MÉXICO -- Los Dallas Cowboys se encuentran enfrascados en una dura pelea por el título divisional de la NFC Este contra los Philadelphia Eagles, ambos clubes empatados con registro de 7-3. Este domingo por la noche, les toca visitar a otro rival divisional, uno que prácticamente está fuera de contienda, pero uno al que le encantaría meterle el pie a sus rivales siempre que les sea posible.

Aquí hay tres puntos a seguir de la visita de los Cowboys a los New York Giants de domingo por la noche.

Tony Romo
USA TODAY SportsRomo disfrutó una semana de descanso

A cuidarse la espalda. Tony Romo mostró buena movilidad y delató poco dolor en el último partido de Dallas, contra los Jacksonville Jaguars en Londres, hace dos semanas. La jornada libre sin duda debió haber ayudado para sanar, o al menos acostumbrarse, a la incomodidad de jugar con dos pequeñas fracturas en la espalda. Sin embargo, un nuevo golpe puede significar el final de la temporada para Romo, y por consiguiente, el final de las aspiraciones de postemporada para los Cowboys. Después de todo, ya vimos lo que puede ofrecer --o no puede ofrecer-- Brandon Weeden al frente de esta ofensiva. La protección de pase será fundamental en la estrategia ofensiva de los Cowboys, pero quizás antes que eso, sería recomendable proteger a Romo empleando el pase lo menos posible, y descansando en el juego terrestre de DeMarco Murray.

Piernas frescas. Después de perderse seis semanas por una lesión de rodilla, Jennings volvió a la acción la fecha pasada para los Giants, acumulando 59 yardas en 18 acarreos. Todavía no se encuentra al 100 por ciento, pero su presencia debe ayudar en una rotación de corredores que se muestra peligrosamente delgada, después de mandar a Peyton Hillis a la lista de reservas lesionados por problemas de conmoción. El novato Andre Williams no lo hizo tan mal durante la ausencia de Jennings, pero está claro que detrás de esa línea ofensiva, no está listo para cargar con el peso completo del ataque terrestre. Jennings es más versátil y a través de pases pantalla y otras jugadas de pase, puede darle un impulso a esta ofensiva desde el backfield. Desde luego, el auxilio de los corredores será fundamental para impedir que caiga toda la presión de la ofensiva en un Eli Manning que viene de lanzar cinco intercepciones, en una de sus peores actuaciones como profesional.

El camino a las 2,000. DeMarco Murray recuperó su paso de al menos 100 yardas terrestres por juego en contra de los Jaguars durante el paseo europeo, después de acumular apenas 79 contra los Arizona Cardinals durante la derrota de la Semana 8. Murray acumula al momento 1,233 yardas por tierra, 112 yardas más de las que registró el año pasado, su primera campaña de al menos 1,000 y su primera campaña de Pro Bowl. Si Murray mantiene su ritmo actual acabará la temporada con 1,973 yardas. Murray ya impuso una importante marca de la liga, al comenzar la campaña con ocho partidos consecutivos de al menos 100 yardas terrestres, y le saca 282 yardas a Le'Veon Bell de los Pittsburgh Steelers, su más cercano perseguidor. Sin embargo, tendrá que subirle un poquito a su producción si ha de convertirse en el octavo miembro del Club de las 2,000 yardas terrestres en la historia de la NFL.

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Jalen RamseyAP PhotoJalen Ramsey le puso punto final a la remontada de los Seminoles con una intercepción crítica.

MÉXICO -- Florida State no se desvió del libreto.

Como ocurrió en contra de Clemson, North Carolina State, Notre Dame y Louisville, FSU debió sufrir hasta el final para rescatar una victoria que parecía imposible.

Miami se puso arriba rápidamente con dos pases de anotación del freshman Brad Kaaya, y un touchdown terrestre de Duke Johnson, para tomar una ventaja de 23-7 sobre los Seminoles en el segundo periodo. Casi todo lo que intentaban los Hurricanes funcionaba. Casi.

En una segunda mitad dominada prácticamente de principio a fin por Miami, el marcador parecía distar de lo que acontecía sobre el campo, con solamente 16 puntos de diferencia. Un punto extra bloqueado y un gol de campo fallado contribuyeron a ese déficit entre lo que parecían merecer los Hurricanes y lo que tenían, pero lo cierto es que la ventaja se antojaba mayor a 20 puntos, también.

Después, ocurrió lo que ha ocurrido a lo largo de una temporada que parece ya no guardar mucha sorpresa para los aficionados de Florida State. Ocurrió lo que tenía que ocurrir. Los Seminoles empezaron a caminar en la segunda mitad, con ayuda sin duda de la suerte, pero también explotando ese talento que los mantiene como uno de dos equipos invictos entre 128 programas de la División FBS (antes División IA) pero único sin derrota entre los programas de las cinco conferencias grandes.

Un pase desviado de Jameis Winston, que terminó providencialmente en manos de Karlos Williams para touchdown en el tercer periodo, es evidencia perfecta de que la suerte no abandonó al campeón cuando más la necesitó. Pero los tres goles de campo de Roberto Aguayo --incluido uno de 53 yardas--, los dos touchdowns terrestres de Dalvin Cook, o la intercepción de Jalen Ramsey que le puso cerrojo al resultado, son prueba fehaciente de que los Seminoles cuentan con talento suficiente para ganarle a cualquiera que se le ponga enfrente, como ha sucedido en los últimos 26 partidos.

