Los penales en el hockey sobre césped actual dejaron de ser moneda corriente. Por lo general, los córner cortos o shoot-outs son más frecuentes como jugadas directas. De todos modos, siguen siendo una herramienta de quiebre en el marcador. Pero, ¿en qué situaciones se cobran actualmente?
Quedaban seis minutos para finalizar el primer cuarto entre Ducilo y Ciudad B en el televisado de la fecha 12 de la primera ronda del Metropolitano masculino. Ignacio Nardolillo encaró hacia el medio en búsqueda del tercer gol para El Ducilero, pero, cuando se disponía a tirar de revés, fue volteado por dos jugadores rivales. En principio, Santiago Beltrán cobró córner corto. Nacho pidió que lo consulte con su compañero y, posteriormente, tras la charla entre Beltrán y Enzo Caravetta, el otro árbitro del encuentro, se modificó la sanción a penal.
“En la jugada lo que mi compañero (Santiago Beltrán) interpretó es que había sido una infracción, pero ante la consulta de los jugadores que atacaban, me preguntó qué había visto yo. Yo le di mi opinión que fue que fue una infracción no intencional, pero que le sacaba la posesión de la pelota o la posibilidad de jugar la bocha al atacante, porque lo volteó y estaba por tirar al arco. Entonces, eso entra dentro de la regla del penal. Él entendió y cambió el fallo”, explicó Caravetta.
Una situación en el reglamento que, según el árbitro que ha dirigido las últimas finales del Metropolitano, comentó: “La regla dice que tiene que ser infracción no intencional, que evite un gol o le saque al atacante la posesión de la pelota, que fue lo que pasó acá, porque le hizo una infracción que no fue intencional, pero le sacó la posibilidad de tirar al arco”.
Efectivamente, dentro del apartado 12 de Castigos, más precisamente el 12.4 dice: Se concederá un penalti stroke: a) por una falta de un defensor en el área que evite la probable consecución de un gol. Si la bola golpea una pieza del equipo que está en el círculo y se evita un probable gol, se puede otorgar un penalti stroke. b) por una falta intencionada de un defensor dentro del área contra un oponente que tiene la posesión de la bola o una oportunidad de jugarla.
Sin mucho que agregar, la decisión fue la correcta. Y, Bruno Correa, transformó la pena máxima en gol. Al final fue victoria por 7 a 2 para Ducilo. En cuanto a los lanzamientos de penales, es sin duda uno de los recursos más aprovechables en el deporte del palo y la bocha hoy. Más aún, teniendo en cuenta que cada vez es más difícil encontrar situaciones donde los equipos gocen de esa oportunidad de tirarlos.