MÉXICO -- Nuestro recorrido por las necesidades que deben cubrir los equipos de la NFL en la agencia libre ha llegado a su última parada.
En los últimos años, la NFC Oeste ha sido considerada una de las mejores divisiones de la liga y si hacen un buen trabajo durante el mercado, ese concepto podría mantenerse una temporada más:
ARIZONA CARDINALS
Los Cardinals son uno de los equipos que más van a sufrir con la llegada de la agencia libre, ya que perdedera a varios de sus titulares en el mercado, entre ellos el esquinero Antonio Cromartie y los apoyadores Sam Acho, Larry y Larry Foote por la defensiva y el guardia derecho Paul Fanaika en la ofensiva.
No debemos olvidar también que uno de los principales problemas de Arizona la temporada pasada fue su ataque terrestre que terminó apenas con 1,308 yardas, ubicándose en la posición N° 31 de la liga, convirtiéndose en la mayor necesidad que tiene el equipo para cubrir en el mercado.
Parte de la razón por la que los Cardinals tuvieron un ataque terrestre tan irregular se debió a los problemas posición de mariscal de campo, donde utilizaron a tres titulares distintos a lo largo de la campaña, lo que obligó a los corredores a enfrentar defensivas enfocadas en detenerlos.
La ofensiva terminó anotando 19.4 puntos por partido por 18.7 puntos admitidos por encuentro, lo que eventualmente permitió a los Cardinals calificar a la postemporada.
Arizona llega a la agencia libre con poco más de 13 millones de dólares de espacio bajo el tope salarial, algo que les permitirá buscar refuerzos para su posición de corredor.
SAN FRANCISCO 49ERS
Los 49ers están iniciando una nueva etapa con su entrenador en jefe Jim Tomsula, quien reemplaza a Jim Harbaugh, quien se marchó del equipo y firmó con los Michigan Wolverines para volver a las filas colegiales.
El principal problema que debe atender durante la agencia libre es reforzar la posición de receptor abierto, donde Michael Crabtree está programado para convertirse en agente libre.
San Francisco decidió no emplear su etiqueta de jugador franquicia en Crabtreee, quien la temporada pasada contribuyó con 68 recepciones para 698 yardas y cuatro touchdowns, ubicándose como el segundo mejor receptor del equipo detrás del veterano Anquan Boldin, sin embargo la velocidad de Crabtree lo convierte en un objetivo más peligroso.
Es cierto que también está programado para convertirse en agente libre el corredor veterano Frank Gore, quien fue crucial para que los 49ers tuvieran el cuarto mejor ataque terrestre de la liga (2,176 yardas), sin embargo el equipo está conforme con lo que ofrece el joven Carlos Hyde, quien a pesar de terminar con 333 yardas terrestres anotó la misma cantidad de touchdowns que Gore, cuatro, y su promedio de yardas por acarreo fue de 4.0.
Dicho lo anterior, reforzar la posición de receptor abierto es clave para que los 49ers mejoren su ataque aéreo, que fue el punto débil del equipo, al ubicarse en la posición N° 30 de la liga con apenas 3,063 yardas.
SEATTLE SEAHAWKS
Si hay algo que se le puede criticar a los Seattle Seahawks es la falta de talento en la posición de receptor abierto, lo que provocó que el equipo tuviera uno de los peores ataques aéreos de la liga con 3,250 yardas (N° 27 de la NFL). Ricardo Lockette y Jermaine Kearse están programados para convertirse en agentes libres, siendo la posible baja de Kearse la más sensible, al terminar como el segundo mejor receptor del equipo y convertirse en uno de los blancos preferidos del mariscal de campo Russell Wilson durante la postemporada.
El mayor problema que debe resolver Seattle durante la temporada baja es la situación contractual del corredor estelar Marshawn Lynch, quien estaría ponderando el retiro al tiempo que negocia una extensión de contrato con una mejora en su salario.
Lynch aportó 1,306 yardas por tierra con 13 touchdowns y por aire contribuyó con 37 recepciones para 367 yardas y cuatro anotaciones, liderando el mejor ataque terrestre de la liga que terminó 2,762 yardas.
La extensión de Lynch, en caso de concretarse, y la negociación de un nuevo contrato para Wilson sin duda consumirán gran parte de los 24 millones bajo el tope salarial que tienen los Seahawks para la próxima temporada, sin embargo debe quedar espacio suficiente para firmar al menos un par de receptores en la agencia libre.
A la defensiva es probable que el apoyador Malcolm Smith, quien fue nombrado el Jugador Más Valioso del Super Bowl XLVIII, se convierta en agente libre, sin embargo sería la única baja considerable de ese lado del balón y al mismo tiempo es un jugador al que pueden reemplazar los Seahawks con los jugadores que tienen en su plantilla.
ST. LOUIS RAMS
La temporada pasada los Rams no pudieron contar con su mariscal de campo titular Sam Bradford, quien sufrió una lesión de rodilla en la pretemporada, obligando al equipo a emplear a dos titulares en la posición, Shaun Hill y Austin Davis, con resultados pobres, al acumular entre ambos 16 intercepciones por 20 touchdowns.
A pesar de tener un mayor salario en este momento, es más probable que el equipo trate de retener a Hill, como reserva, sobre Davis, quien debido a su edad, 25 años, y su experiencia como titular podría exigir un mayor contrato.
La mayor necesidad para St. Louis es proporcionarle armas a Bradford en su regreso, ya que el mejor receptor del equipo, Kenny Britt, está programado para convertirse en agente libre y debido al poco espacio bajo el tope salarial del equipo no es muy probable su regreso, lo que obliga a los Rams a buscar ayuda en la posición durante el mercado.
Los Rams no sufrirán bajas sensibles en la posición de corredor, ya que volverán Tre Mason, Zac Stacy y Benny Cunningham, quienes fueron los titulares en el 2014, se combinaron para ocho touchdowns, sin embargo Mason se perfila para convertirse en titular de tiempo completo la próxima campaña, además el regreso de Bradford también será de ayuda para los corredores, quienes no enfrentarán defensivas enfocadas en detenerlos.
Uno de los retos que enfrentarán los Rams de cara a la agencia libre es que sólo cuentan con 6.8 millones de espacio bajo el tope salarial, cifra que se podría elevar si reestructuran el contrato de Bradford.