La lección para los rivales es clara, pero no es novedosa en este 2014. Y se seguirá repitiendo hasta que alguien la aprenda.

Para derrotar a Florida State, no basta con una primera mitad de juego, ni siquiera tres cuartos. Hay que jugar un partido perfecto --o lo más cercano posible--, para no irse al vestidor con esa sensación de fracaso tras acariciar el éxito.

Ya lo hemos escrito antes: al campeón hay que noquearlo para vencerlo. Miami, como los equipos que pasaron antes que ellos, tuvo a los Seminoles contra las cuerdas, con las piernas tambaleantes. Faltó el nocaut.

Por ahora el libreto se mantiene sin cambios. El villano de la temporada del 2014 en la NCAA se sigue adueñando de la película.

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Rafael Zamorano, NCAA

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MÉXICO -- La Semana 11 de la NFL todavía nos tiene reservados cuatro duelos entre equipos con marca ganadora, después de la visita de los Buffalo Bills a los Miami Dolphins para abrir la fecha en jueves, con tres de esos partidos restantes protagonizados por equipos del Top-10 de nuestros Power Rankings.

Sin embargo, de todos los partidos de una jornada que pinta para ser estelar, parece que ninguno llama más la atención que el compromiso entre los New England Patriots y los Indianapolis Colts. Aquí hay cinco motivos para no perderse un duelo de la AFC en el que podría estar en juego la localía en playoffs:

Andrew Luck
Getty ImagesLuck lidera a la liga en yardas por pase

Brazo a brazo. Los mariscales de campo se roban los reflectores en esta partido. Andrew Luck lidera a la liga en intentos de pase (393) y yardas aéreas (3,085), lo que delata una desviación importante en la filosofía ofensiva del coordinador Pep Hamilton, un entrenador que tradicionalmente ha preferido correr el balón más de lo que lanza. Por otro lado, ninguno de los mariscales de campo que ha iniciado todos los partidos para su equipo, ha lanzado menos intercepciones que las tres de Tom Brady (empatado con Aaron Rodgers). No obstante, ambos mariscales de campo entran al partido con una racha negativa frente a su rival en turno. Luck acumula siete intercepciones (el único punto flaco de su juego, en este momento) en sus únicas dos apariciones en contra de los Patriots: tres en la temporada regular del 2012 y cuatro en la pasada postemporada. Por su parte, Brady ha disputado dos partidos en Lucas Oil Stadium (escenario del compromiso de este domingo), y en ambas instancias se llevó la derrota: una vez en la temporada regular del 2009, y la otra en el Super Bowl XLVI, contra los New York Giants. El pasador más exitoso de su generación se medirá ante el que apunta como el más talentoso de la siguiente camada en un encuentro imperdible.

¿El down del dinero? A menudo, se afirma que el down más importante en el fútbol americano es la tercera oportunidad. La defensiva de los Colts es la mejor en la NFL en esta instancia, permitiendo a sus rivales convertir en tercera oportunidad en solamente el 30 por ciento de las ocasiones. La ofensiva de los Patriots, por su lado, convierte en cerca del 55 por ciento de sus intentos de tercera oportunidad, cuando la distancia por recorrer es de 5 yardas o menos. Sin embargo, ese porcentaje se reduce drásticamente a casi la mitad cuando la distancia es de 6 yardas o más. New England no es el equipo de jugadas largas que alguna vez fue, por lo que será fundamental mantenerse en terceros intentos con distancias cortas para darle continuidad a sus avances.

Hay de backfields a backfields. Trent Richardson no ha sido, ni cerca, lo que esperaban los Colts cuando cedieron una selección de primera ronda a los Cleveland Browns por sus servicios. Sin embargo, me cuesta trabajo pensar en un jugador que corra con mayor intensidad que Ahmad Bradshaw, un tipo que parece estar poseído cada vez que tiene el ovoide en las manos. Al otro lado, los Patriots no tienen a ningún jugador de la calidad de Bradshaw, por más que el equipo haya encontrado formas de hacer que Shane Vereen sea productivo, sobre todo en el juego aéreo. Jonas Gray, firmado hace apenas algunas semanas, ha recibido mayores oportunidades que Brandon Bolden, lo que no habla muy bien del estado del backfield en New England. La ventaja para Indianapolis es clara en este departamento.

Tiempo adicional de preparación. Bill Belichick se ha forjado una reputación como uno de los entrenadores que mejor prepara a su escuadra para jugar semana a semana, confeccionado planes de juego muy específicos para cada rival en turno. Esa preparación suele ser más detallada después de las jornadas de descanso, gracias al tiempo adicional del que se dispone. En las 14 temporadas anteriores en que Belichick ha dirigido a los Patriots, acumula marca de 10-4 en los partidos inmediatamente posteriores a la semana de descanso, con una derrota de 24-20 ante los Carolina Panthers en la Semana 11 del 2013 como el antecedente más reciente. Indianapolis presenta un reto de alto nivel para Belichick. Los Colts poseen una ofensiva explosiva que brinda a Luck un buen número de armas ofensivas: Bradshaw, los receptores abiertos Reggie Wayne y T.Y. Hilton, y los alas cerradas Dwayne Allen y Coby Fleener. Defensivamente, el equipo de Pagano está entre los líderes contra el juego terretsre y ya hablamos arriba de su desempeño en terceras oportunidades. Con todo y eso, la historia señala que no es buena idea apostar en contra de Belichick después de la semana de descanso.

