GUADALAJARA -- Con la creencia que "tuvimos para matar en la segunda parte", el técnico Sergio Bueno se mostró complicado porque Chiapas regresó a la senda de la victoria en el Clausura 2015.
"La realidad es que el equipo venía con seguidilla de malos resultados; eso provocó intranquilidad en plantel, nerviosismo que esperemos empiece a desaparecer. Era urgente sacar un triunfo para que se fuera estabilizando otra vez todo mundo en club, los jugadores, los directivos". Manifestó que sin darse cuenta, Chiapas perdió la inercia de buenos resultados que tenían hasta hace unas fechas.
"Hoy buscamos recomponer la situación sacando un buen resultado. Sabíamos de la dificultad del rival, que se juega todo en casa; lamentablemente, terminamos sufriendo de más. Desaprovechamos muchas oportunidades. Nos hace falta ser más certeros, pues tuvimos para matar en la parte complementaria. Pudimos haber logrado un marcador más desahogado".
Luego reconoció que el equipo ha sido muy vulnerable defensivamente, por lo que el triunfo sobre la UdeG lo valoran mucho. "Hemos tenido titubeos a lo largo de los juegos, hemos sufrido mucho. Hoy hasta el último momento se entregó Chiapas para que el rival no nos hiciera daño".
Para Bueno, el haber mantenido el cero fue fundamental. "Pareció que hoy dejamos de lado las cosas negativas; eso es lo rescatable". Por último, reveló que el cuerpo técnico ha tenido varias charlas con el plantel, con el objetivo de buscar estabilizar la buena producción que se tuvo el torneo pasado, sobre todo las últimas cinco jornadas que se tradujeron en un gran cierre.
"En la plática abordamos muchos temas que al plantel le generó un nuevo compromiso. A los muchachos les marcamos la exigencia para recuperar ánimo y confianza; buscamos que supieran que nada estaba perdido", dijo.