Tim Duncan tomó la decisión de retirarse estando ya retirado de la vida pública, de vacaciones y disfrutando de su familia. Valga la redundancia, porque la esencia del que para la gran mayoría de los expertos fue el mejor ala-pívot de la historia ha sido precisamente perseverar en su afán de conseguir estar apartado de todo.
Por eso el anuncio llegó el lunes a través de un comunicado de San Antonio Spurs en el que se repasó el legado que dejó en la franquicia y en la NBA. No hubo artículo en The Players Tribune que tan de moda se ha puesto para que los jugadores anuncien sus propios bombazos. Tampoco rueda de prensa o fiesta de despedida.
Poco más de 48 horas después, Duncan dio la cara de la manera que más le gusta: sin darla. La suya fue una despedida escueta a través de una nota que envió a los Spurs que acto seguido sacaron a la luz. Modesta, sencilla y con los sentimentalismos justos. Fueron 150 palabras en las que de una manera fría para muchos pero excesivamente profunda para tratase de Duncan, el cinco veces campeón de la NBA resumió sus sensaciones.
"Si me dijeran que escribiera un guión sobre mi carrera hace 19 años, jamás hubiera imaginado soñar con este viaje". Directo al punto, agradecido con la vida, sin maquillaje, un texto al natural.
"Estoy aquí, al final de ese viaje y miro atrás asombrado por lo que he experimentado".
Que no falte esa humildad de la que siempre hizo gala.
"Las victorias y las derrotas serán recordadas, pero lo que recordaré siempre será a la gente. Los fans dentro y fuera del arena, el staff y los coaches que siempre me alentaron y mantuvieron mi compostura, los compañeros (e incluso los rivales) que siempre serán amigos para toda la vida, el compartir mis subidas y bajadas con mi familia y mis amigos, y lo más importante, la imagen de mis hijos creciendo y gozando del trabajo de papá. Eso es lo que más celebraré", continuó la misiva.
Sus gestas deportivas se las dejó a los analistas y para que la propia franquicia cuyos colores defendió durante 19 años las pusieran de relieve. Duncan se marchó con el bajo perfil que siempre le acompañó a pesar de dominar su posición y recibir numerosos galardones (dos Jugador Más Valioso de la temporada regular, otros tres de las Finales, 15 selecciones al Juego de las Estrellas...).
Por todo esto al 'Gran Fundamental' no le quedó otra que despedirse en general, sin mencionar nombres (no hace falta que lo haga públicamente cuando le sale mejor en privado). Su último párrafo fue dedicado a la ciudad que le dio todo.
"Gracias a la ciudad de San Antonio por el amor y el apoyo de todos estos años. Gracias a los fans de todo el mundo. Siempre con mucho amor, Tim".