¿La patada de la victoria? Si algún día va a ingresar un segundo pateador de lugar al Salón de la Fama, después de Jan Stenerud, no cabe duda de que se tratará de Adam Vinatieri. El pateador de Indianapolis ayudó a los Patriots a conquistar tres Super Bowls, antes de convertirse en pieza fundamental para el título de los Colts en el Super Bowl XLI. Vinatieri no sólo será recordado como uno de los pateadores de lugar con mayor precisión, sobre todo en momentos definitorios, a lo largo de una larga carrera profesional --una que comenzó con los desaparecidos Amsterdam Admirals-- sino que se trata de un jugador que no ha perdido su toque con el pasar de los años. Vinatieri viene montando una racha de 26 goles de campo conectados en forma consecutiva, manteniéndose entre lo mejor de la NFL. Si el partido llega con un marcador cerrado hasta los momentos finales, puede ser Vinatieri el que defina el resultado en contra del equipo para el cual ganó tantos juegos en el pasado.

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MÉXICO -- Los Chicago Bears y Green Bay Packers renuevan la rivalidad más añeja --pero al mismo tiempo una que sigue vigente como nunca-- este domingo en Lambeau Field para el cierre de la acción dominical.

Se trata de los dos equipos con el mayor número de títulos en la larga historia de la NFL: los Packers presumiendo 13 campeonatos y los Bears ostentándose en nueve ocasiones como monarcas del fútbol americano profesional.

Chicago lidera la serie en temporada regular con marca de 92-89-6, remontándonos a la época en que eran conocidos como los Decatur Staleys (1921), pero extrañamente sólo han chocado dos veces en postemporada, repartiéndose los honores, 1-1.

En teoría, Bears y Packers llegan en momentos muy distintos: Chicago está al fondo de la NFC Norte con una marca de 3-5 y habiendo perdido cuatro de los últimos cinco, mientras que los Packers se encuentran segundos en la división con registros de 5-3. Sin embargo, Green Bay viene de ser barrido por los New Orleans Saints en la Semana 8, antes de su jornada libre, y si la postemporada empezara hoy estarían fuera por el criterio de desempate en favor de los actuales campeones Seattle Seahawks.

Con eso en mente, pasamos a las tres cosas a seguir de cerca en el enfrentamiento N° 188 de temporada regular, y 190 en total --incluyendo el de la Semana 4 de la actual campaña, ganado por los Packers, 38-17 en Soldiers Field-- , entre dos de las franquicias pilares de la NFL.

Jay Cutler
AP PhotoCutlerha sido criticado por su falta de consistencia

El momento de la verdad. A lo largo de su paso por la NFL, primero con los Denver Broncos y después con Chicago, a Jay Cutler no se le cuestiona su talento, pero sí su capacidad para ser un mariscal de campo capaz de guiar a un equipo a ganarlo todo. Para ser un pasador exitoso en la NFL, hace falta algo más que sólo lanzar lejos un balón. El último en unirse a las críticas fue Brian Urlacher, un seguro miembro futuro del Salón de la Fama, posiblemente en el primer año de su elegibilidad y un tipo que a lo largo de 13 campañas en Chicago colocó su nombre a la altura de leyendas como Dick Butkus y Mike Singletary. Las palabras de Urlacher, actualmente analista de fútbol americano para Fox pesan, y cuando dijo hace unos días que lo único que tenía Cutler de élite era su sueldo, seguramente hicieron eco en su ex compañero. Cutler firmó una extensión de contrato en enero pasado, promediando 18 millones de dólares para los siguientes siete años, incluyendo el mayor salario base de la liga para el 2014 con 17.5 millones de dólares. A cambio de eso, Jay Cutler ha ofrecido al menos una intercepción en cada una de las cinco derrotas que tienen los Bears hasta el momento, y de las ocho intercepciones que ha lanzado, cuatro terminaron en touchdowns para el rival en las ofensivas subsecuentes, junto a dos goles de campo. Adicionalmente, un balón suelto de Cutler también fue devuelto para touchdown. Es mucho dinero para un pasador que genera tantos puntos a los oponentes. Green Bay se cobró con 14 puntos las intercepciones de Cutler en la primera vuelta este año. ¿Cuántas habrá esta vez?

¿Quién hace segunda? Eddie Lacy finalmente empezó a carburar para los Packers durante su racha de cuatro triunfos consecutivos --una racha que comenzó precisamente con la victoria sobre Chicago-- después de un inicio flojo en el año, amasando incluso 123 yardas por aire en la última salida de Green Bay, la derrota ante los New Orleans Saints. Al paso que va, Lacy proyecta para acumular apenas 856 yardas por tierra en el año, pero eso no es lo peor. Los corredores suplentes de Green Bay, James Starks y DuJuan Harris, se combinan para apenas 52 acarreos, 205 yardas y un touchdown, y ninguno de ellos ha sido capaz de producir en los días en que Lacy no trae las pilas cargadas. La última vez que los Packers se midieron ante los Bears, Lacy obtuvo apenas 48 yardas en 17 intentos (2.8 yardas por acarreo), y en ese juego el único otro jugador que acarreó el ovoide fue Aaron Rodgers, una vez, para 8 yardas. Entramos a la época del año en que crece la importancia de correr bien el balón en los estadios al aire libre por el factor clima, y Lambeau no es la excepción. ¿Cuánto se comprometerán los Packers con su ataque terrestre y quién ayudará a Lacy a cargar con el peso del mismo este domingo por la noche?

