Seahawks CelebrationChristian Petersen/Getty ImagesAún sin jugadores de renombre a la ofensiva entre los receptores, Seattle sigue dominando
MIAMI -- En el pasado hemos visto como los New York Giants, los Green Bay Packers y los Pittsburgh Steelers, por nombrar un part de ejemplos recientes, entraron por la puerta de atrás a los playoffs y se terminaron coronando campeones.

En otras palabras, no es tan importante como empiezas, sino más bien como terminas.

Los Seattle Seahawks se están guardando lo mejor para el final, y son más candidatos que nunca a repetir su título.

Han ganado cinco encuentros consecutivos, y han anotado 114 puntos contra apenas 33 de sus rivales.

Los voy a dejar digerir esos números por un momento...

La defensiva está jugando en un nivel superlativo otra vez, y lo más preocupante para el resto de la liga es que son jóvenes, y los Seahawks ya han firmado a su núcleo; los más recientes fueron Cliff Avril y K.J. Wirght.

Michael Bennett, quien es pieza esencial y uno de los pocos que hace falta firmar todavía, evidentemente tiene confianza en su unidad: "Somos la mejor defensiva de la historia".

Yo no lo voy a llevar tan lejos, pero está claro que son extremadamente físicos y talentosos y que la paliza que le dieron a los Broncos en el Super Bowl pasado al menos los pone en el mapa de las mejores unidades históricas.

En cuanto a esta temporada se refiere, Seattle ha limitado a seis de sus últimos ocho rivales a 65 yardas o menos por tierra.

Pero Seattle es más candidato que nunca porque es un equipo balanceado.

El corredor Marshawn Lynch es un tractor, y aún con un virus estomacal o una lesión en la espalda, no hay prácticamente nadie que lo pueda tacklear detrás de la línea de golpeo.

A esta altura de la campaña, correr el ovoide es primordial, pero también es fundamental tener un buen general.

Seattle lo tiene en Russel Wilson.

La crítica haragana de sus detractores es decir "está muy bien acompañado". Si bien es cierto, eso no debe desestimar todo lo bueno que hace en el emparrillado.

No es un hombre de números, pero siempre parece estar en control y hace las dos o tres jugadas que cambian un partido en un abrir o cerrar de ojos.

Aunque si quieren números --cortesía de Peter King--, les puedo decir que desde que debutó Wilson en la NFL, tiene más triunfos que Brady e igual cantidad que Manning.

A la vez tiene 4078 yardas totales contra las 4077 de Brady y las 4124 de Manning.

Estilos radicalmente opuestos, pero sólo miren con quiénes lo estamos comparando en cuánto a números se refiere antes de criticarlo "porque no gusta su estilo" o "tiene un equipazo".

A veces me parece que se les olvida con quién juega Manning y Brady; también de los mejores equipos de la liga.

Ante la muy buena defensiva de los Cardinals, la ofensiva de los Seahawks rompió un récord de franquicia con 596 yardas.

Producto de ese triunfo, si derrotan a St. Louis en la última jornada, los playoffs pasarán por Seattle, que tiene el estadio más difícil para visitar en toda la liga.

Repetir el título en la NFL es de lo más difícil que hay. La última franquicia en lograrlo fueron los Patriots en 2003 y 2004, y los Cowboys representando a la NFC en 1993 y 1994.

Lejos está esto de ser un hecho, pero hoy los Seahawks parecen no tener rival si siguen jugando de esta manera.

No fue una temporada sencilla para Seattle; recibieron el mejor golpe de todos, su equipo es por lejos el más penalizado de la liga y dejaron ir a Golden Tate sólo para luego intercambiar a Percy Harvin.

Lo más increíble es que aún después de considerar estos hechos, este conjunto no tiene muchos huecos.

A principio de año me parecía difícil que Seattle pueda repetir su título, pero hoy me estaría equivocando otra vez si no dijera que son los favoritos.

Los Seahawks son el rival a vencer otra vez.

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MÉXICO -- Hace cuatro semanas, los Arizona Cardinals parecían en una posición imposible de alcanzar liderando a la NFC Oeste holgadamente. Hoy los Seattle Seahawks, sus rivales en turno, les respiran en el cuello con la posibilidad de sacarles el liderato divisional con un buen resultado en el desierto.

