<
>

Una ofensiva explosiva en New York

NUEVA YORK - Sumamente necesitados de revivir una tambaleante ofensiva, los bates de los Mets de Nueva York se desprendieron y colocaron 10 carreras durante la cuarta entrada la noche del sábado, sólo lo suficiente para detener un cadena de cinco derrotas y aplastar 14-1 a los Cerveceros de Milwaukee.

La ofensiva de la novena neoyorquina inició la jornada del sábado habiendo anotado tres carreras o menos en 13 de sus últimos 17 partidos, 10 de ellos que habían resultado como derrotas.

La explosión ofensiva se llevó a cabo un día después de que el gerente general de los Mets, Sandy Alderson, fue cuestionado sobre si el conjunto estaba apurado por agregarle un bate con poder a una alineación que había exhibido 130 carreras, la cuarta cifra más baja en la Liga Nacional.

Consciente del hecho que la ofensiva padecía de las ausencias de David Wright y Travis d'Arnaud, la única recomendación que Alderson pudo ofrecerles fue una receta de calma combinada con un poco de trabajo en la caja de bateo.

El mensaje entonces fue bien recibido por los líderes de la División Este.

El receptor novato Kevin Plawecki inició el carnaval de carreras, que demoró 32 minutos mientras caía una lluvia ligera, con un sencillo al jardín derecho, remolcando a Michael Cuddyer de la antesala con una jugada de selección y ampliando la ventaja 2-0 con un sólo out. Luego del primer de dos sencillos que pegó el lanzador Jacob deGrohm en la cuarta entrada, el venezolano, Wilmer Flores, conectó un jonrón con las bases llenas que puso el partido 6-0.

Curtis Granderson y el dominicano, Juan Lagares, entonces se embazaron con sencillos a los jardines y Lucas Duda los siguió con un boleto. Cuddyer, quien había iniciado la tanda con un sencillo, conectó un doblete hacia la esquina del jardín izquierdo para traer dos más al plato y poner el partido 8-0, lo que entonces corrió al lanzador abridor, Matt Garza (2-3), del partido.

Daniel Murphy continuó el asalto, dándole al relevista Brandon Kintzler una bienvenida neoyorquina, con una línea perfectamente colocada entre el jardín derecho y central que trajo dos carreras a la goma y amplió el marcador, 10-0. Eric Campbell, quien había hecho el primer out del inning con una rola a la segunda base, no se quiso quedar fuera del VIP, remolcando a Murphy con un hit al jardín derecho, aumentado la pizarra, 11-0.

En el momento que el extravagante episodio concluyó, Nueva York había acumulado nueve imparables, incluyendo el grand slam de Flores y un par de dobletes, dos boletos y obviamente las 10 carreras. La última vez que los Mets tuvieron nueve hits en una entrada fue cuando marcaron 10 el 18 de agosto de 2009 contra los Bravos de Atlanta.

El jonrón de Flores, uno de los tres que conectaron los Mets, fue gratificante para el torpedero de 23 años, quien ha estado batallando con el guante, cometiendo nueve errores esta temporada.

"Se siente bien. Obviamente uno no quiere hacer mal, pero cuando haces bien, para eso es que uno está aquí", sentenció el venezolano.

"Estaba buscando algo arriba en la zona. Fue una bola rápida. El trató tirarla lejos (del plato) y se mantuvo en el medio. Estaba listo. Sólo le hice un buen swing. No estaba buscando un jonrón".

El dirigente de los Metropolitanos, quien apuntó a deGrohm en la octava plaza de su alineación y a Flores de noveno, anticipa que esta avalancha de carreras sirva como una sustentación del ánimo de su escuadra tras la barrida de cuatro partidos que sufrieron ante los Cachorros de Chicago en Wrigley Field al principio de la semana.

"Fue una buena noche para nosotros", afirmó Terry Collins. "Necesitábamos tener un partido donde anotamos unas cuantas carreras, no solamente tres. Salimos y remolcamos unas cuantas carreras. Los cuadrangulares ayudan, pero hubieron varios buenos swings esta noche".

Las 10 carreras que los Mets montaron en el quinto inning fue la cantidad más alta desde las 11 que colocaron en la sexta entrada de un partido contra los Cachorros en Wrigley Field el 16 de julio de 2006.

Las 14 carreras que los Mets anotaron igualó la marca de Citi Field, establecida el 22 de junio de 2010 cuando Nueva York propinó 14 contra los Tigres de Detroit.

deGrohm (4-4), quien según el Elias Sports Bureau fue el segundo pitcher en la historia de los Mets que ha conectado dos imparables en una entrada, también fue impactante en su octava salida de la temporada.

El lanzador derecho de 26 años estuvo relajado encima de la lomita tras su última apertura el lunes pasado contra los Cachorros en la cual permitió cuatro carreras y caminó a cuatro bateadores en cinco entradas.

deGrohm dispersó seis hits y permitió una carrera en seis entradas, mientras que otorgó un boleto y ponchó a seis bateadores.

Su primer hit en la segunda entrada, que remolcó la primera carrera de la noche para el equipo local, se produjo gracias a que los Cerveceros anticipaban un toque de sacrifico. Pero deGrohm se aprovechó del esquema defensivo de Milwaukee y encontró el hueco por el medio del cuadro.

"Quise (remolcarla). Cuando no me dieron (la señal) para tocar, ese fue mi proceso de pensamiento. Sólo estaba tratando de darle a la pelota por el medio del cuadro", aseveró deGrohm.