¿Se mantienen en carrera? Si la campaña regular terminara hoy, tanto Packers (5-3) como Bears (3-5 y últimos en su división) se tendrían que conformar con ver los juegos de playoffs desde casa. Los Detroit Lions son líderes actuales en la NFC Norte con registro de 6-2, y los Packers se quedarían sin boleto de comodín en virtud del criterio de desempate ante los Seattle Seahawks, después de que Green Bay cayera ante los campeones reinantes de la NFL en el juego de apertura de la temporada regular. Los Packers no pueden darse el lujo de alejarse más de la zona de clasificación en una NFC donde el panorama de playoffs parece bastante claro. Para los Bears la cuesta es todavía más inclinada. Un triunfo los podría volver a meter a la competencia por uno de esos pasajes de comodín, proveído que los equipos de más arriba, incluyendo los Packers, sigan perdiendo.

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MÉXICO -- La que hace no mucho tiempo era considerada la mejor rivalidad de la NFL hoy ha quedado relegada a un segundo término, pero eso no significa que la visita de los Baltimore Ravens a los Pittsburgh Steelers tenga serias implicaciones para el panorama de la postemporada en la AFC.

Aquí hay tres temas a seguir en el choque entre contendientes de la AFC Norte:

Steve Smith
Getty ImagesSteelers y Ravens tienen una gran rivalidad

Pasadores en fuego. Joe Flacco se despachó con cinco pases de anotación en la primera mitad ante los Tampa Bay Buccaneers durante la Semana 6. Ben Roethlisberger lanzó para seis en la Semana 8. Los pasadores de estos equipos están jugando --sin llegar a tocar a Tom Brady o Peyton Manning durante el mes de octubre-- a un nivel superlativo. No deja de ser un poco chocante ver que dos equipos con identidades forjadas a través de correr el ovoide se tengan que poner en las manos de sus mariscales de campo con tanta frecuencia, pero ni Ravens ni Steelers han podido o querido sustraerse a la tendencia que domina en el resto de la liga. Será difícil ver una actuación récord por aire hoy, pero esperamos buen duelo entre los pasadores.

En busca del balance perfecto. Solamente hay dos equipos colocados en el Top-7 de la NFL en puntos anotados y puntos permitidos. Los Ravens son uno de ellos (los Denver Broncos son el otro). Siempre es bueno destacar en departamentos como yardas conseguidas, yardas permitidas, robos de balón, conversiones de tercera oportunidad, etc., pero al final todo se reduce a los puntos a través de dos vertientes: lo que se anota y lo que se cede. Baltimore lo ha hecho mejor que casi todos este año y eso se llama balance. Este mismo equilibrio es lo que permite suponer que una victoria en Heinz Field no sería del todo sorpresiva.

El renacimiento del senior. Steve Smith ha dejado claramente de manifiesto que está cualquier cosa excepto acabado. Quizás su salida de los Carolina Panthers tenía que ver más con una falta de química con Cam Newton que con una baja de juego, pero es un hecho que Smith ha jugado mejor de lo que cualquiera hubiera esperado, incluso él mismo, después de que anunciara durante la temporada baja que probablemente ya no estaba para ser el N° 1 de ningún equipo. Lo ha sido para los Ravens y ante una defensiva que ya se ha acostumbrado a ser permisiva por aire como la de los Steelers, esperamos un buen juego de Smith.

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MÉXICO -- Los Green Bay Packers viajan a "The Big Easy" para medirse a los New Orleans Saints para darle cierre a la jornada dominical de la Semana 8. Aquí hay tres puntos a seguir de cerca en el duelo:

Cuestión de momentos. Los Packers llegan montados sobre una racha de cuatro victorias consecutivas que los colocan, en mi opinión, como el segundo mejor equipo de la Conferencia Nacional al momento, sólo por detrás de los Dallas Cowboys. Los Saints no le han ganado a nadie en el año aparte de los Minnesota Vikings y Tampa Bay Buccaneers (apenas), y no saben lo que es ganar en semanas consecutivas. Los momentos con que llegan los equipos no pueden ser más distintos. La ventaja de la localía en horario estelar deberá funcionar a favor de New Orleans para ayudar a nivelar el duelo, pero no cabe ninguna duda de que Green Bay es el cuadro favorecido para llevarse el triunfo. De acuerdo a las líneas de apuestas en Las Vegas, los Packers son favorecidos por 2.5 puntos. Ninguno de los partidos en el año de GB ha sido decidido por menos de 3 puntos, mientras que sólo dos encuentros de NO --ambas derrotas-- culminaron con diferencia en el marcador de 2 puntos o menos.

¿Quién corre el ovoide? Los Saints no contarán con los corredores Khiry Robinson ni Pierre Thomas, por lesiones. Mark Ingram será el encargado de cargar con el ataque terrestre de New Orleans, al menos en su mayor parte, auxiliado por Travaris Cadet. Sin embargo, Ingram no ha sido precisamente ejemplo de salud en el año. El ex ganador del Trofeo Heisman apenas regresó la semana pasada de una lesión tras perderse tres partidos, y corrió el ovoide en 10 ocasiones para unas míseras 16 yardas. Cadet lleva tres acarreos en el año, aunque sí atrapó seis pases la semana pasada. De cualquier manera, ambos tendrán que hacer mucho más de lo mostrado hasta el momento si es que New Orleans planea contar con un ataque terrestre en el Superdome esta noche.

