Gonzalo Bergessio volvió a levantar la copa del Campeonato Uruguayo de Primera División. “Lavandina”, con la cinta de capitán en el brazo, guió nuevamente a Nacional a lo más alto del fútbol charrúa.
Sus goles volvieron a ser determinantes para un equipo que tuvo muchísimos altibajos a lo largo de la temporada. Esta vez, el argentino aportó 25 goles en 37 partidos, coronando su mejor desempeño con la blusa tricolor.
Su figura se agigantó en el tramo final del campeonato, cuando le dio la victoria a los albos en la última fecha del Clausura para que el equipo obtenga la Tabla Anual, cuando marcó los primeros dos en la goleada 3-0 en la primera final disputada en el Gran Parque Central, y cuando convirtió el tanto que le aseguró el título a los tricolores en el Complejo Rentistas.
A sus 36 años, Bergessio se transformó no solo en el símbolo futbolístico de Nacional junto con Sergio Rochet (otro que merece un capítulo aparte), sino que quedó como referente máximo de un plantel que sufrió bajas muy importantes y que quedó con un plantel muy joven para la parte final del año deportivo. En esas circunstancias, la figura del experimentado delantero tomó aún más preponderancia.
De perfil bajo, fuerte personalidad y registros goleadores espectaculares, Gonzalo Bergessio es el alma del Nacional Campeón.