KANSAS CITY, Missouri -- Kelvin Herrera entró a relevar por los Reales con dos hombres en base y un out en el sexto inning. Esta fue la secuencia de la velocidad en millas por hora de sus nueve lanzamientos, todas rectas: 101, 100, 101, 92, 101, 101, 100, 101, 100.
Al auxilio de Yordano Ventura, su compatriota dominicano, Herrera pudo retirar los dos outs sin que los Gigantes pudieran hacer daño en un segundo juego de la Serie Mundial que estaba empatado 2-2.
Con cinco carreras en la parte baja del inning, Kansas City se despegó para imponerse el miércoles por 7-2 ante los Gigantes de San Francisco, y Herrera acabó acreditándose la victoria.
"Cuando yo entré, mi plan era conseguir un buen pitcheo para sacar el doble play y salir del inning", dijo Herrera. "Venía con seis días de descanso y me sentía fuerte".
No logró el doble play, pero supo dominar a Brandon Belt con un elevado al izquierdo y después a Michael Morse con un rodado difícil que fue fildeado por el campocorto Alcides Escobar.
El bateo de los Reales en el sexto, con un doble de dos carreras de Salvador Pérez y luego un jonrón de Omar Infante que produjo dos más, pudo acaparar los titulares principales.
Pero lo hecho por Herrera fue fundamental en el rumbo del juego en Kansas City, que pudo recuperarse de la derrota 7-1 en el primer duelo y así nivelar 1-1 el Clásico de Otoño.
También tiró seis pitcheos más de por lo menos 100 mph en el séptimo, en el que pudo colgar otro cero, pese a conceder un par de boletos.
Resulta que Herrera, de 24 años, había despedido de su brazo derecho tantos lanzamientos en los 100 en un juego de Grandes Ligas: "Nada, es como cuando tenía 16 (años) y lo hacía con 89 (mph). Es lo mismo", replicó lacónicamente cuando le preguntaron qué se siente al tirar tan fuerte.
Con su victoria, el bullpen de los Reales quedó con foja de 7-0 esta postemporada. Se trata del primer grupo de relevistas que inicia una postemporada que se apunta la victoria en siete decisiones seguidas. El otro bullpen con siete triunfos en una postemporada fue el de los Marlins en 2003.
Es un bullpen con destila tan excelentes garantías que en todo este año, incluso la postemporada, los Reales tienen foja de 75-1 una vez tienen ventaja tras siete innings.
"Estaba fuerte y sentía que podía seguir lanzando", dijo Ventura, quien fue el primer dominicano en abrir un juego de la Serie Mundial desde que Pedro Martínez lo hizo por Filadelfia ante los Yankees en el sexto juego en 2009.
El novato de 23 años toleró un par de carreras y ocho hits, al irse sin decisión en su tercera apertura de la actual postemporada.
"Estábamos en una situación en la que no se depende solamente de yo como esté, sino de las probabilidades. Tenemos un tremendo bullpen", sostuvo Ventura.
Un tremendo bullpen que usan de memoria.
Después de Herrera, Wade Davis es el encargado del octavo y lo hizo de manera perfecta.
Luego le tocó el turno al cerrador Greg Holland para el noveno. Holland se llevó el salvado en cada uno de los partidos de la barrida ante Baltimore en la serie de campeonato de la Liga Americana, y coronó la victoria ante los Gigantes con un ponche a Gregor Blanco, haciéndole abanicar la brisa
"Es un lujo el que tengo", dijo el piloto de los Reales Ned Yost. "Después del sexto inning, ya no me tengo que romper la cabeza. Antes del juego tengo que preparar los duelos en el quinto y sexto innings. Pero una vez pasamos del sexto, yo cumplí con lo que me correspondía. Tenemos una buena receta para el éxito con Herrera, Davis y Holland".