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Quiere ser como Michael Jordan: LeBron James busca ser dueño de un equipo de la NBA

Se ha dicho en reiteradas ocasiones que la decisión tomada por Michael Jordan de firmar con Nike fue uno de los contratos más importantes de la historia del deporte; el cual sirvió de punto de partida de un negocio multimillonario, que ayudó a convertir a la compañía de ropa deportiva en potencia dentro del mundo del baloncesto y que cambió las normas del juego para cientos de atletas que surgieron después de él.

Aunque, ¿qué pensarían si les digo que ese fue el segundo contrato más importante firmado por Jordan en su vida?

En 2010, Jordan hizo una increíble transacción que podría opacar el pacto con Nike, a pesar de no recibir la atención que se merece. En ese entonces, los valores de las franquicias de la NBA habían decaído sustancialmente debido a la coyuntura económica; Bob Johnson, dueño de los Charlotte Bobcats, estaba sumergido en deudas y la NBA estaba interesada en ayudar a Jordan en su esfuerzo por convertirse en dueño de un equipo, tras el fracaso de intentos previos.

El resultado fue un convenio sin precedentes que ha logrado madurar hasta convertirse en una de las grandes adquisiciones de equipos en historia reciente. Jordan se hizo con la propiedad de los Bobcats por un valor de $275 millones según informes, aunque en su mayoría fue asumir deudas. La NBA aprobó la compra con Jordan pagando aproximadamente $30 millones en efectivo, según el diario Charlotte Observer, un arreglo que la liga, con casi toda seguridad, no aprobaría hoy en día.

Posteriormente, Jordan continuó adquiriendo acciones del equipo y ahora es poseedor de aproximadamente el 90 por ciento de la franquicia. Su condición de propietario ha aumentado el valor neto de la fortuna de Jordan en cientos de millones de dólares durante la última década. Este mes, la revista Forbes estimó el valor actual de los Hornets (antes Bobcats) por encima de $1.2 billones.

Es típico ver a los Hornets operar con pérdidas, aunque son impulsados por un sistema robusto de distribución de ganancias que destina decenas de millones anualmente a Jordan a fin de ayudar a que su equipo sea rentable. Por ejemplo, entre 2012 y 2017, documentos de la NBA muestran que los otros dueños de equipo transfirieron a Jordan más de $130 millones en asistencia con fondos originados por sus propias ganancias.

Esta semana, Jordan será el anfitrión de uno de los eventos más importantes de la NBA cuando el fin de semana del Juego de Estrellas se escenifique en Charlotte. Esta ciudad invirtió $34 millones a fin de renovar el Spectrum Center a fin de prepararlo para el evento.

Cuando LeBron James arribe para conducir a su Equipo LeBron frente al Equipo Giannis, lo hará sintiendo admiración por lo alcanzado por Jordan. Están los seis campeonatos y carrera digna del Salón de la Fama, por supuesto, aunque James se ha sentido fascinado por los logros de Jordan en la cancha desde que era un niño.

Las maniobras y negocios hechos por Jordan a fin de convertirse en propietario con control de una franquicia de la NBA ha capturado la atención de James, mientras LeBron ha madurado en su transformación de mera estrella del baloncesto a hombre de negocios.

James y su socio de negocios Maverick Carter han dejado claro que su objetivo es convertirse en propietarios de una franquicia deportiva en un futuro. Tal y como ha hecho en su carrera como jugador, cuando James ha trazado su propio sendero, pero ha buscado frecuentemente inspiración en Jordan, James aspira algún día ser anfitrión de su propio fin de semana del Juego de Estrellas.

La realidad es que James ya es dueño de un equipo deportivo. Como parte de un convenio en 2011 con el Fenway Sports Group (FSG), James recibió un pequeño porcentaje de propiedad del Liverpool FC, uno de los equipos potencia del fútbol inglés. FSG adquirió el equipo por $477 millones poco antes de su negocio con James. El club está valorado actualmente por una cifra cercana a los $2 billones. Esa inversión hecha por James ha rendido buenos frutos.

“Puedo ver a LeBron como dueño de múltiples equipos algún día”, expresó Sam Kennedy, presidente de Fenway Sports. “No solo en la NBA, quizás también en el fútbol internacional y también en los esports. Algo que he aprendido al trabajar con LeBron es que él es capaz de ver el panorama en grande. Tiene un historial comprobado de haber tomado decisiones inteligentes y en la búsqueda de oportunidades. También ha sido muy exitoso en lo financiero y eso es lo que hay que hacer para así convertirse en dueño de un equipo deportivo”.

No hay muchos exjugadores de la NBA que hayan conseguido ser propietarios de equipos en la liga. Esa es una de las razones por las cuales James siente admiración por dos de éstos: Jordan y Magic Johnson, quien fuera propietario en una ocasión del 10 por ciento de Los Angeles Lakers y ahora es uno de los dueños de Los Angeles Dodgers.

