SANTIAGO DEL ESTERO (Enviado especial) -- El apellido Rey es indeleble en el Club San Fernando y también en la Selección argentina. Mantener vigente ese apellido que tantas alegrías le ha dado al hockey masculino no es una tarea fácil. Lucas o El Turco como se lo apoda, flamante entrenador de Los Leones, vivió en Santiago del Estero su primera noche de ensueño. Llegó su primera victoria ante Irlanda. “Es hermoso. Dirigir a tu país es lo más lindo que te puede pasar”, le contó a ESPN Hockey.
¿Puede una persona que escuchó tantas veces el himno de su país volver a conmoverse? La derrota con Inglaterra en su debut oficial fue una anécdota tal vez en lo que estaba sintiendo El Turco en ese momento de escuchar las estrofas de la canción argentina por primera vez del otro lado de la línea de cal. “Me siento un afortunado de haber podido vivirlo como jugador. Ahora me toca como entrenador, el momento del himno es un momento que me da mucha felicidad. Ver a los chicos en la cancha, por ahí se te mezcla con sentimiento de cuando vos eras jugador, que era lo que vos estabas sintiendo en ese momento, los compañeros que tenías al lado, y verlos a ellos en foco, concentrados, preparados para ir a defender la camiseta. Realmente me llena de orgullo, así que estamos muy contentos con el cuerpo técnico”, describió con detalle.
De familia de hockistas y con su hermano Matías como capitán y Emilio como primer estandarte de esa hermandad, el momento es sin dudas especial y el cultivo del grupo humano que quiere construir con Los Leones es esencial. “Hoy les toca venir a estos 24 jugadores, pero les puede tocar en la próxima ventana de Pro League a otros. Los que están, saben que forman parte del equipo, aunque no estén en cancha, saben que tienen que estar súper positivos y alentando. Creo que ahí hay un gran trabajo también por parte de Daro, nuestro psicólogo que viene trabajando con ellos ya hace un tiempito, y bueno, de a poquito va bajando una línea de lo que buscamos”, afirmó.
Rey y su cuerpo técnico respiran hockey todo el tiempo. Están al nivel de cada de detalle. Desde entrenar con una máquina lanza bochas para las defensas de córner cortos hasta analizar cada ataque ofensivo en cámara en el momento. Nada se les escapa. “Estamos arrancando un proceso nuevo, tenemos mezcla de jugadores. Tenemos un cuerpo técnico diferente, con ideas diferentes, hay que fusionar todo eso. Muchas veces en el armado de todo eso se generan desajustes que son normales”, explicó. “Es empezar a construir y saber que es paso a paso, que no va a salir todo perfecto y como nosotros queremos, de una”, agregó.
Alguna vez fue campeón olímpico nada menos o bronce en un Mundial como jugador. Pero los pergaminos del pasado ya tanto no le interesan a Lucas. Nadie le puede quitar el entusiasmo de volver a desvivirse por dejar a la Argentina en lo más alto. Ahora como director técnico y con el primer grito al cielo de la victoria en su haber.