Imparables. Omnipotentes. Imbatibles. Faltan las palabras para describir el momento que atraviesan el argentino Agustín Tapia y el español Arturo Coello, que este domingo conquistaron su 13º título sobre 16 torneos disputados esta temporada tras derrotar en la final del Premier Padel de Mendoza a Martín Di Nenno y Franco Stupaczuk por 6-2 y 7-6 (6).
Como toda la semana, al catamarqueño Tapia no le pesó ni un gramo el hecho de estar jugando en su país y ante muchos amigos y familiares. Entró con la soltura de siempre y enseguida demostró que iba a dar un nuevo recital, definiendo puntos tanto con potencia como con sutileza.
Ayudado como de costumbre por la solvencia de su compañero, no tuvo reparos en jugar tiros arriesgados, más allá de los momentos del encuentro.
Sus rivales, el bonaerense Di Nenno y el chaqueño Stupaczuk comenzaron la final intentando jugar al palo y palo. Porque Martín arrancó también en el enorme nivel que mostró toda la semana y Franco, aunque menos iluminado que otras veces, se animaba a pegar el smash de potencia, incluso a riesgo de venderse (como le ocurrió en varias ocasiones).
No obstante, quedó claro enseguida que con ese planteo de juego no iba a haber equivalencias. El estado de gracia de Tapia no lo permitía.
La pareja argentino-española logró quebrar el saque de sus oponentes en el segundo juego, para ponerse rápidamente 3-0 en lo que parecía encaminarse a ser una paliza.
Para cuando Di Nenno-Stupaczuk empezaron a cambiar la estrategia, el encuentro ya estaba 5-2. No hubo tiempo para más en ese parcial, porque en el siguiente juego, Tapia y Coello generaron dos nuevos break point y concretaron el segundo para cerrar la manga.
El murmullo que por esos momentos salía de las tribunas indicaba el temor de que la final terminara demasiado rápido.
Sin embargo, cuando quienes están enfrente son los Superpibes, todo puede ocurrir.
Y ocurrió.
Porque Di Nenno-Stupaczuk salieron a quemar las naves y ya en el primer game del segundo set tuvieron tres bolas de break a favor. No las pudieron aprovechar, pero la sensación era que el partido era otro.
La paridad se apoderó de la final.
Di Nenno no sólo mantuvo el gran nivel que mostró todo el certamen. Sino que le agregó un plus y, en algunos pasajes, hasta comenzó a dominar su mano a mano ante Coello.
Con defensas insólitas y algunas sorprendentes definiciones de potencia, el hombre de Ezeiza protagonizó el resurgir de los Superpibes, que tuvieron una chance más de quiebre y salvaron cinco en contra a lo largo de la manga.
Ese estado de cosas derivó en un tie break no apto para cardíacos, en el que se dio lo que hasta media hora antes hubiese sido impensado: los Superpibes pusieron contra las cuerdas a Tapia-Coello e incluso tuvieron un set point a favor.
Dejaron pasar la chance y esta vez eso fue demasiado pecado. Dos puntos después quienes tuvieron set point y, por ende, punto de partido, fueron el catamarqueño y el de Valladolid.
Ellos no lo dejaron pasar y la final se terminó.
Un nuevo festejo, uno más, para Tapia-Coello, que no se despiertan y siguen estirando su temporada de ensueño.