CIUDAD DE MÉXICO --
Poco quedó de los Bulls que conquistaron a México, cuando Jordan, Pippen y Rodman marcaron época. Jim Boylen apenas tomó las riendas de la quinteta de Chicago y buscó sacarlos de la mala racha. Con la arena dividida, mandó a sus mejores cinco elementos. LaVine y Arcidiacono fueron los encargados del manejo de la bola.
El primer cuarto fue para los de la Ciudad del Viento. LaVine y Kris Dunn, desde la banca, fueron quienes pusieron más puntos (cinco). Robin Lopez ayudó al balance del equipo bajo el poste, mientras que Portis y Holiday se llevaron los rebotes.
La Arena Ciudad de México jugó para ambos lados sin tener un claro favorito. Para el segundo periodo, Orlando hizo su magia. Contrarrestó los embates por medio de Aaron Gordon y Nikola Vucevvic. Bo Mamba no se quedó atrás y agregó algunos puntos en el marcador. La pintura fue su dominio y no pudieron detenerlo bajo el poste.
Steve Clifford le ganó de a poco la partida. Los balones perdidos por los Bulls fueron la tónica para el tercer cuarto. La altura de Ciudad de México no fue en vano y comenzó a hacer estragos en algunos elementos; sin embargo, sacaron lo mejor de sí para el público mexicano, al que nunca se le terminó la pila.
Ambos conjuntos se guardaron todo para el último periodo. Entre los tiempos fuera, el ambiente fue de menos a más. Los Bulls le dieron la vuelta al juego a falta de siete minutos. Holiday, LaVine y Portis fueron quienes sumaron más unidades.
Con una posesión de diferencia (83-86) el reloj entró en sus últimos cinco minutos. Las bancas estaban vueltas locas apoyando a su quinteta.
Apenas un punto de diferencia del Magic cuando restaron dos minutos. Nikola Vucevic los puso a tres de diferencia, (88-91), pero Markkanen impulsó un triple para empatar el juego con 45 segundos.
Todo se decidió en la última jugada. Al final, el local hizo su Magia pese al abucheo del público y están a dos juegos de empatar la racha negativa (13-15) que tienen en la temporada.