Tiene lo que en Europa no se consigue

Sudamérica podría presentar un equipo en el derby: Van Gaal cuenta con Bonano, Saviola, Riquelme (Argentina) Geovanni, Rochemback y Motta (Italia-Brasil); Vicente del Bosque tiene a Ronaldo, Roberto Carlos, Flavio Conceicao (Brasil), Cambiasso y Solari (Argentina)

BARCELONA -- Algunos con más o menos fortuna, con mayor o menor presencia en sus respectivos equipos, lo cierto es que hasta once jugadores sudamericanos, cinco argentinos y seis brasileños, se darán cita el próximo sábado con motivo del Barcelona-Real Madrid.

El equipo de Louis van Gaal cuenta con los argentinos Roberto Bonano, Javier Saviola y Juan Román Riquelme, quienes seguramente actuarán como titulares, además de los brasileños Geovanni Deiberson y Fabio Rochemback y del ítalo-brasileño Thiago Motta.

Vicente del Bosque tiene a su disposición a tres brasileños (Ronaldo, Roberto Carlos y Flavio Conceicao) y a dos argentinos (Esteban Cambiasso y Santiago Solari).

De todos ellos será Ronaldo el que acaparará el mayor interés, por su pasado barcelonista y por tratarse de un campeón del Mundo, algo de lo que también puede presumir su compatriota Roberto Carlos.

Ronaldo comprobará en primera persona la presión que supone volver al Camp Nou con la camiseta del Real Madrid, algo que ya han experimentado en primera persona y entre otros Bernd Schuster, Michael Laudrup y Luis Figo, quienes acusaron en exceso la responsabilidad y fracasaron en su regreso.

Roberto Carlos es tal vez uno de los jugadores más 'odiados' por los seguidores barcelonistas, quienes no olvidan que lesionó en un mismo partido a Miguel Angel Nadal y a su compatriota Giovanni Silva, después de dos terroríficas entradas. A partir de entonces, el zurdo de Sao Paulo ha recibido hasta impactos de objetos por parte de los aficionados locales.

El tercer brasileño del Real Madrid, Flavio Conceicao, apenas cuenta para Del Bosque. Gravemente lesionado el año pasado, el centrocampista no es ni por asomo aquel trabajador jugador que triunfó en el Deportivo de La Coruña.

La pareja de argentinos del Real Madrid está formada por dos prometedores jugadores: Esteban Cambiasso y Santiago Solari. El primero de ellos era la eterna promesa. Fichado por el cuadro madridista cuando era un juvenil de Argentinos Juniors, el bonaerense probó el filial madridista (1996-98) y después fue cedido a Independiente de Avellaneda (1998-01) y River Plate (01-02), donde acabó de curtirse definitivamente.

Cuando a Cambiasso lo llamaron a filas madridistas a principios de la presente temporada, pensó que sería como siempre. Estaría unos días en la concentración de pretemporada antes de buscar un nuevo destino, pero esta vez no fue así. Su clase y una gran visión de juego, a pesar de su corta edad (22 años), sorprendieron a los técnicos, quienes consideran que ya ha llegado la hora del gran salto.

La eclosión de Cambiasso contrasta con la indefinición sobre el futuro de Solari, lo cual influye en el rendimiento de uno de los mejores madridistas durante la pasada temporada. La llegada de Ronaldo y un acuerdo con el Inter de Milán por el cual el argentino podría ser traspasado a los interistas el próximo mes hipotecan el futuro de Solari, un jugador nacido en Rosario y que llegó en junio de 2000 procedente del Atlético de Madrid.

La nómina de argentinos es más importante que la de brasileños en el Barcelona. Van Gaal tiene en su plantel al prometedor Saviola, al ilusionante Riquelme y al sobrio arquero Bonano.

Saviola en su segundo año, no pasa por un buen momento. Empezó bien la temporada, pero después de cinco partidos sin marcar, Van Gaal decidió 'motivarlo' y lo dejó en el banco ante el Villarreal. Su vuelta al equipo titular, en La Coruña, pasó totalmente desapercibida.

Bonano, fichado a principios de la temporada pasada, es el prototipo de jugador-responsable, capaz de capear de la mejor manera el temporal y demostrar que siempre sabe estar en su sitio. Ya le pasó el año pasado, cuando Carles Rexach pensó en José Manuel Reina inicialmente y en los momentos de la verdad, Bonano volvió bajos los palos.

Este año ha pasado lo mismo. El fichaje de Robert Enke le situó como tercer arquero en la parrilla de salida, pero por unas circunstancias (la falta de madurez de Víctor Valdés) o por otras (la irregularidad de Enke), ya se ha situado como el primero de la lista.

El tercer argentino, Juan Román Riquelme, está llamado a firmar una gran etapa como barcelonista. A pesar de no ser un santo de la devoción de Van Gaal, Riquelme ha demostrado que cuando juega, el Barcelona gana muchos enteros. En realidad, con Riquelme sobre el rectángulo de juego, el Barcelona no conoce la derrota.

De los tres brasileños, sólo Thiago Motta, con pasaporte italiano, cuenta para el entrenador holandés. Geovanni Deiberson no acaba de encontrar su sitio en el segundo año como barcelonista, mientras que Fabio Rochemback ofrece lucha, sacrificio y mucha fuerza, parámetros que a Van Gaal no le bastan.

- EFE


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