BUENOS AIRES -- La carrera como entrenador de Gerardo Martino comienza en agosto de 1998, cuando asume en Brown de Arrecifes, acompañado de Jorge Theiler y Jorge Pautasso como ayudantes de campo y del preparador físico Ariel Pallena.
En aquella primera experiencia, el conjunto arrecifeño finaliza en la séptima posición del campeonato regular, clasificándose así a un repechaje por el segundo ascenso a la máxima categoría vía el torneo Reducido de la B Nacional 1998-99. En ese certamen logra imponerse 2-0 a All Boys en el partido de ida de los octavos de final, pero cae luego en la revancha por idéntico score, quedando eliminado por el elenco de Floresta a raíz de la ventaja deportiva. El saldo final del recorrido inaugural es de 14 victorias, 6 empates y 14 derrotas.
En septiembre de 1999, asume un nuevo desafío, reemplazando a Chamaco Carlos Rodríguez en Platense. Otra vez dirige en la segunda división. Y debuta con triunfo, al vencer 1-0 a San Miguel. Toma las riendas de un conjunto golpeado, que había descendido unos meses atrás, después de militar 23 años en forma consecutiva en Primera. El camino es corto, pues termina dejando la institución del norte bonaerense tras 13 partidos, en los que consigue 6 triunfos, 4 tablas y 3 caídas.
Julio de 2000 encuentra a Martino en Instituto. Con los mismos colaboradores. El responsable de su llegada a la Gloria es el por entonces vicepresidente Diego Bobatto, quien luego revelaría que al ser contratado, Tata le pidió que no le pagara ni a él ni a Theiler y Pautasso, pero sí al profesor Pallena.
En el club cordobés comienza a cosechar sucesos. Como en su segunda temporada al frente, cuando se escurre por poco el ascenso: una vez más, la ventaja deportiva del contrincante lo deja sin posibilidades. Al igualar en cero en casa en el primer choque decisivo con Argentinos Juniors, el once albirrojo vuelve a empatar (esta vez 1-1), en el estadio de Ferro Carril Oeste en la vuelta, sepultando las aspiraciones del cuadro de Jujuy 2850.
A principios de 2002, desembarca en Libertad de Paraguay, y es ahí donde comienza a concretar lo que tiempo atrás no logra por escaso margen. En el Gumarelo se consagra campeón del Apertura y del Absoluto en sus primeros meses. Y un año más tarde eleva aún más la vara al obtener los mismos torneos que el año precedente con el agregado del Clausura. Su excelente trayectoria en el país guaraní sigue en Cerro Porteño. Es en este equipo donde vuelve a repetir lo hecho en Libertad. En el conjunto blaugrana, en 2004, también se alza con el Apertura, el Absoluto y el Clausura.
Luego de la avalancha de logros en Paraguay, regresa a Argentina. Se hace cargo del primer equipo de Colón de Santa Fe, donde gana 6 partidos, empata 7 y pierde 2 en el Clausura 2005, y se marcha en el Apertura de ese mismo año luego de 6 fechas: 1 triunfo, 1 igualdad y 4 tropiezos.
En 2006, vuelve a triunfar en Libertad. Logra el Apertura y el torneo Absoluto. Se transforma automáticamente en el candidato número uno para dirigir el seleccionado de Paraguay tras la Copa del Mundo de Alemania. Al frente del equipo albirrojo lleva a cabo una gran campaña: llega a los cuartos de final en la Copa América de Venezuela 2007, clasifica segundo a un punto de Brasil en la eliminatoria sudamericana, alcanza los cuartos en el Mundial de Sudáfrica poniendo en aprietos al luego campeón España y pierde la final del certamen continental de Argentina en 2011 al caer ante Uruguay.
Siete años después de su despedida, Martino regresa al país para sentarse en el banco de relevos del club de sus amores: Newell's Old Boys. Llega a la Lepra para el Clausura. Asume la responsabilidad de un equipo que permanece en los últimos lugares de la tabla de promedios, a unos pasos de una zona de Promoción donde permanece San Lorenzo. Y en su primer campeonato lleva al once rojinegro al sexto puesto, mostrando lo mejor de su repertorio hacia el final. En el Inicial 2012, crece su rendimiento, termina segundo a cinco puntos de Vélez Sarsfield.
Newell's es campeón de la mano de Tata en el Torneo Final 2013. Logra 38 puntos, 3 más que su escolta River Plate. La Lepra sale de la zona caliente del descenso y pelea la Copa Libertadores, a la vez, cayendo recién en semifinales ante Atlético Mineiro.
Cuando pensaba que se tomaría un año sabático tras su ciclo en Newell's, llega la propuesta de Barcelona, equipo al que había elogiado en reiteradas oportunidades. En el elenco blaugrana logra la Supercopa de España ante Atlético Madrid. También pelea La Liga con el conjunto colchonero hasta la última fecha. Y es el propio equipo de Simeone el que lo elimina en cuartos de final de la UEFA Champions League. En el medio, alcanza la final de la Copa del Rey, pero cae frente a Real Madrid. El agridulce paso de Martino por el culé deja estos números: 40 triunfos, 11 empates y 8 derrotas.