Por el liderato. Durante la racha positiva de los Packers, Aaron Rodgers ha jugado --quizás-- al nivel más alto de cualquier mariscal de campo en la NFL. Los mayores beneficiados han sido sin duda sus receptores abiertos. Jordy Nelson actualmente está colocado tercero en la liga en yardas por recepción por juego, con 101.7, mientras que Randall Cobb también es tercero en la NFL pero en la categoría de recepciones para touchdown. Enfrente tendrán a la defensiva N° 28 de la liga en yardas aéreas permitidas (270.5 por encuentro), y la N° 27 en puntos permitidos (27.5). Una buena noche de Rodgers --quien a su vez es cuarto en la liga en pases de touchdown con 18-- y por consiguiente de sus dos blancos preferidos, Nelson y Cobb, podría catapultarlos al liderato en cada una de las categorías mencionadas.

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Jameis WinstonGetty Images

MÉXICO -- Semana a semana, nunca hacen falta los partidos que vienen precedidos de una gran expectativa.

De vez en cuando, uno de ellos cumple y supera esas expectativas.

Notre Dame y Florida State nos regalaron uno de esos partidos esta noche, en la visita del N° 5 Irish a los N° 2 Seminoles en Tallahassee.

Desde luego, el antecedente que más se recuerda fue un encuentro bautizado como el "Juego del Siglo": en 1993, los Seminoles entonces ranqueados N° 1 en la nación con marca de 9-0 y dirigidos por el inmortal Bobby Bowden, visitaron en South Bend a un equipo del Irish ranqueado N° 2, también cargando una marca de 9-0 a cuestas, y también dirigidos por una leyenda del juego, Lou Holtz.

En teoría, las implicaciones de esta noche eran menores, simplemente porque el encuentro ocurrió más hacia el principio de la temporada que al final, a diferencia de aquella ocasión. Además, tanto Jimbo Fisher como Brian Kelly todavía tienen un largo camino por recorrer antes de que podamos mencionarlos en el mismo estrato que Bowden y Holtz.

Sin embargo, la admiración que produce atestiguar un partido tan cerrado y tan bien jugado entre dos potencias del fútbol americano --una con una historia mucho menor que la otra-- no desmereció.

Vale la pena notar que antes del encuentro, había un sector de observadores de la NCAA que dudaban de la seriedad de Notre Dame o de Florida State --o de ambos-- como contendientes legítimos para conformar parte de la siembra de cuatro semifinalistas que disputarán el título en la primera campaña con playoffs en la historia del deporte. Esta noche, buena parte de esas dudas debieron disiparse para ambos programas.

Notre Dame y Florida State nos ofrecieron una batalla entre dos pesos completos que se fue hasta los 12 rounds; una en la que la balanza se inclinó de manera definitiva hasta los segundos finales de la contienda, después de un ir y venir de momentos muy parejo.

El Irish hizo ver mal al más reciente ganador del Trofeo Heisman, Jameis Winston, durante la primera mitad. Winston se vio asediado por cargas constantes desde el interior, y la pésima decisión de lanzar un pase flotado bajo presión le costó a Florida State no solamente le preparó un touchdown a Notre Dame en el segundo cuarto, entregando la posesión en su propia yarda 1, sino también impidió que FSU aprovechara la intercepción que, una jugada antes, habían logrado los Seminoles de un envío de Everett Golson.

Para Winston, fue una primera mitad notoriamente gris: ocho pases completos de 14 intentos para 92 yardas con una anotación y una intercepción, además de un acarreo para 3 yardas. Pero el Trofeo Heisman es cualquier cosa menos un obsequio, y Winston se encargó de validar su condición de figura con una segunda mitad prácticamente inmaculada: 15 completos de 16 intentos para 181 yardas y otro touchdown, incluyendo varios pases perfectos a Rashad Greene --posiblemente el mejor jugador ofensivo de FSU-- y Travis Rudolph, el héroe anónimo de la noche.

Golson tuvo una buena noche, también, pero al final su actuación se vio manchada por sus problemas de seguridad de balón. El pasador de ND sufrió dos balones sueltos, aunque no perdió ninguno, y tiró dos intercepciones, la segunda en la última jugada del partido.

En el vaivén del encuentro, hubo pasajes donde parecía claro que el talento y la ejecución estaban tan parejos, que el triunfo sería para quien lo deseara más. Y allí la balanza coqueteó con inclinarse hacia el cuadro de Kelly.

Corey Robinson
Getty ImagesRobinson fue imposible de cubrir en toda la noche por la defensiva

Fue Notre Dame el equipo que, como buen contendiente que enfrenta al campeón en terreno ajeno, propone la pelea en busca del nocaut. El Irish se la jugó cinco veces en cuarta oportunidad, convirtiendo en dos oportunidades, incluyendo una jugada milagrosa dentro de los dos minutos finales para convertir en cuarta y 18 desde su propia yarda 43: un presionado Golson compró tiempo, roló hacia su derecha, y lanzó un largo pase a Corey Robinson que redituó en 20 yardas y mantuvo vivas las esperanzas del Irish de escapar de Tallahassee con el triunfo.

En la lateral de enfrente, Fisher había recién cometido el pecado capital de esperar el resultado en lugar de buscarlo. Con poco más de cinco minutos por jugar, y arriba por 31-27, los Seminoles arrancaron su marcha encajonados en su propia yarda 7. Después de una primera oportunidad en la que perdieron 5 yardas en acarreo de Dalvin Cook, ND les devolvió esas 5 yardas perdidas con un castigo de sustitución ilegal.