Aquí hay tres tramas a seguir en la visita de los campeones reinantes a Glendale, casa del Super Bowl XLIX:

Ryan Lindley
Getty ImagesLindley ha lanzado sólo un pase en su carrera de más de 20 yardas

En espera del primero. Ryan Lindley, mariscal de campo de los Cardinals para este duelo, tiene la marca de la NFL por mayor número de pases completos de por vida (181) sin que uno haya sido de anotación. En relevo de los lesionados Carson Palmer y Drew Stanton, Lindley, quien no ha había jugado en la NFL desde el 2012, tiene la misión de guiar a Arizona en el último tramo del camino hacia el título divisional. La mala noticia es que deberá hacerlo ante una defensiva de época: "The Legion of Boom". Parte de la razón por la que Seattle ha levantado tanto en semanas recientes --hasta encontrarse en posición de quitar a Arizona del liderato de la NFC Oeste-- ha sido el modo en que la defensiva como un todo, y no solamente los backs defensivos, ha recobrado la actitud que los catapultó al pasado campeonato de Super Bowl. Los Seahawks están jugando en un nivel diferente que cuando comenzaron el año, y nuevamente, ha sido la secundaria la punta de lanza para Seattle.

La localía está en juego. Arizona entra a la Semana 16 con el único boleto de postemporada que se ha repartido en la NFC, pero todavía sin saber en calidad de qué, llegarán como invitados. Un triunfo en casa esta fecha les amarrará no solamente el título de la NFC Oeste, sino también el primer lugar en la siembra y la obligación de los demás partícipes de los playoffs de tener que ir a vencer a este equipo al desierto. Desafortunadamente, las lesiones se han acumulado para los Cardinals en el peor momento posible. No solamente están sin sus dos mejores mariscales de campo, sino que tampoco cuentan con su mejor corredor, Andre Ellington. Además, han jugado sin tres de sus mejores defensivos durante la mayor parte del año: el tackle Darnell Dockett, el ala defensiva John Abraham, y el apoyador Daryl Washington, éste último suspendido por la NFL por toda la campaña. Los Cards han hecho un trabajo admirable a la hora de compensar por lesionados a lo largo de toda la temporada, pero todavía viene lo más difícil si no quieren que su estancia en playoffs sea breve.

Las 1,000, ¿a la vista? En la historia de la NFL, solamente un mariscal de campo ha conseguido correr para 1,000 yardas en una campaña: Michael Vick en el 2006 jugando para los Atlanta Falcons. Russell Wilson está colocado actualmente en el N° 15 en yardas terrestres en la NFL, con 754. Para que Wilson se convierta en el segundo pasador en la historia de la liga en superar las 1,000 yardas terrestres, necesita un promedio de 123 yardas en sus siguientes dos encuentros. En lo que va del año, Wilson ha superado las 100 yardas a ras de piso en tres ocasiones, incluyendo 122 en contra de los Washington Redskins en la Semana 5. La marca no es una prioridad para los Seahwks, pero será interesante ver si Wilson puede romper un mito más en su corta carrera --después de refutar aquello de los mariscales de campo de baja estatura y los pasadores afroamericanos--. ¿Quién dice que en la NFL de hoy en día los mariscales de campo no deben correr?

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Joe PhilbinAP Photo/Michael ConroyJoe Philbin ha mostrado incapacidad a la hora de manejar el reloj y carece de liderazgo
MIAMI -- El dueño de los Miami Dolphins, Stephen Ross, enfatizó en la temporada baja que "necesitaba ver progreso".

Y en muchas áreas, los Dolphins han mostrado cosas interesantes. Su mariscal Ryan Tannehill ha mejorado aunque lejos está de ser un producto terminado, Lamar Miller parece haberle dado la vuelta a la curva, Jarvis Landry parece ser alguien que brillará por muchos años en la NFL y el coordinador ofensivo Bill Lazor ha sido un acierto.

No obstante, dónde más importa, es decir en la columna de las victorias y las derrotas, es el Día de las Marmota para los Dolphins.

Otra vez estancados en la mediocridad.

La sensanción que queda es que este conjunto tiene talento, pero por alguna razón no puede darle la vuelta a la curva.

A la gente le gusta encontrar culpables, y en ese sentido también se puede apuntar a diversas direcciones: su mariscal no tiene precisión a lo profundo, la defensiva está sobrevalorada y lesiones importantes, aunque todos las sufren.

En mi libro, esas son puras excusas. O se gana o no se gana.

En los últimos dos partidos de la temporada pasada --necesitaban ganar uno para estar en playoffs--, los Dolphins anotaron siete puntos combinados ante los Bills y los Jets.

Esta campaña, han anotado tres touchdowns en sus tres partidos de diciembre, y sólo le ganaron a un conjunto de los Jets, que les regaló el partido con sus malos equipos especiales.

En otras palabras, este equipo de los Dolphins no tiene carácter.

Hay una carencia de líderes que es alarmante, y todo comienza con su apático entrenador Joe Philbin.

El mismo que se encargó de dejar ir a todos los jugadores vocales --Reggie Bush, Karlos Dansby, etc...--, porque él no es un alfa-macho y se hace falta uno para lidiar con otros.

Philbin prefería jugadores que digan que sí, y el resultado es que hoy no tiene líderes.

No estoy diciendo que Philbin sea un mal entrenador, simplemente aclaro que no es un líder, y a partir de allí es un efecto catarata.

