BARCELONA -- Tokio vive ya la fiebre olímpica más inaudita de la historia moderna de los Juegos y entre el riesgo de contagios y el interés por descubrir nuevos héroes reluce con luz propia Pedri González, el jugador del Barcelona llamado a liderar la selección olímpica española que el jueves debutará en el torneo enfrentándose a Egipto con la etiqueta de aspirante al podio.
Candidato al podio el combinado hispano que dirige Luis de la Fuente y aspirante a estrella destacada el joven futbolista azulgrana, que suspira con prolongar su temporada personal hasta la final del torneo que se disputará el 3 de agosto en Kashima, lo que significaría prácticamente un año entero sin descanso atendiendo a que el 12 de agosto de 2020 inició la pretemporada con el Barça, recién incorporado, mientras el entonces equipo dirigido por Quique Setién preparaba su desembarco en la fase final de la Champions que se disputaría en Portugal.
Pedri acumula a sus espaldas 66 partidos oficiales desde que el 3 de septiembre jugó con la selección sub-21 frente a Macedonia del Norte y hasta que el 6 de julio se despidiera de la Eurocopa absoluta, eliminada España por Italia en la tanda de penaltis y antes de incorporarse a la selección olímpica junto a Unai Simón, Pau Torres, Mikel Oyarzabal, Dani Olmo y Eric García, que como él estuvieron en la cita continental a las órdenes de Luis Enrique y ahora están llamados a ser la columna vertebral de un equipo con igual hambre de gloria como presión por conquistarla.
Medalla de oro en 1992 y de plata en 1920 y 2000, España regresa a los Juegos Olímpicos después de su ausencia en 2016, su fiasco en 2012 (eliminada en la primera fase) y las ausencias, también, en 2004 y 2008. Excelentes generaciones de futbolistas que no disfrutaron de un sueño olímpico que Pedri, a sus 18 años, vivirá en primera persona con la intención de mostrar todo el futbol que le ha trasladado en un año veriginoso del anonimato al estrellato.
"Solo quiero seguir jugando al futbol, que es lo que me gusta... Todo ha pasado muy rápido y de repente cuando te das cuenta estás en el Barça, juegas con la absoluta y ahora en los Juegos Olímpicos. Es una locura todo lo que me está tocando vivir”, reveló en primera persona, ya concentrado con la selección y antes de partir hacia Japón. "Es el sueño de cualquier niño"...
Un sueño que comenzó con su fichaje por el Barça, siguió con el enamoramiento de Ronald Koeman a su calidad y sacrificio y desembocó en convertir a un crío, que estaba llamado a ser cedido, en un indispensable, colega futbolístico de Lionel Messi y crack rutilante en una Liga de la que se convirtió en protagonista destacado.
EL RETO Y EL DESQUITE
Asegura Pedri que acude a los Juegos con la intención firme de seguir disfrutando del futbol y la ilusión de hacer algo grande con la selección española... Pero está claro que su figura será seguida con lupa durante el torneo y que no será uno más entre los participantes.
España está llamada, en buena lógica, a superar la fase de grupos junto a Argentina y por delante de Egipto y Australia para encontrarse en los cuartos de final con las pruebas de fuego que deberían ser un cruce ante Alemania o Brasil (las favoritas del grupo D por encima de Arabia Saudí y Costa de Marfil). No está de más recordar que Brasil y Alemania son las actuales poseedoras del oro y plata olímpicas desde los Juegos de Río en 2016...
Si se convirtió Pedri, sin pretenderlo, en una de las claves de la selección absoluta de Luis Enrique en la Eurocopa, en los Juegos Olímpicos sí está llamado a ser el líder futbolístico del combinado de Luis de la Fuente y tendrá el reto de mantener, y aumentar, su papel providencial.
Tanto como cerrar una temporada inverosímil y prolongada con un desquite mayúsculo. Campeón de Copa con el Barça concluyó su primer curso en azulgrana con el derrumbe liguero que le apartó de un título que llegó a rozar con las manos... Y en la Eurocopa fue a despedirse del sueño en unas semifinales malditas ante la después campeona Italia.
Los Juegos Olímpicos más silenciosos de la historia moderna, la cita que ocupa tanto interés por los récords, las medallas y los nuevos héroes como por la pandemia que amenaza cada día y cada rincón del torneo, llegan con un Pedri resuelto a consumar una temporada eterna con el mejor sabor.
Un reto, personal, de primer nivel.