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A 25 años de la tragedia de Heysel

BRUSELAS -- La tragedia del estadio de Heysel, donde 39 aficionados murieron por avalanchas tras enfrentamientos entre seguidores del Liverpool y Juventus, cumplió este sábado el vigésimo quinto aniversario con un llamamiento para que este tipo de catástrofes no vuelvan a repetirse.

Una ceremonia en el estadio, actualmente denominado "Rey Balduino", recordó a las víctimas con la presencia de algunos supervivientes del desastre, representantes de asociaciones de aficionados del equipo italiano, las autoridades belgas y el presidente de la Federación Belga de Fútbol, François De Keersmaecker.

"Nunca más un drama como el de Heysel", afirmó el concejal de Deportes de Bruselas, Berin Mampaka, en una breve intervención en la ceremonia, en la que se depositaron varias coronas de flores al pie del monumento que recuerda la tragedia en el estadio.

Uno de los supervivientes, Paolo Bruno, leyó entre lágrimas los nombres de los fallecidos.

Después, Bruno manifestó ante los periodistas su deseo de que este desastre "no ocurra nunca más en un estadio de fútbol".

En la final de la Copa de Europa del 29 de mayo de 1985, el acoso de los hinchas ingleses a una tribuna llena esencialmente de aficionados italianos causó una gran avalancha y la muerte por asfixia o aplastamiento de 32 hinchas italianos -entre ellos un niño de 10 años- y otros 7 aficionados de varias nacionalidades.

Pese a esto, el partido se reanudó por decisión de la UEFA y las autoridades belgas, quienes temían que la violencia entre las dos hinchadas fuera aún más grave si se suspendía el encuentro, que terminó con una amarga victoria de la Juventus ante el Liverpool por 1-0.

Catorce hinchas del Liverpool fueron condenados a tres años de cárcel por su participación en la tragedia, a la vez que los equipos ingleses fueron excluidos de las competiciones europeas durante cinco años, seis en el caso del Liverpool.

El número insuficiente de policías, la mala inspección de la UEFA y el escaso control en la reventa de entradas fueron algunos de los errores que propiciaron que la tensión de la final de 1985 se tornara en un desenlace trágico.

También contribuyeron a caldear el ambiente los hechos violentos de la anterior final de la Copa de Europa, disputada entre la Roma y el Liverpool precisamente en la capital italiana, donde los hinchas de ambos equipos ya habían protagonizado enfrentamientos tras el partido.

A raíz de la tragedia, la UEFA y la FIFA excluyeron a los equipos ingleses de las competiciones internacionales durante cinco años.

Casi cuatro años después del drama de Heysel, en abril de 1989, se produjo otro incidente en el que se vio envuelta la afición del Liverpool, en la semifinal de la Copa Inglesa que su equipo disputó, contra el Tottenham, en Hillesborough, el estadio del Sheffield, en el que las avalanchas humanas costaron la vida de 96 personas.

Estas dos tragedias conmocionaron al mundo futbolístico y pusieron en tela de juicio la seguridad de los estadios, por lo que se adoptaron medidas como la supresión de las vallas que separan las gradas del terreno que no cuentan con sistemas de apertura automática de puertas.