PARÍS (Enviado especial) -- 23:35 horas en París y la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos finalmente tuvo su cierre: el público comenzó a retirarse de a poco de las inmediaciones de la Torre Eiffel y la Plaza del Trocadero, donde se llevaron a cabo el protocolo olímpico y los espectáculos finales.
Desde un primer momento, la ciudad se notó diferente a los días anteriores. El residente de París salió a las calles a lo que invitaba a ser una fiesta histórica: el desfile de las embarcaciones de los atletas de las diferentes delegaciones por el Río Sena.
Lo que no cambió a los últimos días fue la seguridad. La policía francesa reforzó las inmediaciones del lugar, con un control aún mas estricto. Sin entrada o sin el famoso código QR, que se solicitaba con antelación y debías recibir una aceptación, no se podía acceder para observar a los deportistas.
Helicópteros, lanchas y una gran cantidad de oficiales dispersados por todo el Río Sena lograron manejar la situación y los diferentes accesos se realizaron con tranquilidad.
A las 19:30, hora de París, llegó el momento de la verdad. Las pantallas gigantes, dispersadas en puntos estratégicos, iniciaron con la transmisión, acompañadas de un nuevo integrante: la lluvia.
Como si pareciese guionado, a partir de la salida de Grecia, la primera delegación, comenzó a caer agua y cada vez fue incrementándose, hasta transformarse en un diluvio.
El público, como los tiene acostumbrado el clima tan cambiante de la ciudad, sacó sus paraguas para continuar observando el desfile de barcos. A partir de ese momento, todo fue una fiesta: saludos a los atletas, espectáculos alrededor de los diferentes puntos y momentos inolvidables para todos los presentes.
Una vez que todas las embarcaciones finalizaron los 6km de recorridos, la gente que no poseía entrada inició el regreso a sus hogares, mientras que, en la gran mayoría, el público con su ticket en las cercanías a la Torre Eiffel permaneció en su lugar para disfrutar el cierre de la inauguración.