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Más positivos que negativos

Lituania llegó como comodín y terminó colgándose la medalla de bronce EFE

BRISTOL -- La victoria de Estados Unidos en el Campeonato Mundial FIBA, que concluyó el domingo, tiene más repercusiones que simplemente amarrar el oro que se les había escapado desde 1994.

Esa es una de las sorpresas y decepciones que nos ha dejado el torneo, que escoge el mejor equipo de básquetbol en el mundo, aún cuando muchos miran hacia las Olimpíadas como la competencia más importante en ese deporte.

Es sorpresiva su victoria hasta un punto tomando en cuenta que el equipo fue clasificado desde antes del torneo como uno de categoría inferior por inclusive los propios conocedores estadounidenses, con falta de estatura y dudas sobre la posible cohesión. Pero si algo logró Team USA fue probar cómo una buena escuadra de jugadores con buena dirección puede llegar sumamente lejos y hacer fácil lo que muchos pensaban era difícil.

Lo que nos lleva a una decepción que la victoria borró. Fuera de la presencia y carisma de éstos jugadores elite, ¿alguien extraño al Redeem Team? Si bien antes del torneo fue decepcionante que los LeBron James, Dwyane Wade, Dwight Howard, Chris Bosh no asistieran al Mundial, Kevin Durant, Lamar Odom, Andre Iguoadala y Chauncy Billups hicieron que los aficionados se olvidaran de quiénes se decidieron tomar el verano libre.

Durant es otra de las grandes sorpresas de este Mundial. Aunque se conocía de su calidad, no por nada fue campeón anotador el pasado año, el alero del Oklahoma City Thunder enfrentaba su primer gran reto internacional y la presión de ser la cara del equipo estadounidense. Nada de eso afectó su paso por el Mundial, estableciendo entre otras una marca de anotaciones individual para su equipo que estaba en poder de Carmelo Anthony, al encestar 38 puntos ante Lituania.

De la misma manera que fue refrescante y sorpresivo ver el dominio casi total de unos menospreciados y estadounidenses (casi, porque Brasil estuvo a punto de destruir su prefección), fue sorpresivo ver a los anfitriones llegar a la final ante Team USA. Aunque ayudó de sobremanera el que fuesen equipo local, inyectados por una verdadera fanaticada hostil y favorecedora de los suyos, no hay duda que el programa de básquetbol turco ha sido exitoso.

Con miras al ya histórico Campeonato Mundial, Turquía prestó suma atención al desarrollo de sus jugadores y el compromiso de los jugadores elite a participar en casa, como lo demostró la presencia de Hedo Turkoglu y Ersan Ilyasova. Sólo una lesión previno que Mehmet Ohkur jugara, una de sus estrellas NBA, cuya ausencia no se notó ante la corrida invicta de los anfitriones.

Lituania fue otra de las grandes sorpresas. Tras fracasar malamente en Eurobasket el pasado año, fue uno de los equipos comodines del Mundial y terminó cargando medalla de bronce con marca de 8-1, siendo su único revés ante Estados Unidos en semifinales mientras derrotaba en preliminares al campeón defensor España y sacaba de la ronda de medallas a Argentina.
Lituania demostró que tiene mucho baloncesto y mucho jugador joven para sumarlos nuevamente como potencia a nivel mundial luego de varios años de altos y bajos. El equipo encabezado Linas Kleiza apenas promedia poco más de 26 años de edad, lo que promete se mantendrá relativamente intacto el núcleo camino a Londres en el 2012.

Francia fue una mediana sorpresa. Carente de estrellas como Tony Parker y Joakim Noah, los franceses se colaron en la segunda ronda con marca de 4-1, incluyendo una inesperada victoria ante Francia, siendo su único revés ante Lituania.

Turquía terminó cualquier aspiración al vencerlos en octavos de final convincentemente, devolviéndolos a la realidad.

DECEPCIONES
Fueron muchas las decepciones en este Mundial, tanto a nivel colectivo, como individuales.

Quizás la más grande, al menos para América, fue la de Puerto Rico, equipo que se esperaba estuviese entre los primeros ocho del Mundo y que terminó 18, eliminado en la primera ronda tras una sorpresiva derrota ante Costa de Marfil. Su actuación en Turquía debe colocar en posición de profundo análisis a sus directivos por variadas razones, desde su entrenador y gerente general hasta la selección de jugadores a participar en futuras competencias.

Otra gran desilusión lo fue Brasil. Luego de casi vencer a Estados Unidos, cayó ante Eslovenia para finalmente ser eliminado de competencia por Argentina. La única ausencia de los brasileros fue Nené Hilario, que se tuvo que retirar del torneo debido a una lesión en amistosos Pre Mundial. Hay que recordar que llegaron a Turquía como el equipo número 1 de América tras ganar el clasificatorio celebrado en Puerto Rico en el 2009.

Aunque dio señales de lo que se venía venir en su primer partido del Mundial, España fue otra de las grandes decepciones del campeonato. Tras dos derrotas en la ronda clasificatoria, una de ellas ante el menospreciado equipo de Francia, los españoles no pudieron revalidar el campeonato logrado en el 2006 con un equipo que careció de la presencia de Pau Gasol y, a última hora debido a lesión, de José Calderón. Se vio, además, como un equipo falto de ganas y que careció del instinto asesino que se requiere en este tipo de competencias.

Se van del Mundial con la sexta posición.

Dentro de la decepción colectiva, la actuación del base Ricky Rubio dejó mucho que desear. Rubio apenas promedio 4,4 puntos por juego y 5,1 asistencias, que aunque refleja fue sexto en ese departamento en el campeonato, y no fue figura destacada que se esperaba y que demostró en el Eurobasket 2009.

Aun cuando llegaron en quinta posición, Argentina fue una decepción en la ronda de cuartos de final. Si bien es cierto que Andrés Nocioni fue retirado a último momento por lesión, luego de terminar 4-1 en las preliminares muchos aspiraban a ver a los argentinos luchar por una medalla. Esa aspiración fue destruida por Lituania, que despedazó a los Azules en cuartos de final y los envió a la ronda de consolación.

Si bien fue medianamente decepcionante su paso por la segunda ronda, hay que destacar la labor de Luis Scola, que concluyó como líder anotador del Campeonato con 27,2 puntos. Su único mal juego fue ante Lituania, en donde fue presionado y en ocasiones marcado doble, que dejó la responsabilidad de anotación en sus compañeros.

Fuera de Carlos Delfino, nadie respondió al llamado ofensivo de los argentinos.

De Grecia y Alemania se esperaba mucho más, aunque los germanos carecían desde el principio de su estrella Dirk Nowitzki. Pero los helénicos cayeron ante Rusia y Turquía en la ronda preliminar, y fueron enviados a casa por España el primer día de muerte súbita.

Ahora nos queda mirar a los clasificatorios de aquí a un año, que al menos en América, no tendrán presente a Estados Unidos, abriendo técnicamente una plaza adicional a la región. Veremos cómo recuperan, si en algo, las potencias que esperábamos tuviesen actuación más destacada en este certamen.