LAS VEGAS - Cuando un campeón de UFC convoca a un retador, generalmente es por una de dos razones: dinero, o porque ven a ese retador como un oponente muy vencible.
En un mundo perfecto, son ambas. El nombre más grande con la menor cantidad de riesgo.
No puedes culparlos. Ser un campeón de UFC es realmente difícil. Sí, la compañía ocasionalmente desviará su clasificación en aras de hacer una gran pelea, pero en términos generales, los mejores pelean contra los mejores. Se espera que los campeones se enfrenten al próximo asesino en línea.
Entonces, si un campeón ve la oportunidad de exigir una pelea de dinero, o un enfrentamiento favorable, sin falta, debería hacerlo.
Y eso es lo que hace que la decisión de Israel Adesanya de llamar a Yoel Romero sea tan fascinante. Porque luchar contra Romero no le ofrece a Adesanya un gran día de pago ni un enfrentamiento muy favorable.
El simple hecho de que Adesanya, de 30 años, defienda su título de peso mediano contra Romero en UFC 248 el sábado nos dice mucho sobre el campeón. Adesanya es una estrella, a punto de convertirse en una superestrella. Lleva solo dos años en UFC y ya tiene marca de 7-0, el más rápido en lograr esa hazaña en la historia de la compañía. Está tratando de convertirse en el cuarto peso mediano en la historia de UFC en comenzar su carrera 8-0, uniéndose a Anderson Silva, Chris Weidman y, obviamente, Romero.
Fuera de Romero, Adesanya tiene dos combates potencialmente masivos alineados: contra un toletero invicto de Brasil en Paulo Costa y un británico muy popular en Darren Till. Adesanya ya pasó de la nada a algo de la noche a la mañana en su carrera en UFC, pero esas dos peleas son del tipo de combate que realmente podrían extenderse más allá del Octágono y convertirlo en una superestrella legítima. Esas son las peleas que esperas que él quiera.
Pero en lugar de esperar por uno de ellos, Adesanya quería esta pelea para su propia satisfacción. Y créanme, es por su satisfacción y solo su satisfacción, porque incluso si Adesanya aplasta a Romero este fin de semana, su celebridad no será mucho más grande de lo que es entrando al combate. Tiene mucho más que perder que ganar.
Se puede decir que Romero ha sido uno de los mejores 20 luchadores libra por libra en el mundo en los últimos cinco años, pero no es un nombre familiar, y esta pelea no es una gran atracción. Nadie le estaba pidiendo a Adesanya que tomara esta pelea. Podría haberse relajado fácilmente a principios de 2020 y pelear contra Costa a finales de este año después de que se recupere por completo de una cirugía de bíceps. Incluso el presidente de UFC, Dana White, se sorprendió de que Adesanya pidiera a Romero.
"Israel Adesanya quiere pelear contra Yoel Romero, ¿tiene eso sentido? No tiene sentido", dijo White en una conferencia de prensa antes de UFC 246. "¿Sabes qué tiene sentido? Israel es tan rudo, que quiere pelear con el hombre que nadie quiere enfrentar”.
¿Por qué no quieren pelear contra Romero? El ex campeón Robert Whittaker comparó la sensación de golpear a Romero con golpear acero. Luke Rockhold dijo que patearlo era como patear un bloque de cemento. Cuando le pregunté a Adesanya si sentía alguna aprensión por esto, dijo: "Pateó el fondo de la bolsa pesada. Intenta eso. Mira cómo se siente".
Para estar claro, Romero no es el favorito para ganar este fin de semana. Adesanya es un sólido favorito en Las Vegas con menos-280, según Caesars Sportsbook. Pero el punto es que Romero es más que capaz de descarrilar todo el impulso que Adesanya está trayendo al 2020. Y una victoria contra Romero no aumenta significativamente ese impulso.
Entonces, ¿por qué arriesgarse?
Nada de esto significa que Adesanya sea mejor que cualquier otro campeón de UFC. Si eres monarca en UFC, tienes el trabajo más difícil en MMA. Hay una gran diferencia entre ser un campeón en UFC y no serlo, en términos de pago, oportunidades de patrocinio, estatus. Y el cinturón es algo muy difícil de aguantar, porque cada gran peleador del mundo está hambriento por conseguirlo.
Es natural hacer todo lo posible para preservarlo.
Pero Adesanya exigiendo esta pelea como su primera defensa del título no sugiere preservación. Habla del legado que está tratando de crear. Y me hace pensar dos veces antes de descartar su charla sobre eventualmente subir de peso para desafiar al rey del peso semipesado Jon Jones o incluso al campeón de peso pesado Stipe Miocic. Esas peleas parecen riesgos innecesarios para su historial. Pero, también es esta.
Esta semana, durante el primer episodio de la serie web de UFC "Embedded", Adesanya describió una escena de la película "Troy", en la que un niño le dice al personaje de Brad Pitt, Aquiles, que el hombre que está a punto de luchar hasta la muerte es "el hombre más grande que he visto" y admite: "No me gustaría pelear contra él".
Aquiles responde: "Es por eso que nadie recordará tu nombre".
Adesanya obviamente quiere que recordemos su nombre cuando todo esté dicho y hecho. Y yo, por mi parte, recordaré esta decisión de pelear contra Romero en UFC 248.