El bahamés Steven Gardiner y el colombiano Anthony Zambrano repitieron en la final de 400 metros de los Juegos de Tokio el oro y la plata que obtuvieron hace dos años en los Mundiales de Doha, dejando un consuelo de bronce a todo un campeón olímpico y mundial, el granadense Kirani James.
Gardiner cruzó la meta con un crono de 43.85 y por el centro de la pista avanzó Zambrano para arribar segundo con 44.08, seguido de James con 44.19, mientras que los dos estadounidenses presentes en la final, Michael Cherry y Michael Norman, llegaron cuarto y quinto.
El líder mundial del año, Randolph Ross, se había quedado en las series, y el segundo de la lista era un nombre de prestigio: Kirani James, el granadense que se abrió un hueco entre la elite con su título mundial en Daegu 2011 y al año siguiente ganó la corona olímpica en Londres 2012.
Steven Gardiner y Anthony Zambrano, los héroes de Doha, habían dejado muy buenas sensaciones en las rondas de clasificación y acertaron al plasmarlas también a la carrera decisiva.
La prueba de 400 metros, en la que Estados Unidos llegó a encadenar siete títulos olímpicos consecutivos entre 1984 y 2008, había dejado de ser su territorio exclusivo tras los triunfos de Kirani James en 2012 y del sudafricano Wayde Van Niekerk en 2016.