Mateo Majdalani y Eugenia Bosco hicieron historia al conquistar la medalla de plata en Multicasco Mixto en los Juegos Olímpicos de París y en un mano a mano con SportsCenter, contaron miedos, deseos cumplidos, la maniobra clave en la Medal Race y la intimidad de la dupla argentina.
En uno de los últimos días de la cita del deporte en París, desde el yatching llegó la segunda presea para Argentina, después del oro de Maligno Torres, en BMX Freestyle.
Poco después de la regata final en Marsella, Majdalani y Bosco hablaron con Pablo Ferreira: "Me carcomía el pensamiento de estar tan cerca del podio y quizás quedarse afuera. Es un poco el miedo de todos los deportistas olímpicos", confesó el timonel y remarcó: "Ya saber que terminó es un alivio total".
Mientras que Bosco valoró: "Al final se refleja todo el trabajo que hubo detrás y le solidez y el piso para lo que venga. Hoy hay que disfrurtarlo. Es alivio, satisfacción, haber cumplido con uno mismo".
La química de la dupla arriba y fuera del barco
"Yo hablo un poquito más, tengo la tarea de mirar el viento y tomar las decisiones por dónde navegar. Euge está más enfocada en el barco y la velocidad, así que se escucha más mi voz", explicó Majdalani, aunque aclaró: "Porque tenemos distintos roles, no porque sea la voz cantante ni mucho menos".
Pero fuera de la embarcación, las cosas son diferentes. Mateo detalló: "Si no estuviese Euge, no se podría llevar a cabo, básicamente. Euge es el orden, es la memoria y la que al final está atrás, haciendo que todo suceda. Yo soy más el de las ideas disparatadas y pensar a la largo plazo. Creo que es una buena combinación".
Y Eugenia coincidió con la descripción de su compañero: "Mateo lleva todo en mente y yo, con lo que me va diciendo, trato de ir concretando".
La maniobra que valió la plata
La dupla argentina tuvo la reacción justa al regresar y hacer "un rulo", al saber que había barcos "pasados" en la Medal Race, razón por la que los ingleses John Gimson y Anna Burnet, que también eran candidatos a llevarse una medalla, fueron descalificados.
Sobre la maniobra por la que el barco argentino volvió a ponerse en carrera, Majdalani contó: "Le pregunté a Euge, no sabíamos. Nos dijeron hay barcos pasados y desde la perspectiva del barco uno no sabe si es uno o son otros. Le pregunté a Euge si pensaba que éramos nosotros, me dijo 'no lo sé'. Yo pensé, si hay tanta duda, hay que volver, no hay que pensarlo, que todavía se puede pelear la regata. Y hoy, con el diario del lunes, fue una gran decisión, así estamos re contentos con eso".
No obstante ese regreso que los favoreció, los ganadores de la plata reconocieron a sus rivales ingleses: "En el agua festejamos que los ingleses habían sido descalificados, pero es algo que no se lo deseás a nadie. No me gustaría estar en su posición. Son grandes navegantes e hicieron todo para tener una medalla y no dejan de ser grandes navegantes por lo que pasó hoy. Ahora más en frío, lo lamento, podrían haber competido en la regata", remarcó Mateo y Bosco agregó: "Somos como una familia, somos pocos en la vela, compartimos todos los eventos, no le deseás mal a nadie, pero en el agua les querés ganar a todos".
El futuro inmediato y el olímpico de Majdalani-Bosco
Ya con la medalla plateada colgada en el pecho, la dupla argentina se propone disfrutar de lo que queda de los Juegos Olímpicos y su logro.
"La idea es ir a la ceremonia de clausura y al trocadero que hay una especie de ceremonia para los medallistas y disfrutar de eso", contó Mateo, mientras que para Eugenia, "es un momento increíble y hay que tratar de vivirlo".
¿Ya piensan en Los Ángeles 2024?
"Santi Lange puso la vara muy alta, en el sentido de que se puede seguir compitiendo. Yo no me veo hasta esa edad, pero sí da para seguir un rato más", confió Majdalani sobre un nuevo ciclo olímpico.
Y Bosco se le sumó: "Mi rol es un poco más exigente físicamente y cansa más, pero todavía hay para rato".
Los veremos en Los Ángeles, entonces.