La noche del viernes 2 de septiembre de 2022 quedará marcada en todos los libros de historia del deporte. En Nueva York, más precisamente en el estadio Arthur Ashe, bajo la mirada de casi 30 mil espectadores y con los ojos de sus seres más queridos mirando sus últimos golpes, Serena Williams colgó la raqueta y le dijo adiós a un deporte que engrandeció con sus logros tras 26 años de carrera.
Alja Tomljanovic, de 29 años y que aún no ha ganado trofeos WTA, fue quien puso punto y final a la ya histórica trayectoria de la menor de las hermanas Williams. Finalizado el mismo y casi como pidiendo perdón por su victoria, la australiana dijo: "Me siento mal porque yo amo a Serena tanto como ustedes. El hecho de jugar con ella en su último partido después de verla tantas veces en la cancha durante toda mi vida.....esto es irreal". Entre sus otras declaraciones, Alja dijo que Serena era "la más grande de todos los tiempos" y manifestó que "ella representa el hecho de que todos los sueños se pueden hacer realidad sin importar de donde vengas" además de remarcar que era "un ejemplo".
Ese ejemplo y esas ganas de trascender que tanto caracterizaron a la ex número uno del mundo fueron inculcadas por su padre, Richard Williams, quien fue entrenador tanto de Serena como de Venus cuando eran pequeñas. A fines de los 80 fue quien las impulsó a jugar al tenis, junto a sus otras hermanas (Yetunde, Isha y Lyndrea) con la esperanza de que puedan tener un futuro mejor. Es que la infancia de las Williams ocurrió en Compton (Los Ángeles), una ciudad que en 2006 fue catalogada como la más peligrosa de Estados Unidos.
En ese contexto, Serena (junto a Venus, claro está) se crio en las canchas públicas de tenis de su barrio y jugó allí hasta los nueve años. Tras estar entre las mejores jugadoras infanto-juveniles de California y ganar varios torneos, su familia optó por llevarlas a la academia de Rick Macci (NdR: además fue entrenador de Andy Roddick, Jennifer Capriati y María Sharapova) en West Palm Beach, Florida, para que pudieran desarrollarse mejor. Su historia allí duró solo cuatro años, que incluyeron problemas de racismo y diferencias en el entrenamiento entre Macci y Richard Williams.
Sus inicios ya son bien conocidos: debut profesional a los 14 años en la Qualy del WTA de Quebec para luego irrumpir con fuerza en 1997 en Chicago y derrotar, con solo 16 años y en el puesto 304° del ranking mundial a Mary Pierce (N°7 en ese entonces) y Mónica Seles (N°4), para luego ser derrotada por Lindsay Davenport (N°5) en cuartos de final.
El sueño del padre se estaba haciendo realidad y Serena no paraba de mostrar sus impresionantes cualidades tenísticas. Con un juego de potencia, diferente a lo que se veía en el circuito femenino por ese entonces, la menor de las hermanas Williams comenzó a escribir su propia historia en el tenis para luego extender su leyenda al deporte.
Todo ese sacrificio y esas piedras que tuvo que sortear en el camino hasta llegar a posicionarse como una de las deportistas más grandes de la historia fueron motivo para que posteriormente, jugadores y jugadoras de varias edades, orígenes, amateurs o profesionales, la tomen como ejemplo para sus distintos caminos. Recientemente, Coco Gauff, de tan solo 18 años dijo que "Serena es la razón por la que juego al tenis. Siendo el tenis un deporte predominantemente blanco, definitivamente ayudó mucho porque vi a alguien que se parecía a mí dominando el juego. Me hizo creer que yo también podía dominar".
Frances Tiafoe, otro tenista estadounidense también reflexionó en una entrevista reciente con el medio FanSided sobre la importancia de Serena y Venus en su decisión y sus sueños de ser tenista. "Establecieron un precedente tan alto. Jugando entre sí en las finales de Grand Slam y toda su historia, es... Hubo muchas situaciones identificables. Construyeron algo para hacerme sentir que es posible, y ahora estoy a la altura" expresó quien, además, ahora pudo entablar una relación de amistad con ella y Venus: "Poder llamarlas amigas es una locura".
En continuado con estos relatos, alguien que no ha sido directamente inspirado por Serena pero que ha compartido el Tour con ella a lo largo de los últimos 18 años como Rafael Nadal se atrevió a posicionarla como una de las deportistas más importantes de toda la historia: "Creo que como atleta, no solo como tenista, ha sido una de las atletas más importantes en la historia del deporte. Me siento afortunado de compartir un tour por un largo periodo de tiempo con ella. Creo que es una inspiración increíble para muchas personas en todo el mundo y creo que merece elegir lo que mejor le funcione en esta etapa de su vida. Así que le deseo todo lo mejor".
Dentro y fuera de la cancha, Serena ha sido una jugadora más que fundamental para el deporte por todas las puertas que ha abierto. En los últimos años, ha habido muchas más jugadoras y jugadores afroamericanos en el circuito comparándolo con los años 70', 80' o 90'. A nivel ATP, por ejemplo, podemos encontrar en actividad, además del mencionado Tiafoe, a Christopher Eubanks o Michael Mmoh mientras que en el WTA se pueden marcar a Sloan Stephens, Taylor Townsend, Alycia Parks, Asia Muhammad o Sachia Vickery.
Es por eso que el legado de Serena Williams no perecerá. El mismo, impulsado desde los sueños en las pequeñas canchas de Compton hasta la cima del deporte mundial, ya trascendió a la propia (ahora) ex jugadora y será la guía que muchos jóvenes y no tan jóvenes tenistas (y porqué no, cualquier persona de cualquier rubro) usarán para ir por lo que desean. Y como dijo Daniil Medvedev, actual número uno del mundo del ranking ATP: "Dentro de 100 años, seguiremos hablando de Serena Williams".