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De Cecco: "Se cumple el 1º aniversario de uno de los días más felices de nuestras vidas deportivas"

Así fue el festejo de la gran gesta argentina. Volleyball World

¡Hola a todos! Es un gusto reencontrarnos después de varias semanas. Muchos lo tendrán presente. Otros no tanto. Para nosotros, quienes fuimos parte de eso, el 7 de agosto se transformó en una fecha inolvidable, que llevaremos siempre en nuestra cabeza, como el día de nuestro cumpleaños o alguna celebración patria. Sucede que hoy, 7 de agosto de 2022, se cumple el primer aniversario de uno de los días más felices de nuestras vidas deportivas: el de la obtención de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio.

En el Ariake Arena faltaba exactamente un minuto para las cuatro de la tarde. Eso dice la planilla oficial. En Argentina era plena madrugada. En ese instante saltamos con Agustín Loser a bloquear el ataque del brasileño Douglas. Agustín lo encontró justo: la pelota impactó en sus manos y en el suelo.¡Habíamos conseguido la medalla de bronce! No lo podíamos creer. Yo me agarré la cabeza y él se arrodilló en el suelo. Después llegó Facu Conte y nos abrazó a los dos. A ese video y a esas fotos las deben haber visto mil veces.

Pasaron muchas cosas en este año y quiero guardarlo en mí como un recuerdo muy lindo, un escalón distinto a todo. Ojalá quedemos en la historia del deporte argentino, porque hicimos algo que apenas unos meses antes parecía prácticamente impensado.

Subirnos al podio fue cumplir un objetivo deseado durante muchísimos años. En mi caso, debuté en la Selección Argentina de mayores en 2006, por lo que pasaron 15 años hasta que pudimos conseguir algo tan grande. Habíamos tenido muchos obstáculos y muchos inconvenientes, pero siempre tratamos de ponerle lo mejor de nosotros para vestir esa camiseta que tanto orgullo nos da.

Poder coronar unos Juegos Olímpicos con una medalla es casi increíble. Es algo que muy pocos atletas de deportes colectivos consiguen. Y nosotros pudimos vivirlo. Cuando cayó esa última pelota cobró sentido todo. El convivir casi 90 días afuera. El esfuerzo que hicimos. El deseo colectivo e individual de cada uno para meter a Argentina entre los mejores equipos del mundo.

Antes de los Juegos nos había costado encontrar regularidad. Durante la VNL 2021 y en los partidos preparatorios siempre faltaba algo y teníamos muchas cosas por mejorar. Además, viajamos a Europa muy disminuidos, porque varios compañeros estaban contagiados de COVID. Es más, en los primeros juegos de la VNL sólo teníamos nueve jugadores en el plantel. Sin embargo, lo que había empezado torcido terminó de la mejor manera.

En los Juegos logramos rendir a gran nivel durante mucho tiempo. Según las estadísticas, en Tokio fuimos el mejor equipo en ataque de rotación y uno de los mejores en recepción, aunque estuvimos entre los últimos en saque. Los rendimientos individuales también fueron altos y parejos. Salvo los ingresos de Cristian Poglajen por Ezequiel Palacios y los dobles cambios de armador y opuesto para sacar ventajas en cada set, el entrenador Marcelo Méndez no se vio forzado a hacer modificaciones. Eso marca también que lo individual aportaba a lo colectivo y que todo fluía con mucha solidez.

En mi función de capitán traté de mantener unido al equipo y, como armador, busqué aprovechar a cada uno de mis compañeros. Intenté darles confianza en las distintas situaciones. Ellos fueron los artífices de ese bronce tan emocionante.

También quiero subrayar que jugamos muy bien al vóley. Fue uno de los mejores rendimientos desde que estoy en la Selección. Otro equipo que jugaba muy bien fue el de 2011, con el que nos metimos entre los cuatro mejores de la Liga Mundial e hicimos un muy buen papel en la Copa del Mundo. En ese seleccionado estuvimos varios de los que 10 años más tarde ganamos el bronce: Facu Conte, Seba Solé y Fede Pereyra. Además, jugaban Rodri Quiroga, Pablo Crer, Alexis González y Gustavo Scholtis, por ejemplo.

Hay veces que me pongo a mirar las fotos de Tokio, aunque todavía no imprimí ninguna. Tengo pendiente eso, porque quiero armar algún rincón especial en casa. Voy a poner fotos impresas, la medalla y algunos recuerdos de los Juegos, como la camiseta del último partido y el peluche que nos regalaron en la premiación. Es una réplica de la mascota oficial, pero tiene un detalle muy particular: un “chalequito” de bronce.

Apenas volví a Argentina en 2021, a la medalla casi que ni la tocaba. Tenía miedo de rayarla o que le pasara algo. Ahora la tengo casi siempre conmigo. Pasó por mi casa de Civitanova, en Italia, los departamentos que alquilé en estos meses en Buenos Aires. Y viajó de visita a la casa de mis “viejos” en Santa Fe y del resto de mi familia en Salta.

¡Pero basta de recuerdos por hoy! A un año de ese día imborrable considero que hay que aprender de lo que se hizo y mirar de ahí para adelante. No quiero anclarme en el pasado ni estar rebobinando muy seguido. Hay que tener desafíos todo el tiempo. Ahora se viene el Mundial en Eslovenia y Polonia. Ustedes podrán seguir el torneo a través de la pantalla de ESPN y Star Plus. Por supuesto, también les acercaré mi visión y mis experiencias a través de las próximas columnas que escriba aquí.

¡Nos reencontramos en pocos días!

Para más sobre Luciano De Cecco, esta es su web oficial: The Cecco 15