Los Dolphins no piensan que pueden ganar en diciembre y se han acostumbrado al fracaso.

Para que se den una idea, Miami tiene un sólo juego de postemporada en los últimos 14 años --fueron vapuleados por Baltimore en ese partido--, y no han ganado más de ocho partidos en las últimas cinco campañas.

En los últimos cinco meses de diciembre cuando los Dolphins han estado siempre con probabilidades de clasificar a playoffs, Miami tiene un récord de 9-14.

Como verán, Philbin no es la raíz del problema, pero tampoco es el hombre indicado para solucionarlo.

A nadie le gusta empezar de cero otra vez, porque se piensa que se pierde el progreso ganado.

Despedir potencialmente a Philbin, implica incertidumbre con respecto a los coordinadores, y personalmente pienso que Lazor ha sido muy positivo para Tannehill.

Todo nuevo entrenador quiere traer a su gente y los sitemas ofensivas y defensivos probablemente cambien.

Pero Ross hoy se está haciendo la pregunta del millón: "¿Hasta dónde podemos llegar con Philbin?".

La respuesta es no lejos.

Un hombre que tiene que leer de tarjetas escritas para dar sus discursos post-partido en el vestidor no es un hombre que inspira, no es un hombre que habla con el corazón y más que nada no es un líder.

Esa es una realidad innegable: los Dolphins hoy no tienen un líder, y el resultado es que a la hora de la grande, se hacen chiquitos.

Yo estoy convencido de que este conjunto tiene el talento para estar en playoffs.

Ahora necesitan un nuevo capitán para dirigir el barco, y realmente me sorprendería si Philbin no es despedido en el "lunes negro" cuando finalice la temporada.

Acostumbrarse a perder nunca es bueno, y la mediocridad constante no es aceptable.

Aunque duela, y quizás te haga retroceder un par de casilleros en ciertos aspectos, los Dolphins están cerca.

Sea Jim Harbaugh o sea Rex Ryan, los Dolphins necesitan a un líder que los convenza de que pueden.

Públicamente los jugadores respaldan a Philbin porque saben que ellos son los que han quedado a deber en el terreno.

Pero Stephen Ross no le debe nada a Philbin y prometió darle a la fanaticada un equipo ganador.

Para que eso suceda, Philbin debe irse.

Es crudo el negocio, pero también real.

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Ben Roethlisberger, Matt RyanGregory Shamus/Getty Images; John Bazemore/AP ImagesMatt Ryan y Ben Roethlisberger dirigen dos ofensivas potentes y pelean por un lugar en playoffs
MIAMI -- Si hoy comenzara la postemporada, tanto los Pittsburgh Steelers como los Atlanta Falcons estarían clasificados.

Sin embargo, son dos franquicias que tienen mucho por mejorar si pretenden hacer ruido en enero.

En el pasado, si me hubieses dicho que la ofensiva de los Steelers estaría promediando 27.8 puntos por encuentro --sexto mejor equipo de la liga en este departamento--, te hubiese dicho que eran los mejores de la NFL.

Pero esta defensiva de Dick LeBeau está lejos de ser ni la sombra de aquellas unidades dominantes.

Perdieron a Brett Keisel por el resto de la temporada, quién había sido razón principal de una levantada, James Harrison, está entre algodones, y en la secundaria también dejan bastante que desear.

De hecho lo curioso es que los Steelers lucieron mejor cuando se lesionó Ike Taylor el domingo pasado.

En pocas palabras, estamos hablando de una defensiva poco confiable, lo cual equivale a un equipo inconsistente que cambia su cara tras semana.

Cuando aparecen en su mejor versión, pueden ganarle a cualquiera, pero para ganar en enero se necesita consistencia.

Quién sí ha sido más que consistente es La´Veon Bell, quien en las últimas tres jornadas ha lucido como el mejor corredor de la NFL.

Tiene balance, velocidad y sobre todo paciencia, que es una rareza para un corredor joven; te puede lastimar por aire y por tierra.

Antonio Brown y Ben Roethlisberger se entienden tan bien que parecen estar unidos en el tobillo y hay jóvenes receptores emergiendo como Martavis Bryant.

La ofensiva ya está donde tiene que estar, pero esto es un deporte de equipo.

Algo similar se podría decir de los Falcons, que ya están prendiendo velas por Julio Jones, quien se lesionó la cadera el pasado lunes por la noche y está en duda para este domingo.

De más está decir lo importante que sería su presencia, teniendo en cuenta que ha acabado con la liga en las últimas jornadas.

Roddy White ha batallado con lesiones y no es el mismo de antes, pero Devin Hester y Harry Douglas le aportan profundidad a la posición y el corredor Steven Jackson ha visto un pequeño renacer en su carrera esta temporada.

