MÉXICO -- La participación de Cruz Azul y Pumas fue un rotundo fracaso en el Clausura 2015, donde en virtud de su prestigio en el futbol mexicano estaban obligados a clasificarse a la Liguilla. Curiosamente, ambos entrenadores, Luis Fernando Tena y Guillermo Vázquez, son técnicos cuyo estilo de juego provoca severas críticas.
Por año y medio Vázquez Herrera dirigió a los cruzazulinos previo a la llegada del "Flaco" Tena. Con este último, las cosas no cambiaron mucho, aunque ambos consiguieron una copa para las vitrinas del cuadro de La Noria, pero no fue el añorado título de la Liga MX.
Cruz Azul vivió sumergido en la controversia en casi todo el campeonato, debido a la poca ambición que solía mostrar el conjunto, incluso en casa. La Máquina Celeste preserva su buena labor en el aspecto defensivo, como ha sido a lo largo de los años, más ha quedado a deber goles, pues en 17 fechas sólo pudo convertir en 14 ocasiones, no obstante ´haber contado con un jugador de dos millones de dólares por temporada, como es el caso de Roque Santa Cruz, quien fue el mejor goleador de su equipo, pero se la pasó lesionado y sólo logró anotar cuatro tantos. Los cementeros no pudieron encontrar un juego vistoso a los ojos de sus seguidores y a la vez, eficaz, que arrojara los resultados esperados. Su mentalidad conformista, a la postre les pasó factura.
LA DIRECTIVA TENÍA FÉ CIEGA EN MEMO VÀZQUEZ
Asimismo, los felinos dejaron escapar la posibilidad de Liguilla, prácticamente desde el arranque de la campaña, donde en ocho partidos solamente consiguieron rescatar cinco unidades de 24 posibles y tuvieron a una de las defensas más vulneradas del certamen.
Guillermo Vázquez retornó a la dirección técnica de los Pumas antes de que el pasado Apertura 2014 llegara a su primera mitad, cuando los auriazules estaban sumidos en una fuerte crisis bajo la tutela de José Luis Trejo.
Finalmente, tanto José Luis como Mario Trejo dejaron al conjunto para dar paso a la que se esperaba fuera una etapa próspera con Vázquez Herrera, con el cual se habían coronado en 2011. Sin embargo, los universitarios que desperdiciaron su dinero con contrataciones fallidas como las de Torales y Ramis, no consiguieron comulgar con la mentalidad de su entrenador, quien sólo por momentos logró que el equipo recuperara su tradicional "garra" y la dinámica que por años los había caracterizado y a la postre los dejaría fuera de las finales. Hace muchos meses los seguidores de una y otra escuadra piden la salida de sus presidentes. Hoy, ni Guillermo Álvarez Cuevas ni Jorge Borja tienen una excusa para justificar su fracaso.