Dos oportunidades para avanzar 10 yardas y seguir quemando el reloj. Con el mariscal de campo ganador del Heisman, y probablemente el receptor de rutas más pulido del juego universitario --Greene--, ¿por qué no poner el juego en manos de los dos mejores jugadores de tu plantilla? ¿Por qué no atacar la marca del primer intento? ¿Por qué no martillar el último clavo en el ataúd del digno retador?

Fisher optó por apostar a una defensiva que ha resultado un tanto decepcionante a lo largo de la campaña, admitiendo 21.6 puntos por encuentro en el año, y de paso le cedió la iniciativa a Kelly. Los Seminoles mandaron dos acarreos más con Cook --el tercer corredor en el orden jerárquico de FSU, detrás de Karlos Williams Sr y del lesionado Mario Pender--, para una ganancia neta de sólo 3 yardas, y a despejar.

Con 2:53 por jugar, el Irish no podía pedir algo más. Unos momentos después, la atrapada de Robinson enmudeció al Doak Campbell Stadium. FSU no podía frenar a ND, quien se acercó de poco en poco hasta la yarda 2 de los Seminoles --ya con apenas unos cuantos suspiros restando en el reloj de juego-- y, otra vez, enfrentando una cuarta oportunidad.

El triunfo parecía estar pintado de azul y oro. Golson tiró hacia la derecha para encontrar a un Robinson desmarcado, quien entró literalmente caminado a las diagonales.

Entonces, un pañuelo amarillo devolvió la vida y la esperanza a los más de 80,000 presentes en el estadio. Los oficiales marcaron interferencia ofensiva. La repetición mostró claramente que los dos receptores externos al lado derecho bloquearon literalmente a los backs defensivos de los Seminoles para abrir el espacio en el que Robinson aparecería solo para hacer la atrapada, incluso antes de que el ovoide dejara la mano de Golson.

Quince yardas en retroceso y una última oportunidad para ND. En cuarta oportunidad y a 18 yardas de la gloria, un presionado Golson lanzó una plegaria que fue interceptada por Jacob Pugh en la zona final.

La victoria no pudo haber sido más sufrida para Florida State, y la derrota no pudo haber sido más digna para Notre Dame. Ambos programas abandonaron de Bobby Bowden Field con más respeto por el resto de la nación del que gozaban cuando entraron.

En segundo plano, hubo un par de anuncios que se deben atender después de este encuentro. Winston -- quien hasta esta jornada había sido omitido de una manera muy notoria de la discusión por el siguiente Heisman-- necesariamente debe incluirse en la conversación de aquí en más, pese a que Dak Prescott de Mississippi State debe ser considerado el gran favorito en este punto de la campaña.

Para efectos mediáticos, Robinson ha dejado de ser sólo el hijo del "Almirante", David Robinson, para convertirse en un estelar que brilla con luz propia y que puede cargar con buena porción del juego aéreo del Irish.

Sin embargo, la lección primordial de la noche es clara: FSU y Notre Dame están para cosas importantes. En una temporada donde se sacudió la estructura de poder en la SEC, y hay cuatro boletos en juego para disputar el trofeo de campeón, no puede descartarse al monarca reinante ni a su retador de esta noche, con todo y que cargan con una derrota en su récord. Guste o no, ningún otro programa considerado candidato para obtener uno de esos cuatro pasajes que lleva una derrota, ha caído de una manera más digna que ND. Además, la derrota de N° 4 Baylor en la tarde, ante un equipo no ranqueado de West Virginia solamente sirve para darle más brillo a lo de Notre Dame, porque sí, hay de derrotas a derrotas.

El calendario de Florida State proyecta partidos más sencillos de aquí al final de la temporada, y posiblemente el reto más complicado sea evitar caer en excesos de confianza. En el camino de Notre Dame todavía aguardan Arizona State y Southern Cal, como oponentes de cuidado. Sortear esos obstáculos no será sencillo, pero de hacerlo, casi se puede asegurar que el Irish recibiría una de las cuatro invitaciones al playoff, dependiendo de lo que pueda ocurrir en otras latitudes. Eso abre una posibilidad muy real de ver una revancha entre Irish y Seminoles más adelante.

En 1993, el perdedor de este choque --FSU-- pudo ingeniárselas para hacerse con el título nacional. Esta vez, puede ser igual, pero con un reencuentro en el camino.

¿Nos espera otro clásico entre este par de históricos? Ojalá que sí.

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Rafael Zamorano

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MÉXICO -- Los San Francisco 49ers visitan a los Denver Broncos en el que, de acuerdo a más del 70 por ciento de los votantes en nuestra encuesta en la sección NFL de ESPN.com.mx, es el duelo de la Semana 7.