En otras palabras, estamos hablando de otra ofensiva poderosa, que incluso ha promedio más de 40 puntos de promedio en sus victorias.

Eso sí, su defenisva es aún más sospechosa que la de los Steelers. No hay presión, la secundaria es endeble y los apoyadores dejan mucho que desear.

Atlanta se hace mucho más fuerte en su domo, y las condiciones idealas de jugar bajo techo reconfirman el hecho de que deberíamos ver un tiroteo.

Estamos hablando de dos equipos con ofensivas poderosas y defensivas poco confiables. De dos entrenadores que deberían estar en el asiento caliente, aunque teniendo en cuenta el historial de los Steelers, no creo que Mike Tomlin se vaya a ningún lado.

Los Steelers han sido un mejor equipo que Atlanta a lo largo de esta campaña, pero dime con quién andas y te diré quién eres.

Es decir que gracias a la endeble división a la que pertenece, Atlanta hoy es líder divisional, mientras que Pittsburgh pelea por un comodín.

A fin de cuentas, es un encuentro que los encararán con gran urgencia, dado que es fundamental para sus respectivas apariciones.

En récord, dos conjuntos diametralmente opuestos (8-5 y 5-8), pero en esencia muy similares en cuanto a sus fortalezas y deficiencias.

La AFC Norte tiene un récord de 10-0-1 ante la NFC Sur, aunque eso es sin cotnar a los Steelers, que tienen un récord de 1-2 ante la peor división de la liga.

A esta altura es prácticamente imposible vaticinar qué versión de estos dos conjuntos aparecerá este domingo, aunque me siento bastante cómodo diciendo que el equipo que gane tendrá que anotar más de 30 puntos.

Tiroteo en el domo entre dos equipos que hoy pelean por playoffs, pero para ser sinceros, no son reales candidatos.

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MÉXICO -- A pesar que el choque de este jueves por la noche entre los Arizona Cardinals y los St. Louis Rams presenta al líder de la NFC Oeste contra el último lugar de la misma, los récords poco intervendrán en cómo se despliegue este duelo.

Larry Fitzgerald
AP PhotoLa defensiva del momento ante el mejor de NFC

St. Louis (6-7) persigue su primera marca ganadora en nueve temporadas y se ha construido un argumento sólido con triunfos sobre los Seattle Seahawks, los San Francisco 49ers, los Denver Broncos y dos blanqueadas consecutivas que anteceden el choque contra el club con mejor registro de la NFC. Arizona (10-3) está empatado con Green Bay en la cima de la conferencia pero está 1-2 en las últimas tres semanas, todavía en busca de mitigar las lesiones y elevar el juego de su mariscal de campo suplente, Drew Stanton.

Aquí hay tres claves que te ayudarán a disfrutar este duelo que da el banderazo a la Semana 15 de la NFL.

1. A UN PASO DE PLAYOFFS
Los Cardinals podrían volver a la postemporada tras cuatro años de ausencia si ganan este jueves y el partido entre los Dallas Cowboys y los Philadelphia Eagles no termina en empate, es decir, Arizona controla su destino. Para hacer eso, el entrenador en jefe Bruce Arians tiene que desplegar su mejor rostro ofensivo ante una unidad que ha castigado a sus rivales más recientes. No hay que confundirse, el reto ante Arizona es uno mayor al que vieron los Rams en la Semana 13 y 14, toda vez que blanquearon a dos equipos que se combinan para cuatro victorias en el año, mientras que los Cardinals vienen de rescatar una victoria crucial ante los Kansas City Chiefs.

2. HISTORIAL FAVORABLE PARA STANTON
Aunque estamos viendo a dos equipos distintos en comparación al primer choque entre ambos esta campaña, el recuerdo más reciente que tiene Stanton con los Rams acechándolo derivó en un resultado favorable para Arizona. En la Semana 10, posterior a una lesión que marginó a Carson Palmer cuando quedaban 11:28 por jugar, Stanton ingresó y remontó la desventaja de 14-10 gracias a un pase de 48 yardas en dirección a John Brown, lo que abrió la puerta a la motivación y crecimiento defensivo para los Cardinals, que anotaron dos veces por la vía del robo de balón para ganar 31-14. Cinco fechas más tarde, los Rams ya integran el Top 10 de la NFL en capturas al mariscal de campo, y después de ese choque, Stanton ha lanzado cuatro touchdowns por cuatro intercepciones, y está 2-2 al frente de los Cards.

