QUERÉTARO -- Durante el cotejo ante Santos Laguna, mismo en el que los Gallos Blancos sufrió un nuevo descalabro, el timonel del cuadro plumífero aseguró que no le espantan las críticas que recibe por parte de la gente, pues fue él quien estuvo en las situaciones más complicadas de la institución y ahora espera que se le respalde.
"Es normal cuando no ganas, es normal que la afición quiera tu salida, pero quisiera que recordaran que en las malas yo me quedé para sacar el equipo adelante, ahora yo del barco no me bajo, este equipo me ha costado dos años de trabajo. Hoy simplemente no tuvimos la suerte de que el balón entrara", aseguró.
A sabiendas de que cada entrenador del mundo depende de los resultados de su equipo, afirmó que mientras esté al frente del equipo "morirá en la raya".
"Cuando eres entrenador sabes que tienes que tener las maletas preparadas, pero eso no me espanta. He trabajado con mucha humildad, hemos hecho muchas cosas que a lo mejor no salen a la opinión pública. Mientras esté en este quipo me voy a morir en la raya. Nosotros vamos a salir adelante", afirmó.
Fue autocrítico al analizar que el problema de escasez de victorias proviene de la falta de contundencia y no, por su parte, el hecho de ser un entrenador "defensivo", como la afición lo señala.
"Siempre dicen que soy defensivo, pero con esta nueva forma de jugar...con los laterales que juegan muy abiertos, tenemos una mejor posición de la pelota; incluso hay veces en que (Tiago) Volpi es un espectador más para nosotros. Es más bien es una cosa de adelante, que las cosas no se están dando. No hemos sido contundentes, hemos cometido errores y nos han costado puntos", finalizó.