BELO HORIZONTE (Enviado especial) -- En el imaginario popular, los 11 de Argentina que saldrán a la cancha frente a Irán conforman "el equipo de memoria".
Ellos son: Romero, Zabaleta, Garay, Fernández, Rojo; Gago, Mascherano, Di María; Messi, Agüero e Higuaín. Los que para la gran mayoría tenían que haber estado desde el arranque contra Bosnia y Herzegovina, antes del sorprendente 5-3-2 en el Maracaná.
Sin embargo, existe un dato llamativo: los 11 con consenso para ser titulares sólo estuvieron una vez juntos desde el inicio en la era Sabella. Hay que remontarse al 12 de octubre de 2012, por la 9ª fecha de las Eliminatorias. Leo Messi, en dos oportunidades, y Kun Agüero anotaron en el triunfo por 3-0 sobre Uruguay.
Por otra parte, el inicio del 4-3-3 de Sabella había coincidido con la 1ª vez en la que Messi, Agüero e Higuaín compartieron tridente ofensivo en este ciclo. Fue en la goleada por 4-0 contra Ecuador, el 2 de junio de 2012, por la 5ª fecha de las Eliminatorias. En aquel partido en el estadio de River, hicieron un gol cada uno. El restante lo hizo Di María. Y en el lateral izquierdo estuvo Clemente Rodríguez, no Rojo.
En la 7ª jornada de las Eliminatorias, Argentina volvió a apelar al 4-3-3, con distintos nombres. Fue 3-1 a Paraguay con tantos de Di María, Higuaín y Messi. Con dicho esquema también empató 1-1 frente a Perú (11/9/2012), venció 2-1 a Chile (16/10/2012) y empató 0-0 con Arabia Saudita (14/11/2012).
Ya en 2013, le ganó 3-2 a Suecia, derrotó 3-0 a Venezuela, goleó por 4-0 a Guatemala, venció 5-2 a Paraguay el día que clasificó al Mundial y superó por 3-1 a Perú. En el año mundialista, igualó sin goles con Rumania en Bucarest y se impuso por 3-0 a Trinidad y Tobago.
En suma, el 4-3-3 de Sabella cosecha 10 triunfos y 3 empates, con 34 goles a favor y apenas 8 tantos en contra. Sólo en dos de los 13 partidos no pudo convertir y fue en amistosos. Números más que interesantes.
Este sábado en el Mineirao, Argentina enfrentará al Irán de Carlos Queiroz, que viene de empatar sin goles contra Nigeria. Salvo que se dé una sorpresa de grandes magnitudes, el conjunto persa saldrá a esperar, con el propósito de resguardar el cero en su arco la mayor cantidad de tiempo posible.
Los números confirman que el 4-3-3 goza de buena salud, porque los jugadores de Sabella tienen material para romper el cerrojo. Depende exclusivamente de ellos.