3. LA DEFENSIVA DEL MOMENTO
Sólo para aclarar, es cierto que los Rams vienen de blanquear a dos rivales débiles (Raiders y Redskins), pero no podemos olvidar cuál fue el club que sucumbió ante St. Louis antes que ese par: los Denver Broncos. El despertar defensivo de St. Louis se viene gestando desde hace varias semanas y quizá no sea mucho decir que los Raiders y los Redskins no tuvieron una sola jugada en zona roja de los Rams, pero la unidad comandada por el coordinador Gregg Williams previno a los Broncos de Peyton Manning de siquiera pisar su propia yarda 20. St. Louis demostró que puede jugar contra cualquiera y un récord de 10 victorias, ante un viejo conocido, sólo encenderá la motivación de un equipo que ya no puede perder si quiere romper su extensa mala racha de terminar los años en .500 o debajo.

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El panorama va tomando claridad

FECHA
08/12
2014
por Sebastián Martínez Christensen
Joe FlaccoAP Photo/Wilfredo LeeJoe Flacco y los Ravens ya han probado que saben ganar en postemporada y son un rival a respetar
MIAMI -- La NFL por naturaleza es una liga impredecible, y siempre existirán los equipos que semana tras semana nos hacen rascarnos la cabeza.

Si necesitan ejemplos en esta temporada, podemos apuntar a los Pittsburgh Steelers o a los Cincinnati Bengals del 2014, que son conjuntos que ni sus propios fanáticos entienden.

Son equipos que muestran una cara fantástica una semana, sólo para decepcionarte a la jornada siguiente.

La NFL ha tenido un año complicado, y ha estado bajo el ojo de la tormenta por casos de violencia doméstica, abuso infantil y excesivo pdoer de su comisionado Roger Goddell.

Pero lo que no se puede negar, es que hacen un trabajo fantástico trabajo con la paridad en su liga, y los calendarios cierran de manera fenomenal ahora que vemos duelos divisionales sobre el final de campaña.

No obstante, a pesar de la impredecibilidad de la liga y de que falta todavía la parte más jugosa de la campaña, creo que hay tres conjuntos que pusieron un pie en postemporada esta semana.

La matemática dirá que miento, pero el sentido común estará a mi favor.

Vamos por partes como diría Jack El Destripador.

BALTIMORE RAVENS
En mis ojos, éste era el duelo que los Ravens debían ganar para que el sueño de playoffs sea más palpable.

No sólo porque era en condición de visitante, sino porque además era ante un rival directo en la potencial carrera por el comodín.

Ahora con la derrota de los Bengals, incluso la corona divisional es una posibilidad para los Ravens, que tienen un calendario benévolo de aquí al final: como local frente a Jacksonville, en Houston y en casa ante Cleveland.

Con dos triunfos debería ser suficiente para que Baltimore esté en postemporada, y los Ravens son un rival que nadie querrá enfrentar en potenciales playoffs.

Son físicos, tienen a un mariscal que ya ha probado saber ganar en esta instancia y recuperarán a Haloti Ngata para ese entonces.

DETROIT LIONS
Los Lions están volando bajo el radar, pero siguen ganando.

La diferencia que hace un entrenador de bajo perfil que no necesita acaparar todos los titulares; más disciplina, más victorias.

Su calendario también es benévolo, considerando que reciben a Minnesota, y luego visitan a Chicago y Green Bay.

Ya derrotaron a los Packers esta temporada, pero ganar en Lambeau es una utopía, por lo cual la división es un sueño lejano.

Aunque con dos triunfos, llegarán a 11 y serán número puesto en playoffs. Chicago y Minnesota son duelos divisionales, pero Detroit es superior a ellos en este momento.

Sobre todo teniendo en cuenta que Calvin Johnson está nuevamente saludable, que ha regresado Reggie Bush y que Nick Fairley todavía sueña con regresar esta campaña.

La ofensiva ha decepcionado pero tiene talento, y la defensiva es de verdad. Detroit no será sencillo para nadie.

ARIZONA CARDINALS
A diferencia de los dos equipos anteriormente mencionados, los Cardinals tienen un calendario difícil.

Visitan a unos Rams que están al rojo vivo, reciben a Seattle --ante quienes creo perderán la división-- y viajan a San Francisco para terminar la campaña.

Son un hospital caminante y ahora se enteraron que perdieron a su corredor Andre Ellington por el resto de la temporada.

Sin Carson Palmer, honestamente se me hace difícil pensar en que puedan avanzar una ronda en postemporada más allá de lo bien entrenados que están por Bruce Arians; sobre todo si deben jugar fuera de casa.

Pero llegar a los playoffs es otro asunto.

Ya tienen 10 triunfos, y aún perdiendo los últimos tres partidos podrían clasificar.

Piensen que ya han derrotado a Detroit, Dallas y Philadelphia, todos potenciales rivales directos en la lucha por el comodín.

En otras palabras, los Ravens, Lions y Cardinals no están oficialmente clasificados a la postemporada, pero a mi juicio dieron pasos agigantados esta semana, y realmente me sorprendería si se quedan fuera de los playoffs.

Eso es lo que me dice el sentido común.

Aunque pensándolo bien, la lógica y la NFL no van de la mano.