Aquí están los cinco motivos principales por los que no debes perderte este encuentro:

Peyton Manning
Getty ImagesManning ha reiterado que no piensa en el récord

Se puede reescribir la historia. Brett Favre posee actualmente el récord de mayor número de pases de touchdown de por vida en la NFL, con 508. Peyton Manning lleva 506. Tres pases de anotación más dejarían al mayor de los Manning en solitario como el pasador más prolífico en la historia de la liga en cuanto a envíos anotadores, sumando un apartado más a su larga lista de hazañas en la NFL. De los cinco partidos que ha disputado Manning este año, en tres ocasiones ha tirado tres pases de touchdown, y una vez lanzó cuatro. Sólo durante la visita de los Broncos a los Seattle Seahawks, del 21 de septiembre pasado, Manning no lanzó al menos tres pases de touchdown en la campaña. La gran interrogante, de acuerdo a los antecedentes recientes, ya no es si romperá la marca de Favre, sino cuándo lo hará. Se puede apostar en Las Vegas por el cuarto en que se cree que caerá ese esperado pase de anotación ante los Niners, e incluso se puede apostar por el receptor que lo atrapará. Wes Welker y Julius Thomas son los favoritos con probabilidades de 2/1, mientras que Demaryius Thomas está 3/1 y Emmanuel Sanders aparece como 5/1. Para los escépticos, también está abierta la apuesta de que el pase 509 no sucederá sino hasta la octava fecha. Finalmente, el over/under en cuanto a las yardas que cubrirá ese pase N° 509 de touchdown de Manning está en 12.5.

Manning no está sólo. Los ojos estarán puestos sobre el mariscal de campo de los Broncos, y la mente estará puesta en el pase de anotación que quiebre la marca de Favre, pero no es el jugador de Denver que puede escribir historia. El ala cerrada Julius Thomas también lleva un paso récord, aunque la marca de la liga que tiene en la mira es para toda una temporada, y no se romperá este domingo. De cualquier manera, hay que ver si se sigue acercando. Actualmente, Thomas lleva nueve recepciones de touchdown en el año, en cinco partidos. Si mantiene el paso actual, terminará la temporada con 29 recepciones anotadoras. La marca de todos los tiempos en la NFL es de 23, impuesta por Randy Moss para los New England Patriots en el 2007. Si hablamos únicamente de alas cerradas, la marca es de Rob Gronkowski, con 17, y Thomas ya va a más de la mitad del camino en menos de una tercera parte de juegos disputados. Thomas está en el último año de su convenio de novato, uno que le pagará 645,000 dólares en el 2014. Es probable que cuando termine, nunca hayamos visto una temporada de contrato más productiva que la que nos está ofreciendo Thomas. Esa risita nerviosa que se escucha en el fondo proviene de los encargados de administrar el tope salarial en la gerencia de Denver.

El otro quarterback. Colin Kaepernick tuvo, quizás, su mejor partido como pasador el lunes por la noche pasado frente a los St. Louis Rams. Por primera vez en el año tiró para más de 300 yardas --apenas tercera ocasión que lo consigue como profesional--, y también por primera vez en el año tiró tres pases de touchdown, todo eso sin lanzar intercepción. Los aficionados de san Francisco ya saben que Kaepernick es capaz de dar partidos espectaculares. Lo que quieren saber es si lo puede hacer semana a semana, evitando los altibajos que han caracterizado su joven trayectoria en la NFL. La defensiva de los Broncos será un gran sinodal para medir el progreso real de Kaepernick como pasador.

Chris Borland
Getty ImagesBorland se presentó ante Broncos en pretemporada

Los ojos puestos sobre el novato. Indudablemente, los 49ers poseen la mejor dupla de apoyadores internos entre los equipos que juegan un esquema 3-4, con Patrick Willis y NaVorro Bowman. Desafortunadamente para San Francisco, ninguno de los dos saltará al campo el domingo por la noche, por lesión. En cambio, los puestos titulares estarán reservados para el novato de tercera ronda, Chris Borland, y para Michael Wilhoite, jugador de tercer año. En lo que va del año, Borland acumula cinco tacleadas y dos pases desviados. Wilhoite registra 19 derribos y también dos pases desviados. Tener enfrente a un mariscal de campo como Manning, y tener que perseguir en coberturas de pase --cuando así lo dicte la jugada defensiva--a Thomas será un reto mayúsculo para ambos.

El duelo en la orilla. Anthony Davis regresó a los entrenamientos esta semana, y podría realizar su segundo inicio en lo que va de una campaña en la que apenas ha podido participar por lesiones diversas --hombro, rodilla-- como tackle derecho. Su rival directo a lo largo de la noche será Von Miller, quien calladamente ha tenido una gran campaña acumulando al momento seis capturas, superando su total del 2013. La llegada de DeMarcus Ware --quien a su vez suma cuatro capturas-- a esta defensiva sin duda ha ayudado a restarle presión a Miller. Davis ha participado apenas en 23 jugadas ofensivas en lo que va del año. Si es insertado de inicio frente a los Broncos, habrá que monitorear de cerca su desempeño ante un cazamariscales encendido. Si Davis tiene problemas para encontrar su ritmo, sobre todo en protección de pase, no será raro volver a Jonathan Martin como tackle derecho de San Francisco. Por si fuera poco, los Niners estarán sin su guardia izquierdo Mike Iupati, también marginado por lesión.

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MÉXICO -- Los juegos divisionales, que de por sí cuentan con una atmósfera especial, suelen ser más memorables cuando se juegan en horario estelar. La visita de los New York Giants a los Philadelphia Eagles este domingo cumple con ambos requisitos. Aquí hay tres temas a seguir en el enfrentamiento entre oponentes de la NFC Este:

Andre Williams
Getty ImagesWilliams ha mostrado buen poder con el ovoide

La mesa está puesta. Poco a poco, el corredor novato Andre Williams ha ganado minutos sobre el campo y confianza de su ofensiva. El recluta de cuarta ronda lleva dos semanas consecutivas con doble dígito de acarreos, incluyendo 20 la semana pasada, y en ambas fechas ha conseguido touchdown. La Semana 6 podría ser definitiva para que Williams se establezca como titular, aprovechando la ausencia de Rashad Jennings por lesión en el tendón de la corva.