Grant Hill es propietario parcial de los Atlanta Hawks y es vicedirector del equipo. Shaquille O’Neal tiene una pequeña porción de acciones de los Sacramento Kings. Elliot Perry es uno de los dueños de los Memphis Grizzlies y es el gobernador alterno del equipo.

“Tuve la oportunidad de ver a mi padre (Calvin) buscar hacerse propietario de equipos”, expresó Hill, cuyo padre fue corredor en la NFL invitado al Pro Bowl y formó parte de grupos que intentaron adquirir a los Washington Bullets y New England Patriots.

“Eso plantó la semilla en mí. Es una de las razones por las cuales quería conocer y aprender de los propietarios para los cuales jugué a través de los años. Pero no muchos jugadores de la NBA tienen esa inquietud sembrada en ellos cuando cursaron secundaria, como fue mi caso”.

Incluso ahora, con un grupo de propietarios en la NBA más diverso que nunca, con varios dueños con control mujeres y un ascenso en la participación de intereses internacionales, James no tiene muchos colegas jugadores que compartan la misma inquietud

Los jugadores exitosos frecuentemente se convierten en entrenadores o gerentes generales y, por supuesto, se destacan en el mundo de los negocios con el dinero que ganaron en el transcurso de sus carreras. Sin embargo, James (cuyo valor neto según Forbes asciende a los $440 millones) es uno de los pocos que ha expresado públicamente su deseo de hacerse propietario de una franquicia.

“Casi ningún jugador ha acudido a mí en estos años en busca de consejos con respecto a cómo lo hice”, dijo Perry, quien consiguió hacerse con parte de la propiedad de los Grizzlies cuando la franquicia se mudó proveniente de Vancouver en 2001 mediante una sociedad con el dueño minoritario Staley Cates. “Apenas he tenido pocas conversaciones la respecto. Absolutamente, más jugadores son capaces de hacerlo, y yo creería que habría más a estas alturas”.

Con la NBA disfrutando un boom en lo económico, la barrera de entrada para hacerse propietario de un equipo ha llegado a ser absurdamente alta. James ha tenido mucho éxito financiero. Cuando finalice su actual contrato por cuatro años con Los Angeles Lakers, habrá percibido la cifra récord de $390 millones en salarios en la NBA. Ha ganado cientos de millones de dólares con su relación con Nike, contando con un contrato de por vida con la marca de ropa deportiva que tiene el potencial para lucrarle por otros cientos de millones adicionales. Ha ganado decenas de millones con Coca-Cola tras 16 años de contratos por su imagen. Igualmente, logró capitalizar su propiedad en la empresa de audífonos Beats por más de $50 millones cuando Apple la adquirió por $3 billones en 2014.

Asimismo, cuenta con una posición importante en la cadena de restaurantes Blaze Pizza y es dueño principal de dos compañías de entretenimiento: Spring Hill y Uninterrupted, entre otras inversiones. Está encaminado a contar con una fortuna superior al billón de dólares.


Aunque posiblemente no tenga que invertir todo su patrimonio para hacerse dueño de un equipo. El exjugador y leyenda de los New York Yankees, Derek Jeter, contaría, según informes, con apenas 4 por ciento de la propiedad de los Miami Marlins, franquicia adquirida por el inversionista Bruce Sherman en 2017 por $1.2 billones. Pero es Jeter, quien fuera rostro de la oferta para hacerse con el equipo y quien ahora maneja las operaciones de béisbol y de negocios de los Marlins, quien actúa como principal tomador de decisiones.

Esa es la clase de negocio que James, quien ha desarrollado múltiples asociaciones con individuos y compañías acaudalados, podría buscar para hacerse con una posición de control de facto en una franquicia en el transcurso de la próxima década. James probablemente estaría en capacidad de encabezar un grupo de propietarios apenas a días después de su retiro, si así lo quisiera.

Conseguir los socios y la oportunidad apropiados es otra historia. Al igual que Jordan, quien se convirtió en propietario minoritario de los Washington Wizards poco después de su segundo retiro, esto es algo en lo cual James ya se encuentra trabajando, a medida que sus días como jugador en activo llegan a su fin.

“LeBron ha entendido la liga y controlado su carrera de una forma única”, expresó Perry. “Es tremendamente inteligente en la forma en la cual se conduce dentro y fuera de la cancha. Ha sido algo intencional y él puede cambiar la conversación relativa a romper ese techo (a fin de que más jugadores se conviertan en propietarios). Él encontrará el momento y lugar apropiados. Así lo hizo Michael (Jordan) y así también lo hará LeBron”.