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Andre EllingtonBrett Davis/USA TODAY SportsSi Andre Ellington no está disponible, los Cardinals la tendrán cuesta arriba ante Kansas City
MIAMI -- Nunca es una buena señal cuando un equipo busca evitar en la historia.

Ese es el caso de los Arizona Cardinals, que buscan no convertirse en el primer equipo en la historia en comenzar 9-1 y quedarse fuera de playoffs.

Las lesiones son parte del juego y en la NFL no debería haber excusas.

El lema que siempre se utiliza es "Next man up", pero estoy dispuesto a hacer una excepción por estos Cardinals.

No es que sufrieron lesiones, es que perdieron a probablemente sus cinco mejores jugadores por lesión: Darnell Dockett, Darryl Washington, Carson Palmer, Calais Campbell , Andre Ellington y Larry Fitzgerald.

Estos últimos dos están en duda para el encuentro de este domingo ante los Chiefs, pero ciertamente es increíble que un equipo con tantas bajas importantes tenga nueve triunfos a esta altura de la temporada.

El sentido común nos dice que cuando pierdes a tu mariscal titular, lo ideal es correr más el ovoide, pero los rivales los están esperando en la caja, y los Cardinals no han sido efectivos por esa vía.

De hecho están promediando apenas 3.1 yardas por acarreo, que es el menor promedio en la liga.

Habiendo dicho eso, está claro que no es lo mismo con Drew Stanton detrás de centro.

Antes de su lesión, Carson Palmer estaba teniendo su mejor temporada desde sus días en Cincinnati, y Stanton es un buen reserva pero lejos está de ser un titular confiable.

Stanton es un "pistolero" al cual le gusta intentar pases a lo profundo constantemente, pero esa no es una fórmula para tener éxito.

Sobre todo cuando Stanton ha probado ser impreciso en sus envíos, y algunos de sus receptores abiertos no lo han ayudado a enmascarar sus errores.

De más está decir que estos Cardinals necesitan a Fitzgerald.

El rival de turno, los Chiefs, han tenido problemas recientemente para detener el ataque terrestre, y si tienen alguna duda sólo hace falta recordar la noche de jueves que tuvo Latavius Murray ante ellos cuando los Raiders los sorprendieron.

El problema es que sin Ellington --duda hasta último momento--, la profundidad en la posición no es la idónea.

Por esa razón firmaron a Michael Bush, aunque acaba de llegar y quizás no esté listo para tener un impacto inmediato.

En un momento dado, esta ofensiva de los Cardinals estuvo 10 cuartos sin anotar un touchdown, y definitivamente deben despertar este domingo si pretenden derrotar en casa a los Chiefs.

Los rivales restantes en el itinerario de Arizona son Kansas City, en St. Louis, Seattle y en San Francisco.

Nada sencillo, pero yo frenaría las rotativas en cuanto a debacle histórica se refiere.

Estos Cardinals han derrotado a Detroit, Dallas y Philadelphia en temporada, por lo cual en caso de pelear por un comodín tendrían ventaja de desempate.

En otras palabras, con un triunfo más podría ser suficiente aunque necesitan ganar dos si quieren estar clasificados con seguridad.

Los Cardinals son un equipo muy bien entrenado por Bruce Arians, y ya de por sí han superado las expectativas y hecho un gran trabajo pese al hospital.

Claro está que no los veo como potenciales candidatos al Super Bowl con Srew Stanton, por lo cual creo que jugar en su casa en febrero es una utopía.

Sin embargo no creo que haya debacle histórica.

Los Cardinals están en la puerta de la postemporada, y les alcanzará para al menos abrir la puerta.

Ningún equipo en la historia comenzó 9-1 y se quedó afuera de playoffs.

Arizona no será el primero.

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¿Llegó el momento de Johnny Football?

FECHA
01/12
2014
por Sebastián Martínez Christensen
MIAMI -- No es habitual pensar en un cambio de mariscal en una franquicia que tiene un regisro de 7-5 y no ha sido relevante desde que tengo uso de razón.

Sin embargo, eso es exactamente lo que necesitan los Browns: un golpe de timón.

En líneas generales, Brian Hoyer ha hecho un trabajo aceptable detrás de centro en Cleveland.

Decente, no obstante, no es el adjetivo que uno busca para describir la labor de su mariscal.

Y siendo sinceros, en las últimas cuatro semanas, el nivel de Hoyer ha sido lisa y llanamente malo. En esos encuentros, ha completado el 53 por ciento de sus pases con un touchdown y seis intercepciones.

E incluso más allá de los números, ha tomado decisiones extremadamente tontas en momentos cúlmines que le hacen a uno rascarse la cabeza.

La razón por la cual no ha estado más en el ojo de la tormenta es porque Cleveland siguió ganando, y los Browns son relevantes este año.

