Van Gaal y Del Bosque son la antítesis. El holandés expresa sus sentimientos con una vehemencia que contrasta con el fútbol científico que trata de imponer, mientras que el entrenador salmantino es el paradigma de la tranquilidad, no se exalta ni con las victorias ni con las derrotas.

Van Gaal ha popularizado una libreta en la que apunta cada detalle del juego y crea incompatibilidades entre sus "estrellas"; si juega Luis Enrique es complicado que pueda ser titular el argentino Juan Román Riquelme.

Del Bosque, sentado en el banco, mantiene el mismo rictus hierático, apenas se descompone y asegura que cualquier buen jugador tiene cabida en su equipo.

UN FUTBOL RIGIDO Y MATEMATICO
Con la vuelta de Van Gaal al Barcelona, la palabra más repetida en el Camp Nou es "sistema", porque el técnico considera que los jugadores, por muy "estrellas" que sean, deben de adaptarse a su esquema, sacrificarse por el bien común.

Por ese motivo, Rivaldo salió del Barcelona, enfrentado a un técnico que pretendía hacerle jugar en un costado, y el argentino Juan Román Riquelme, el gran fichaje de esta temporada, ha alternado la suplencia con una posición, la banda izquierda, en la que no está acostumbrado.

En un club que se acostumbró, con Johan Cruyff, a la fantasía, el mecanicismo de Van Gaal chirría, pese a que estuvo avalado por dos títulos de Liga y uno de Copa.

"Van Gaal es un estudioso del fútbol, pero yo veo el fútbol totalmente al revés de como lo ve él. Representa un modelo de técnico donde el sistema es más importante", ha declarado sobre su compatriota Johan Cruyff, el gran tótem del barcelonismo.

El actual entrenador del Barcelona no duda en culpar a los jugadores y no admite que el sistema empleado al comienzo de temporada, con tres defensas, sea demasiado arriesgado.

"El sistema no influye en los errores individuales, aunque estos sí que tienen que ver con el resultado. Nuestro objetivo, porque así nos los manda el público, es que hagamos atractivo el juego. Pero deberemos buscar un equilibrio entre el riesgo y el sistema", ha afirmado.

El técnico holandés es puro número. Considera ideal la "media inglesa" (sumar cuatro puntos cada dos partidos) y muestra sus estadísticas para justificar su rigidez.

"Mis números son muy buenos con el Barcelona, el Ajax y la Federación Holandesa. He ganado siempre más partidos de los que he perdido. La historia del Barca, con Van Gaal, es muy positiva en resultados", ha recordado.

Pese a todo, contra el Real Madrid, Van Gaal puede cambiar el sistema, como ya lo hizo el sábado pasado, frente al Deportivo de La Coruña, y alinear una defensa de cuatro jugadores, con algún marcaje individual.

En cualquier caso, los jugadores siempre entrarán en el terreno de juego con unas instrucciones concretas, sabedores de que tienen poco margen para la improvisación.

LA FANTASIA AL PODER
El Real Madrid, por el contrario, se entrega al talento de sus futbolistas y siempre da la impresión de que está a la espera de una genialidad de sus "cinco magníficos" (Roberto Carlos, Raúl, Figo, Ronaldo y Zidane).

Frente a la posición de Van Gaal, que en agosto descartó el fichaje de Ronaldo, porque no se iba a implicar en la filosofía del club, Del Bosque le dio la bienvenida sin problemas.

El técnico salmantino hizo, entonces, toda una declaración de intenciones. "Lo mejor que puede hacer el Real Madrid es rodearse de los mejores jugadores y un entrenador es mejor cuanto mejores jugadores tiene", dijo.

Del Bosque tiene bien presente su trayectoria como jugador, mientras que Van Gaal, que no destacó como futbolista, parece olvidarla.

Quizá por eso, porque en su etapa de centrocampista de calidad, también encontró la incomprensión de una parte de la hinchada y de algún técnico, Del Bosque no duda en dar el protagonismo a los jugadores.

"Los que hacen grande a un equipo son los jugadores. Si un entrenador no perjudica mucho a un equipo, ya tiene mucho ganado. Yo agradezco las palabras de los jugadores del Real Madrid, pero creo que mi compensación viene por el esfuerzo y el trabajo que están realizando, demostrando que son unos grandes profesionales", manifestó Del Bosque en febrero de 2000.

El técnico huye de los titulares, asegura que no es normal que el entrenador del Real Madrid salga más en los medios de comunicación que el presidente del Gobierno y se retira a un lado, mientras los jugadores festejan los triunfos.

"No me puedo esconder, pero estaría mucho más contento y serviría mejor a mi equipo si no tuviera que comparecer ante los medios tan frecuentemente. Por eso creo que la cautela en mis declaraciones es lo mejor", ha manifestado.