MÉXICO -- Los Tampa Bay Buccaneers decidieron poner fin al proyecto del entrenador en jefe Greg Schiano y comenzar nuevamente desde cero bajo el mando de un viejo conocido, el respetado entrenador en jefe Lovie Smith.
La reconstrucción incluye a un nuevo gerente general, Jason Licht quien llega en el lugar de Mark Dominik, despedido a principios de año.
Smith tiene la nada sencilla tarea de romper con una sequía de seis temporadas sin playoffs y restaurar un vestidor que quedó dañado tras el breve paso de Schiano. Además, tendrá que hacer que despierte la que terminó como la peor ofensiva de la NFL en el 2013 con apenas 4,432 yardas totales.
Es por ello que, a pesar de la extracción defensiva de Smith, los Buccaneers pusieron énfasis en reforzar su débil ofensiva durante la temporada baja y el draft.
ADICIÓN CLAVE
La llegada del veterano mariscal de campo Josh McCown será crucial para el equipo la próxima temporada.
McCown ha sido suplente durante la mayor parte de su carrera, sin embargo el año pasado se destapó jugando para los Chicago Bears en el lugar de Jay Cutler y fue clave para que el equipo tuviera esperanzas de calificar a los playoffs hasta el último partido de la temporada regular.
En ocho partidos, cinco como titular, McCown lanzó para 1,829 yardas, 13 touchdowns y apenas una intercepción.
Si bien es cierto que McCown no encontrará un equipo similar a Chicago en los Bucs, también lo es que el equipo ha buscado la manera de rodear con talento a su mariscal de campo y brindarle la protección necesaria para prosperar.
Sin embargo, a sus 35 años de edad, es un hecho que McCown no será la respuesta a largo plazo para Tampa en la posición.
MAYOR PÉRDIDA
La partida de Darrelle Revis deja al equipo sin una amenaza de jugadas grandes en la secundaria.
A pesar de que terminó con apenas dos intercepciones en la temporada, la presencia de Revis inquietó a las ofensivas rivales lo suficiente como para no buscar retarlo, convirtiéndose en un factor importante para que los Buccaneers acumularan 21 intercepciones en la campaña, que fue la tercera mejor marca de la liga, detrás de las 28 de los Seattle Seahawks y las 23 de los Buffalo Bills.
Es cierto que el esquema Tampa-2 que buscan implementar Smith y el coordinador defensivo Leslie Frazier no es el más adecuado para que brille Revis, pero un talento como el suyo no puede descartarse tan fácilmente.
Revis acumula 21 intercepciones en su carrera y cuando se encuentra sano puede llegar a ser uno de los esquineros más dominantes de la liga.
EL DIAGNÓSTICO
Los Bucs apostaron por completo a su ofensiva y constancia de ello fueron sus movimientos en la temporada baja.
Dejaron ir a los linieros Ted Larsen, Davin Joseph y Gabe Carimi, firmando en su lugar a Anthony Collins y Evan Dietrich-Smith, jugadores sólidos para proteger a McCown.
El receptor Mike Evans, reclutado en la primera ronda del draft, será una amenaza a lo profundo jugando en el lado opuesto al veterano Vincent Jackson, y las alas cerradas Austin Seferian-Jenkins (elegido en la segunda vuelta del sorteo) y Brandon Myers, procedente de los New York Giants, serán un blanco peligroso para McCown, en especial en la zona roja.
La defensiva fue apuntalada en la línea con el cazamariscales Michael Johnson, procedente de los Cincinnati Bengals, y Clinton McDonald, quien fue campeón la temporada pasada con los Seattle Seahawks, mientras que los esquineros Alterraun Verner y Mike Jenkins apuntalan una secundaria que extrañará a Revis.
En resumen, después de la debacle que fue la temporada del 2013, los Buccaneers lucen más sólidos de cara al 2014 aunque aún están lejos de sus rivales divisionales Atlanta Falcons, Carolina Panthers y sobre todo de los New Orleans Saints, así que es poco probable que terminen con su sequía de playoffs este año.