Pero conformar no es la solución ni para Cleveland ni para ningún equipo. Apuntar a la gloria deportiva debería ser el objetivo.

Hoyer es un mariscal aceptable, que tiene un techo. Esa es la razón por la cual está con su tercer equipo en seis años y recién el año le dieron la oportunidad como titular.

11 touchdowns y 10 intercepciones --los números de Hoyer este año-- podrían ser suficientes para playoffs si la defensiva juega en un nivel superlativo en el sprint final de temporada.

Aunque en la NFL de hoy, esa no es la ecuación que te lleva al éxito.

Los Browns deben ganar tres de los últimos cuatro (Indianapolis, Cincinnati, Carolina y Baltimore) y Mike Pettine sabe que se están desinflando.

Necesitan un empujón, una chispa que se encienda nuevamente en la franquicia.

Eso es precisamente lo que les dio Johnny Manziel cuando reemplazó a Hoyer este domingo.

Tengan en cuenta que las anteriores siete series antes de ser reemplazado, la ofensiva de los Browns totalizó 14 yardas con Hoyer.

En su primera serie, Manziel ldieró una serie de touchdown de 80 yardas ante una defensiva de elite como la de Buffalo.

Su capacidad para lastimarte con las piernas le agrega otra dimensión a esta ofensiva, y como si fuera poco Hoyer y Josh Gordon no parecen estar en la misma página.

En total fueron 13 los snaps de Manziel, quien alternó buenas con malas, aunque eso era esperable. Y si algo, superó mis expectativas ante los Bills.

Imposible saber cuál es el techo de Manziel, pero se que es más alto que el de Hoyer y es momento de descubrir hasta donde llega.

Más allá de que los Bengals están en el asiento de conductor, nadie en la AFC Norte es dominante en este momento y los Browns saben que tienen una posibilidad.

Hoyer se mostró sorprendido por ser reemplazado y afirmó que "este aún es su equipo".

La realidad es que el miércoles el entrenador en jefe Mike Pettine dará a conocer el titular.

Si él y los fans pretenden ver a los Browns es postemporada, Manziel es su mejor opción.

Al menos con él existe el elemento de impredicibilidad.

Con Hoyer el equipo se está hundiendo y ya sabes lo que tienes; en mis ojos no es más que un buen mariscal reserva.

Llegó el momento de Johnny Football, momento de ver de qué estás hecho Manziel.

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A descubrir quiénes son estos Broncos

FECHA
28/11
2014
por Sebastián Martínez Christensen
Denver BroncosChris Humphreys/USA TODAY SportsNo se puede negar el talento de los Broncos, pero deben dar muestra de personalidad fuera de casa
MIAMI -- Se suponía que este sería el partido que definiría la hegemonía divisional para el sprint final de temporada regular.

Sin embargo la sorpresiva derrota de los Chiefs ante los Raiders le ha quitado no brillo, pero sí algo de relevancia al encuentro entre Kansas City y Denver.

La razón de ser que aún ganando los Chiefs e igualando la marca de los Broncos, seguirían estando un paso por detrás de la tropa liderada por Peyton Manning debido a un récord divisional inferior.

Habiendo dicho eso, no se puede negar que este partido nos podría resolver algunas dudas acerca del futuro.

Los Broncos vencieron a un buen equipo de los Dolphins la semana pasada en su casa, y en ese partido se enfocaron en establecer el ataque terrestre, algo que no habían hecho en sus dos derrotas anteriores.

Dudo que Denver, con C.J. Anderson, pueda tener el mismo éxito por esta vía ante los Chiefs, pero no deja de ser imperativo que sean un ataque balanceado.

De lo contrario, Justin Houston y Tamba Hali se harán un festival con Manning, y por esa razón será imperativo para Denver correr el ovoide aún cuando no tengan éxito.

La defensiva de los Chiefs ha tenido una gran temporada, a excepción de aquel juego ante los Raiders, aunque yo sigo pensando que entraron confiados.

Ellos deben brillar, porque de lo contrario sabemos que Alex Smith y Kansas City no tendrán posibilidades en un eventual tiroteo de puntos.

La principal, y casi que única arma de ataque de los Chiefs, es su corredor Jamaal Charles.

Tiene tanto talento que a pesar de que todo el mundo sabe que es a él que deben detenerlo, pocos pueden hacerlo.

Los Broncos han hecho un buen trabajo a la defensiva por esta vía, y realmente creo que veremos "cajas pesadas" con ocho hombres constántemente, retando a Smith a ganarles por aire.

Es por esa razón que este es un buen pareo para Denver.

No obstante hay un obstáculo que todavía los Broncos deben probar que pueden superar: ganar de visitante.

Denver sigue invicto y ha sido dominante en su estadio, pero lejos de su altura, otra ha sido la historia.

