Generó una caravana e hizo sonar la sirena de un diario. Paralizó a una ciudad esperando la hora de su competencia. Bajó dos marcas el mismo día. Fue tapa de los diarios. La natación uruguaya le debe un reconocimiento eterno a Ana María Norbis. Una mujer que colocó al deporte en su nivel más alto de popularidad.
Nacida en Paysandú en 1947, Ana se inició en el club Remeros bajo las órdenes técnicas de un histórico del deporte como Wilfredo Raymondo.
Desde pequeña llamó la atención por sus condiciones. A modo de ejemplo, en 1960 asombró a propios y extraños con un par de récords de niñas menores de 13 años. Dos años después se hizo conocer a nivel continental. En 1962 representó a Uruguay en la 16ª edición del Sudamericano que se desarrolló en la piscina de Vélez Sarsfield de Argentina.
El 21 de febrero Norbis marcó 1,27 en 100 m pecho y bajó su récord nacional. En la final terminó sexta adjudicándole a Uruguay sus primeros puntos en el certamen, ya que por entonces se cosechaban unidades desde la primera hasta dicha ubicación.
En 1964 Norbis subió a lo grande su segundo escalón internacional en Guayaquil en un Sudameriocano donde en la jornada inaugural estampó 1.17.1 en los 100 m mariposa y no solo quebró el récord nacional que tenía fijado en 1.22.2 sino también el del campeonato, en un hecho inédito para las damas uruguayas, según se consigna en el libro Héroes del silencio.
El 13 de marzo de 1966 fue tapa de El Diario: “Hazaña de Ana Norbis en Lima en 100 m pecho mejoró el registró continental".
Fue la primera vez para las mujeres uruguayas. Norbis marcó 1.21.3 en la serie bajando el registro de 1.23.0 de la argentina Susana Peper. Pero no fue todo, al día siguiente la sanducera le dio a Uruguay su primer título sudamericano al marcar en la final 1.21.4.
El Diario escribió que Norbis: “Le puso fin a la era de piedra de la natación uruguaya, por primera vez un competidor de nuestro país logra la hazaña de un título continental”.
El 17 de marzo Norbis bajó un nuevo récord, el de 200 m pecho quebrando la marca que la argentina Peper traía de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Cuando regresó a Uruguay se armó una caravana en su Paysandú natal para recibirla y el diario local El Telégrafo hizo sonar su sirena.
Norbis parecía no tener límites. El 17 de octubre de ese año se convirtió en la primera y única deportista uruguaya en batir un récord olímpico. Fue en los 100 m pecho donde ganó la serie 5 en 1.17.4. Por la tarde del mismo día mejoró su marca olímpica con 1.16.7 y ganó la semifinal. Impresionante.
El 22 de octubre amplió su foja histórica al meterse en otra final olímpica. Fue en los 200 m pecho al ganar la serie 5 con 2.49.4, nuevo récord sudamericano.
Ana María Norbis se transformó en una de las mujeres más exitosas del deporte uruguayo. Su nombre está grabado a fuego en la natación.