Raúl González atesora el par de tenis con los que hace 37 años se convirtió en doble medallista olímpico, cuando entró al estadio para ganar el oro de los 50 kilómetros de caminata
Raúl González ganó dos medallas olímpicas con el mismo par de tenis que amoldó a sus pies. En Los Ángeles, hace 37 años, el atleta mexicano entró al Coliseum para ganar la caminata de los 50 kilómetros y llevarse la presea de oro; apenas unos días antes escoltaba a Ernesto Canto para obtener la plata en los 20 kilometros.
“Esos zapatos los tengo guardados, porque forman parte de mi recuerdo. Fueron los mismos en las dos competencias, desde semanas previas me adapté a ellos y no los dejé, ahora son una pieza de mi historia”, relata el andarín mexicano, doble medallista en la caminata.
Los tenis de Raúl González resistieron una caminata de 70 kilómetros, dividida en dos días. Los primeros 20 sirvieron para ganar la plata, detrás del fallecido Ernesto Canto, y los últimos 50 para salir vitoreado del Coliseum de Los Ángeles, el lugar en el que se colgó una medalla de Oro, hace 37 años.
A Raúl González le dijeron que estaba loco. El atleta mexicano le dijo a su entorno que iba a ganar medalla en la prueba de caminata de los 20 kilómetros y 50 kilómetros en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, varios se le opusieron: “Me dijeron que era imposible”, recuerda, “ya ves que no”, agrega el ganador de una medalla de Plata y Oro hace 37 años.
“Decían que estaba loco, el mismo entrenador, el profesor Jerzy Hausleber lo decía. Ya no entrené con él de 1981 a 1984, pero no estaba de acuerdo de esa decisión de mi parte, yo insistí, quería como a diera lugar estar en ambas competencias, me sentía con la confianza y sabía que eso implicaba mucho más trabajo”, cuenta Raúl González, que ganó la medalla Olímpica de Oro en caminata, un 11 de agosto de 1984.
El Comité Olímpico Mexicano y su entrenador no querían que Raúl Gónzalez compitiera en la prueba de caminata de los 20 kilómetros y en la de 50 kilómetros, en unos mismos Juegos Olímpicos, debido a los pocos días de diferencia entre una prueba y otra.
“Decían que era imposible recuperarse de la primera prueba para la segunda, más con el calor de Los Ángeles. El COM no estaba de acuerdo, pero no quedó otra opción porque gané los dos eventos selectivos, el de 20 kilómetros contra Ernesto Canto, que era campeón mundial, en el selectivo en Guadalajara. Después, a los seis o siete días ganó el selectivo de los 50 kilómetros, en la Ciudad de México, con mucha distancia de ventaja. Demostré que podía ganar las dos pruebas, con una diferencia corta de días”, platica Raúl González, actual entrenador de la representación de marcha en Tokio 2020.