Arrowhead es uno de los estadios más difíciles para jugar y los Chiefs propondrán una batalla física (todavía tengo en mi mente cómo le ganaron a su juego a los Seahawks en esta misma sede).

Y es por esto que este encuentro nos dirá mucho acerca del futuro.

La localía en la postemporada todavía está en juego para los Broncos, pero ya no están en el asiento del conductor, debido a que los Patriots están un paso por encima de Denver.

Gran mayoría de las críticas hacia Manning hablan de su incapacidad para ganar en el frío, pero en Denver hay gélidas temperaturas.

Por eso más que nada yo quiero ver si estos Broncos pueden ganarle a un buen equipo de visitante, algo que probablemente deberán hacer en los playoffs si pretenden llegar otra vez al Super Bowl, y a la vez si físicamente están a la altura.

Denver es un equipo con mucho talento, pero debe probar que no se achica ante un estilo "en tu cara" como lo hicieron en el Super Bowl pasado y ante los Seahawks y los Rams este año.

¿Estarán a la altura?

Pase lo que pase, Denver seguirá estando en la cima de su división por ahora, aunque el panorama futuro se aclarará mucho después de este domingo.

Yo sigo confiando en los Broncos, pero siempre hay que recordar que el talento no lo es todo en la NFL.

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Mike Smith está de salida en Atlanta

FECHA
24/11
2014
por Sebastián Martínez Christensen
Mike SmithKevin C. Cox/Getty ImagesMike Smith msotró una vez más su incapacidad para manejar el reloj en el final de los partidos
MIAMI -- Entiendo que tomar decisiones en un momento de mucha tensión no es sencillo.

Aunque pensándolo bien, para eso te pagan millones de dólares Mike Smith.

Constántemente me rasco la cabeza por la ineptitud de algunos equipos a la hora de manejar el reloj.

Pero la decisión del entrenador de los Falcons de esta semana tiene que ser la peor que recuerdo en mucho tiempo.

De hecho, yo diría que más bien fue un concierto de errores y una lección de cómo NO manejar el reloj por parte de ambos entrenadores, porque Mike Pettine también cometió sus errores. La única diferencia es que Smith terminó siendo el actor protagónico.

El primer error lo cometió Pettine cuando los Falcons estaban ya en la yarda 40 de los Browns, buscando patear el gol de campo que los ponga al frente.

El entrenador de los Browns no pidió tiempos muertos, esencialmente quitándole la oportunidad a su equipo de responder, y simplemente apostando a que Matt Bryant fallara su patada o su defensiva impida que los Falcons obstengan cinco yardas más en tres jugadas.

¿Por qué limitar tus opciones?

Tranquilos que esta película de terror recién comienza.

Ya en la yarda 36, desde donde el pateador de los Falcons tendría un intento de gol de campo de 53 yardas, Mike Smith optó por no aprovechar el obsequio de los Browns.

¿Qué hizo?

Insólitamente en lugar de dejar que el tiempo siga bajando para impedir una potencial respuesta de su rival, decidió pedir un tiempo muerto en segundo intento.

"Quería obtener el primer intento", declaró Smith luego del partido. "Esa era mi mentalidad".

Al señor Smith yo le preguntaría: ¿Qué te impide hacerlo mientras el reloj sigue corriendo, si hay tiempo de sobra y tienes tiempos muertos para quemar con menos tiempo en caso de ser absolutamente necesario?

Después de parar el reloj --necesitaba dos yardas para el primer intento--, lanzó un pase a lo profundo que terminó siendo incompleto, y volvió a parar el reloj. Pero más que nada jugó a anotar un touchdown, en lugar de jugar para que el gol de campo sea más manejable con una jugada de más alta probabilidad con menos de un minuto por jugar.

El reloj se volvió a frenar, y salió Bryant al terreno.

El pateador de los Falcons acertó su gol de campo con facilidad, porque en su domo ha probado tener buena eficacia a distancia; de hecho tiene un gol de campo de 62 yardas.

Por esa razón, es aún más inentendible que Smith no haya confiado en su pateador --podía tratar de avanzar par de yardas más de todas maneras-- y haya pedido ese tiempo muerto.

El resultado fue que le dejaron 44 segundos a los Browns, y luego el colador que es la defensiva de los Falcons permitió que Cleveland moviera el ovoide hasta patear el gol de campo ganador.

En esencia, Mike Smith le perdió otro partido más a los Falcons, que tienen récord de 4-0 en su débil división y 0-7 ante todos los otros rivales.

No es la primera vez que esto sucede, y creo que el asiento del entrenador en jefe de Atlanta está en un asiento hirviendo.

Los Falcons han perdido 20 de sus últimos 28 partidos, y si Atlanta no clasifica a playoffs, su entrenador será despedido.

Nadie puede sobrevivir una decisión --una de muchas-- tan tonta.

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