Buscar siempre su mejor versión le permitió, hasta el último día que vistió la camiseta argentina, estar en sintonía con las exigencias del alto rendimiento deportivo.
Desde su debut con el seleccionado en el Champions Challenge de Kuala Lumpur de 2001, Juan Manuel Vivaldi defendió con uñas y dientes el arco argentino siempre que se lo requirió. Se convirtió en la voz de mando de un equipo que con el correr de los años forjó la historia del hockey argentino. Fue testigo del primer podio para un equipo masculino en un Trofeo de Campeones de Rotterdam en 2008, también de la primera y única medalla en una Copa del Mundo, en La Haya 2014, donde se colgaron la de bronce. Pero como en la vida, también le tocó afrontar golpes, como el de la ausencia del equipo en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Una ausencia que ocho años después lo premió tocando el cielo con las manos. En Río 2016 se colgó la medalla dorada, la primera y única de esa talla para la disciplina.
"El proceso fue de aprendizaje y ayudó a seguir buscando lo que pretendíamos, a valorar todo lo que pasamos y lo que logramos. Río fue coronar un año inolvidable, de mucho trabajo y esfuerzo. Con el paso del tiempo y ya retirados, creo que vamos a ir tomando mayor dimensión; fue una hazaña deportiva", le confesó Vivaldi a ESPN.com.
Sus primeros pasos los dio a los ocho años en el club de toda su vida, Banco Provincia. Si bien desde chiquito convivió con la posición de arquero, delantero y volante, fue recién en quinta división que se dedicó al ciento por ciento a los pads. Con más de 30 años dedicados a Banco, en 2019 levantó la copa del Torneo Metropolitano y con ello le puso un sello final a su carrera en el ámbito local. "El club es una parte fundamental de mi vida, no solo deportiva sino personal. Es mi casa", aseguró.
La ambición por entrenar y mejorar fue su motor para prolongar el retiro del alto rendimiento hasta el 2021. En los Juegos Olímpicos de Tokio registró su presentación número 294 a nivel internacional y si bien el resultado no fue el esperado, a sus 42 años se retiró en el certamen de mayor envergadura para un deportista amateur. Nominado en tres oportunidades a mejor arquero del mundo por la Federación Internacional de Hockey en 2014, 2016 y 2017, dio su mejor versión y como bien aseguró, pudo estirar una carrera que ni él mismo hubiese soñado.