<
>

Tradición de Pittsburgh en mutación: gran ofensiva, defensiva inexperta

Antonio Brown se coloca entre los mejores receptores de la liga y ya se compaginó con Big Ben. AP Photo

PITTSBURGH -- Reconocidos por su defensiva durante lo que parece han sido décadas, los Pittsburgh Steelers fueron mucho mejores a la ofensiva la temporada pasada, y todo indica que sucedió un cambio en la marea.

Los Steelers --liderados por un mariscal de campo futuro Salón de la Fama y cargados de estelares veteranos-- pueden ser la mejor ofensiva de la NFL en el 2015. Mientras tanto, un movimiento de jóvenes a la defensiva estará en pleno auge.

Todo señala que los Steelers necesitarán cosechar puntos si quieren ganar un partido de playoffs por primera vez desde la temporada del 2010, y no es así como suelen operar. Es como si los Steelers, de pronto, entraran al Mundo Al Revés, el planeta de cómic donde todo es opuesto a lo que esperabas. Por cómo se ven las cosas, podrían quedarse allí por un tiempo.

"Cuando piensas en los Steelers, piensas primero en la defensiva, y así siempre han sido las cosas", declaró el ex profundo de Pittsburgh, Ryan Clark, analista de ESPN, por teléfono esta semana. "Entonces, ¿es extraño? Claro. Es muy extraño".

Nadie entiende eso mejor que Clark. Durante ocho de sus 13 temporadas profesionales, Clark, quien se retiró después de jugar con los Washington Redskins el otoño pasado, era un líder de los Steelers. Durante ese periodo, Pittsburgh ganó dos títulos de la AFC y uno de sus seis trofeos Lombardi. "Hay una cultura defensiva", dijo Clark. "Hay un nivel de expectativa que pocos equipos han tenido antes".

No hay dudas.

Cuando los aficionados siguen predicando sobre una línea defensiva de los 70 --la "Steel Curtain" que dio la fundación para cuatro campeonatos en seis temporadas-- no hay dudas que la identidad de tu franquicia nace del lado defensivo.

Comenzando con la temporada 2005-06, la cual se capitalizó con victoria de Super Bowl para los Steelers, terminaron en Top 10 de defensiva total por ocho campañas completas, incluyendo el primer lugar de la liga cuatro veces. En ese periodo, para la ofensiva, Pittsburgh ranqueó entre los líderes de la liga apenas en dos ocasiones, nunca arriba del 7° lugar en yardas totales. Nada parecía inusual en ello.

Pero la temporada pasada, todo se invirtió: Pittsburgh terminó 2° en yardas totales.

Ben Roethlisberger lideró la NFL y rompió su marca con el equipo tras lanzar 4,952 yardas. Los 32 pases de touchdown de Roethlisberger empataron su marca de franquicia. En la segunda temporada del corredor Le'Veon Bell, surgió como el monstruo de todas las oportunidades que los Steelers esperaban ver en él, liderando la NFL en yardas desde la línea de golpeo (Bell enfrenta una suspensión de tres juegos al inicio de la temporada por violar la política de abuso de sustancias de la liga). El abierto Antonio Brown es un artista de las grandes jugadas. La línea ofensiva dio un paso hacia el frente y, si hay un mejor centro que Maurkice Pouncey, nadie parece conocerlo. Ese grupo formó el núcleo de la fortaleza de los Steelers.

Mientras tanto, la defensiva batalló.

Los Steelers cayeron del primer lugar en el 2012 al N° 13 al año siguiente. Por supuesto, desde la perspectiva de los Steelers, la caída pudo ser una anomalía. No lo fue: se desplomaron a N° 18 la temporada pasada. No habían estado tan abajo desde que ocuparon el lugar N° 22 en 1991. Y están a punto de rejuvenecer un poco más.

Considerando que Pittsburgh se fue 11-5 y alcanzó la postemporada, quedó claro que la ofensiva debía llevar las cargas más pesadas. Los cambios eran inevitables.

El legendario coordinador Dick LeBeau, arquitecto del disparo por zona 3-4 de Pittsburgh, se cambió a los Tennessee Titans. El icónico profundo Troy Polamalu y el destacado esquinero Ike Taylor se retiraron, continuando una tendencia de bajas en el grupo de jugadores clave. Es una historia vieja, dijo Clark.

"Ellos trataron de mantener un núcleo de muchachos juntos que eran buenos a la defensiva por mucho tiempo, y eran tan buenos, pero de alguna forma envejecieron juntos", expuso. "Algunos de los jóvenes que trajeron [...] como que siguen esperando que ellos se conviertan en jugadores buenos".

Ahora es trabajo de Keith Butler ayudarlos a desarrollarse. El ex coach de apoyadores de los Steelers esperó mucho tiempo para administrar su propio negocio. En un sentido, Butler asume el mando en el momento perfecto, con una plantilla joven y una gestión ansiosa por una aproximación fresca.

Eso no significa que Butler borrará el 3-4. Considerando el éxito que Pittsburgh ha tenido, un cambio entero de filosofía sería absurdo. Y arriesgado, también. No obstante, como cualquier otro coordinador, Butler planea imprimir su huella en el grupo. Obtener más de esas selecciones de ronda alta sería un buen lugar para empezar.

Los Steelers han reclutado jugadores defensivos durante la primera ronda de los últimos cuatro de cinco drafts, incluyendo apoyadores en los tres años más recientes. Pero los apoyadores Jarvis Jones y Ryan Shazier, primeros reclutas Steelers en el 2013 y 2014, respectivamente, deben probar primero que son regulares sobre el campo.

Aunque nadie en los Steelers es capaz de replicar lo logrado por Polamalu en sus mejores años, ¿está listo el inexperto profundo Shamarko Thomas para intentarlo? Los Steelers confían en que su primera selección Bud Dupree rinda frutos como cazamariscales. Y después de perder su puesto titular, ¿se alineará el esquinero Cortez Allen y ayudará a llenar el hueco que dejó Taylor?

¿Las buenas noticias? La ofensiva, obviamente, dijo Clark.

"Observas su ofensiva y sabes que ganarán partidos", sostuvo Clark. "Observas la combinación de un Big Ben, Brown y una línea ofensiva que se ha agrupado y ves que anotarán puntos y pelearán en mucho juegos. Pero no sé si la cultura de Pittsburgh realmente está construida para adorar ese tipo de fútbol americano".

Será interesante verlo. Pero después que los Steelers lo han hecho de una sola forma durante tanto tiempo, quizá sus aficionados deban alistarse para los Steelers Al Revés.