La presión en Philly. Hace algunas semanas, nuestro colega John Sutcliffe mencionó la posibilidad de que los Eagles sentaran a Nick Foles --con todo y que cargaba a cuestas una temporada espectacular del 2013--, a favor de Mark Sanchez. El inicio de la actual campaña no fue el ideal para Foles, y en la última semana, volvieron a surgir rumores acerca de una supuesta insatisfacción de los Eagles con el trabajo de Foles. Philadelphia tiene marca de 4-1 entrando al juego, y eso es más que suficiente para comprarle tiempo al pasador de tercera ronda del Draft del 2012, pero enfrenta a una defensiva de los Giants que hizo ver miserable a Kirk Cousins en un duelo divisional de horario estelar hace un par de jornadas. Por lo pronto, Sanchez ha dicho las cosas correctas en público, declarando admirar el modo en que Foles ha manejado las críticas en Philly.

La venganza de Eli. Los Eagles hicieron circular en redes sociales esta semana una caricatura donde Eli Manning aparece como un chico que le teme a la oscuridad, una referencia a los uniformes en negro que portará Philadelphia en el partido. Aunque sería sencillo para Manning mostrar sus dos anillos de Super Bowl para callar a un equipo que no ha ganado un campeonato de la NFL desde 1960, y que no sabe lo que es sostener el Trofeo Lombardi. Sin embargo, algo me dice que Manning querrá demostrar también sobre el campo que no le teme a los uniformes negros de los Eagles, y tratará de poner el balón en el aire con frecuencia. Como sucede en muchos casos, la provocación al rival previa al juego pueed resultar en un tiro por la culata para el provocador.

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MÉXICO -- Los campeones defensores del Super Bowl XLVIII, Seattle Seahawks, se encargarán de ponerle el broce final a la Semana 5 cuando visiten a los Washington Redskins en el "Monday Night Football" de ESPN.

Aquí están los temas más interesantes a seguir en el duelo:

Richard Sherman
Getty ImagesA Sherman no le gusta la idea de no involucrarse en el juego

Retar o no retar. La cuenta de pases que se envían en dirección a Richard Sherman semana a semana se ha convertido en una de las estadísticas a seguir en la temporada del 2014, particularmente después de que Aaron Rodgers y los Green Bay Packers le huyeran por completo al mejor esquinero de la NFL. A partir de ahí, otros equipos han lanzado en dirección de Sherman con poco éxito, en el sentido de que ningún receptor ha tenido realmente un partido estelar en contra de su cobertura. Esta semana, Sherman tendrá enfrente a un mariscal de campo que viene de lanzarle cuatro intercepciones a los Giants en Kirk Cousins, situación que según los defensivos neoyorquinos se debió a que el pasador de los Redskins delataba sus envíos con la mirada. El entrenador en jefe Jay Gruden ha admitido que los ojos de Cousins fueron un punto en que se trabajó durante la semana, pero también anunció que no está listo para obsequiar la mitad del campo a Sherman. Cuántas veces decida retar al extrovertido esquinero de Seattle, está por verse.

¿Dónde está el corredor? Alfred Morris fue un novato sensación durante la campaña del 2012, acumulando 1,613 yardas terrestres y anotando 13 touchdowns después de ser reclutado en la sexta ronda del draft. Sus números cayeron en el 2013, a 1,275 yardas terrestres y siete touchdowns, pero fueron suficientes para ganarle su primer viaje al Pro Bowl. Este año, Morris lleva apenas 316 yardas terrestres y tres touchdowns después de cuatro encuentros. Aunque su promedio de yardas por acarreo de 4.5 es bastante sano, está promediando más de 20 yardas terrestres menos por juego que en su fenomenal primera temporada de NFL. Los Redskins no han aprovechado al máximo las cualidades de Morris en el pasado reciente, y eso sin duda termina perjudicando al resto de la ofensiva, incluyendo el desempeño del pasador. Los Seahawks tienen a la mejor defensiva de la NFL, por lo que encontrar un ataque terrestre esta noche en FedEx Field será imprescindible si es que los Redskins quieren dar la sorpresa de la jornada.

El hombre espectáculo. La temporada pasada, Percy Harvin se perdió prácticamente la totalidad del viaje de los Seahawks hasta el Super Bowl, por lesiones diversas. Apareció fugazmente en la temporada regular antes de volverse a lesionar, y después dejó su sello en el súper domingo, devolviendo la patada de salida de inicio del segundo tiempo hasta el touchdown. Seattle pagó selecciones de primera y séptima ronda del 2013 y selección de tercera ronda a los Minnesota Vikings por el versátil jugador, además de firmarlo inmediatamente a un contrato se seis campañas y 67 millones de dólares, incluyendo 25 millones garantizados. Harvin hizo muy poco para desquitar todo eso en su primera campaña con los Seahawks, pero el equipo se está encargando de exprimirle al máximo este año. Harvin lidera a Seattle en recepciones (15), yardas por recepción (106) y devoluciones de patada de salida (siete), además de haber acarreado el ovoide en seis ocasiones para 86 yardas y un touchdown, el único que lleva en la campaña. A Seattle le gusta mover a Harvin a lo largo y ancho de la formación ofensiva, y seguir a la mejor arma de los Seahawks por todos lados supone todo un reto para la defensiva en turno. ¡Cómo harán los Redskins para contrarrestar a Harvin?

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