algún rival rechace el acuerdo pactado anteriormente: “Pero por el momento eso no me ha pasado”, indicó.
Sobre sus referentes, Giovanni aseguró: “Mi ídolo es Dani Alves, es un fenómeno, claro que seguramente yo no sea el único lateral que lo tenga como ídolo.” Y consultado sobre si esa sería una camiseta pendiente, dijo: “Vamos a ver si lo podemos enfrentar antes que se retire; guardaría su camiseta como un tesoro”.
En relación a sus rivales, el futbolista recordó en particular sus duelos ante Bruno Henrique en el Maracaná en el partido entre Peñarol y Flamengo por la Copa CONMEBOL Libertadores 2019: “No sé si me mató pero sí que costó por la velocidad que tiene, no fue que sufrí porque considero que hice un buen partido, pero es un puntero rapidísimo. También me tocó jugar en Montevideo contra él y es tremendo jugador, muy rápido y muy hábil con la pelota”.
Gio no se proyecta en enfrentar específicamente a un puntero, pero remarcó: “No pienso en uno en particular pero sí me gustaría enfrentarme a alguien europeo de la Liga de España, de Italia o Inglaterra, donde todos los jugadores, y más los delanteros, son rápidos y habilidosos, sería una buena forma de medirme”.
Hoy su objetivo, y tras superar el coronavirus en enero, es volver a su más alto nivel y mejorar aún más: “Haciendo un balance general del 2020 creo que hice un buen papel y en los últimos meses principalmente me tocó hacer buenos partidos, he ido aumentando mi confianza y motivación para jugar en toda la cancha con la confianza que me iba dando el cuerpo técnico y los compañeros, eso a mí me suma muchísimo”.
El volver a su mejor nivel le podría abrir nuevamente las puertas de la selección: “Uno siempre está con la expectativa e ilusión de poder integrar la lista de convocados, es uno de los objetivos que tengo para este 2021, el volver a estar con el grupo; estoy con mucha motivación y confianza como para poder lograrlo”, aseguró y recordó el gesto del Maestro Tabárez en su primera convocatoria hace casi dos años: “Lo primero que hizo fue tener una charla conmigo dándome confianza y eso para el jugador es muy importante, con esas primeras palabras sentí como que hacía tiempo que yo ya estaba en el Complejo Celeste.”
Potenciando su físico con la ayuda de su hermano Bruno (quien está a punto de recibirse como profesor de Educación Física), Giovanni sigue tratando de continuar su aprendizaje para afirmarse cada vez más en el lateral, ayudar más a su equipo con su verticalidad y poder controlar al rival, a quien antes o después de amagarle para quitarle la pelota tal vez le sugiera un cambio de camiseta.