Tras una hora de que los peleadores tuvieran la oportunidad de dar el peso para el evento UFC Fight Night México, Alexa Grasso fue la primera en subirse a la báscula y no dio el peso, lo que le traerá como consecuencia una multa del 20% de su pago.
Visiblemente molesta, con el cabello mojado y acompañada de su papá, la peleadora jalisciense se quitó la ropa, puso sus pies en la romana y completamente seria tomó el no marcar el límite de la división que son 116 libras al pararla en 119. Cuando se quitó su indumentaria, su papá Luis Grasso la ayudó.
"El corte está muy noble, no se ha sacrificado, estamos trabajando muy bien con los nutriólogos", dijo un día antes Luis, padre de Alexa, a ESPN Digital.
Durante las dos peleas que ha tenido la mexicana en la promotora de artes marciales mixtas ha necesitado quitarse la ropa para marcar 116 libras.
Por otro lado, la rival de Grasso, Randa Markos, fue la sexta combatiente en subir a la báscula y no tuvo mayor problema en dar el límite. La iraquí no se notó desgastada, sino en buena forma.
Fueron 22 peleadores que marcaron el peso y aunque la mayoría lo hicieron sin mayor percance, el brasileño Rani Yahya y el mexicano Henry 'Bure' Briones, quienes se enfrentarán en las contiendas preliminares, se vieron chupados y desgastados.
Los encargados del área médica y área nutricional del equipo Grasso explicaron la razón por la que Alexa se pasó por tres libras en el peso. "Llevó un proceso nutricional muy estable, muy a gusto para su corte de pes"”, pero el jueves 3 de agosto por la tarde comenzó a tener síntomas de una infección urinaria y este viernes acrecentaron, "poniendo en riesgo en salud". Ahí fue cuando se decidió parar el corte de peso y los médicos del UFC confirmaron este hecho.