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¿Será el gran pionero?

BALTIMORE -- No existe la menor duda de que Cal Ripken será
elevado al Salón de la Fama cuando los resultados se anuncien el
martes.

La gran pregunta es: ¿Será por unanimidad? Ningún pelotero ha
logrado conseguir el 100% de los votos, pero es que tampoco nadie
tuvo una carrera como la que tuvo Cal Ripken.

"Tiene la posibilidad", dice Brooks Robinson, integrante del
Salón de la Fama. "Es una posibilidad bastante difícil, pero se
puede".

A lo largo de su sensacional carrera de 21 años, de principio a
fin con los Orioles de Baltimore, Ripken acumuló credenciales
impresionantes.

Disputó 2.632 juegos consecutivos, conectó 3.184 hits, disparó
431 jonrones y ganó el premio al más valioso en dos ocasiones. Fue
también convocado para 19 partidos de estrellas.

Ahora, cinco años después de su retiro, podría añadir otra cifra
de lujo en su placa en el Salón de la Fama: el 100 en relación al
porcentaje de votos recibido para ingresar al templo de los
inmortales.

Desde que la Asociación de Redactores de Béisbol se encargó de
la tarea con una promoción inaugural que incluyó a Ty Cobb, Babe
Ruth, Walter Johnson, Christy Mathewson y Honus Wagner en 1936,
ningún pelotero ha logrado obtener el 100% del voto.

Cada año, más de 500 miembros de la asociación reciben una
papeleta con aproximadamente dos docenas de posibilidades. Apenas
un puñado de jugadores recibe votos.

"La historia nos dice que no será unánime porque nadie ha
logrado serlo. Hasta que alguien lo sea, intuyo que se mantendrá
así", dice Peter Schmuck, cronista especializado del diario The
(Baltimore) Sun y ex presidente del capítulo de la asociación en la
ciudad.

Cuesta imaginar a un candidato que no reúna los requisitos como
Ripken, un jugador considerado como un modelo para el resto.

Hijo de beisbolista, Ripken nunca pidió o quiso un día de
descanso. Con sus 1,95 metros de altura y su capacidad ofensiva,
replanteó el perfil de la posición de torpedero, previamente
asociada con diminutos jugadores que buscaban solo hacer contacto.

Hay quienes dicen que Ripken salvó al béisbol en septiembre de
1995 con su espontánea vuelta olímpica al Camden Yards tras quebrar
el récord de 2.310 juegos consecutivos de Lou Gehrig. La marcha de
Ripken a los 2.131 esa temporada sirvió para reflejar lo positivo
de un deporte sacudido un año antes por un conflicto laboral que
obligó la cancelación de la Serie Mundial.

"Conozco el criterio para ser un miembro del Salón de la Fama y
Cal cumple con todo", dice Robinson.

El que más ha estado cerca de conseguir el 100% fue Tom Seaver,
quien apareció en 425 de las 430 papeletas para obtener el 98,84%
en 1992.

Nolan Ryan está segundo con 98,79% en 1999, seguido por Ty Cobb
(98,23 en 1936). Babe Ruth es el noveno con 95,13%, lo que dice
mucho sobre las posibilidades de que Ripken sea elegido por
unanimidad. Si 11 individuos pudieron descartar a Babe Ruth de su
papeleta en 1936, no es un imposible que al menos una persona
decida ignorar a Ripken.

Seaver ganó 311 juegos, tres premios Cy Young y se retiró con
efectividad de 2.86. Números excelentes, pero no en la escala de
los 2.632 juegos de Ripken.

Ripken ha dicho reiteradamente que no le interesa la cantidad de
votos que reciba. Lo que importa es incorporarse al Salón de la
Fama.

"Lo bonito de este deporte, en mi opinión, es que se trata de
sus jugadores y sus ex jugadores", dijo en agosto pasado. "Es un
honor muy especial ser parte de ese grupo".