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¿Puede un córner corto terminar en bully?

El córner corto es, sin dudas, una de las jugadas esenciales para el desequilibrio de cualquier equipo en el marcador. Sus reglas de ejecución, tanto para los jugadores que atacan, como para los que defienden han ido mutando en el último tiempo. En la última serie de Pro League de Amberes, Maico Casella, delantero de Los Leones protagonizó una polémica en una situación bajo esta vía que trajo dudas. ¿Es posible que al detenerse el juego en un corto se reanude con un bully? ¿Qué dice la regla?

Restaban 29 segundos para la conclusión del primer partido de Argentina ante India en tierras belgas. Los asiáticos ganaban 2 a 1 y el conjunto dirigido por Mariano Ronconi tenía la oportunidad de empatar el encuentro y forzar los shoot-outs para definir el punto bonus. Tomás Domene tiró, el arquero la atajó y Maico Casella fue en búsqueda del rebote para marcar el gol y, al mismo tiempo, Manpreet Singh a impedirlo. Chocaron sus palos en simultáneo y el juego se detuvo. El equipo albiceleste pidió el Videoref y el consejo de la umpire Sarah Wilson fue repetir el córner corto. Posteriormente, Domene, logró conquistar la red y el cotejo culminó igualado.

“Es correcta la decisión tomada. Es una jugada que se desarrolla en un córner corto, por lo que se aplica el artículo ‘6.5.D’ del reglamento”, explicó Mariana Reydo, árbitra que lleva más de 90 partidos dirigidos de manera internacional e incluso ha sido Video Umpire en tres competencias más. “En la última actualización de las reglas del hockey en enero de 2021 se eliminó la regla '13.5.G' que afirmaba que la adjudicación de un bully era una de las condiciones que determinaría la finalización de un córner corto. Esto ya no es posible, ya que ahora cualquier interrupción del juego por lesión u otras razones que no sean una infracción durante el lanzamiento de un corto, se repite su ejecución”, añadió.

Una situación en el reglamento que según Reydo “es justo. Es un costo muy alto dejar sin resolver un córner corto al equipo atacante por un error arbitral”. Y también profundizó: “Un bully se toma para recomenzar un partido cuando el tiempo o el juego se ha detenido por una lesión o por cualquier otra razón y ninguna penalidad se ha otorgado. En la repetición se observa que los jugadores chocan los palos simultáneamente sin tocar la bocha, por lo que no hay infracción alguna. En caso de otorgarse un bully durante un córner corto sin que ninguna de las condiciones de la regla 13.5 hasta F se hayan completado, entonces el córner corto es retomado”.

Lo cierto es que el elevado nivel de juego, la velocidad y la posibilidad de mayor uso de la tecnología otorga la posibilidad de tener fallos arbitrales mucho más certeros sin que la interpretación tome un rol tan principal. De todos modos, si hay algo que ha demostrado la última ventana de Pro League en Amberes es que al arbitraje le ha costado tomar algunas decisiones en lugares o momentos clave de los partidos. Situaciones que, a futuro, pueden costar muy caro, sobre todo, en los Juegos Olímpicos.