SANTIAGO DEL ESTERO (Enviado especial) -- “Mamá sabe bien, perdí una batalla. Quiero regresar, solo a besarla”. Las lágrimas de Valeria Santamarina, la madre de Paula, son y fueron las lágrimas de muchas madres que estuvieron en la tribuna viendo a su hija cumplir el sueño de debutar con Las Leonas. Y es que el año de Puli fue difícil. Tuvo que dejar su Tucumán natal para alejarse más de 1200 kilómetros hacia Buenos Aires por esa meta tan deseada, de toda una vida. “Ella lo soñaba”, le contó a ESPN Hockey Valeria.
“El apoyo es incondicional. Incondicional. Desde muy chiquita se perfilaba para esto, para hacer algo en el hockey. Y que lo iba a disfrutar como loca. Su camino desde los 9 años arrancó con el hockey. Y a los 14, casi a los 15 tuvo su primera concentración nacional. Así empezó un camino que no se terminó más”, contó la mamá de Paula.
El camino no fue tan sencillo. Pero, sí repleto de alegrías. Puli fue subcampeona del mundo Junior, lo que luego le valió, entre otros hechos, quedarse en la capital argentina para jugar en River en el Torneo Metropolitano. “La hemos visto convencida desde el minuto cero, a pesar de que ya prácticamente vivía en Buenos Aires. Siempre pensamos que la decisión final de quedarse le iba a costar. La tomó y ahí encontró una familia. Un grupo de amigas tremendo”, relató Valeria.
Tucumán Rugby Club fue la cuna que acobijó a Santamarina y le floreció el amor por el hockey y su gran sueño: jugar con la camiseta argentina. “Me acuerdo de una imagen de mi hija en un Champions Trophy que estaba agarrada a la baranda llorando porque Las Leonas estaban entrando en calor y cuando saludaba nadie la veía. Después salió corriendo al ómnibus y ahí pudo conocerlas. Volvió feliz porque le habían firmado su camiseta. Verla en la cancha ahora fue como una película hermosa”, cerró la mamá de Puli.
“Tarda en llegar y al final, al final hay recompensa. En la zona de promesas”.