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Sin lugar para Anthony Davis, ¿qué ocurre si Lakers van a Playoffs?

Al tomar la escalera mecánica que se encuentra justo detrás de la Sección 107 del Smoothie King Center de Nueva Orleans, el peatón se encontrara cara a cara con un retrato de Anthony Davis de 30 pies de altura, para luego toparse con su poblada barba cuando termina la escalera mecánica, a nivel de la calle.

El retiro de instalaciones artísticas como esta, al igual que mercancía diversa en la tienda del equipo e imágenes digitales en el sitio Web del equipo, será la tarea de los Pelicans (similar a la remoción ya hecha de la imagen de Davis del video de introducción del equipo) una vez que, finalmente, dejen ir a su jugador estrella y seis veces All-Star.

Será una tarea tediosa, pero imperiosa a la vez. Los Pelicans solo podrán borrar las cosas tangibles.

Mientras tanto, Los Angeles Lakers, el equipo que estaba tan presto a arriesgarlo todo para hacerse con los servicios de “La Ceja” que, según varios informes, estuvieron dispuestos a entregar la mitad de su roster junto con un par de puestos de selección en la primera ronda del draft a fin de adquirirlo, ahora intenta borrar el dolor causado dentro de su vestuario a raíz de tan arriesgada persecución.

No es tan sencillo como despegar un afiche y surtir algunos estantes.

Y especialmente no es sencillo, cuando todos esos sentimientos pueden salir a relucir una vez más gracias a lo ocurrido en la noche del miércoles, cuando los Lakers vencieron a los Pelicans 125-119 en Los Ángeles.

Pocos días después de la fecha límite para hacer cambios, el presidente de los Lakers Magic Johnson voló con destino a Filadelfia y dio un mensaje a los medios de comunicación que parecía salido de los diálogos de Jimmy Dugan, el personaje de Tom Hanks en la cinta “Un Equipo Muy Especial” (“A League of their Own”), en parte utilizando aquél viejo cliché que indica que las siglas “NBA” realmente significa “No se permiten niños” en ingles.

“Dejen de intentar alegar que hay que pensar que estos chicos son unos bebés, porque así es como los están tratando”, dijo Johnson. “Son profesionales. Todos ellos. Y así es como funciona esta liga. Ellos lo saben, yo lo sé… Así son las cosas”.

Dentro del vestuario de visitantes en la arena de Nueva Orleans el sábado, antes de que los Lakers perdieran a manos de los Pelicans por 13 puntos con Davis sentado en la banca en camiseta y saco, Kyle Kuzma (al menos en apariencia) estaba siendo ejemplo del profesional con mentalidad de acero descrito por Johnson. Se le preguntó: “¿Todos los elementos que rodean este juego (considerando la conexión que han tenido por meses Lakers y Pelicans) llegan a hacer mella en tu razonamiento?”

“No”, respondió Kuzma.

¿De ninguna forma? ¿No hay personas, amigos, familiares, que te pregunten al respecto?

“No. Para nada. Eso pasó hace mucho tiempo”.

¿Alguna opinión sobre el hecho de que Davis no juegue?

“No. Quiero decir, ellos tienen su propia situación. Así la están manejando. Realmente, no sé mucho al respecto y por ello, realmente no puedo hablar sobre ello”.

Otros hablarán por él. Preguntándose si los Lakers sabotearon su propia temporada al buscar de forma tan pública a Davis… Habrá quienes caerán dentro del bando de críticos de LeBron James por no haber cumplido con lo prometido, o quienes atacarán al joven núcleo de los Lakers por no haber crecido lo suficientemente rápido, o a la gerencia de los Lakers, por no haber armado apropiadamente al equipo. También habrá quienes vayan contra Luke Walton por o haberles preparado lo suficientemente bien.

Sumen todo lo anterior y verán que, a la mitad del primer año de los cuatro del compromiso de LeBron con los Lakers, esta franquicia se encuentra en una encrucijada que podría determinar la forma en la cual se desarrolle la totalidad de la era James en Laker Land.

Todo lo que pueden hacer a fin de mejorar las cosas a corto plazo es simplemente ganar, tal como lo hicieron el pasado miércoles, ante la presencia de Davis. ¿Podría haber sido incómodo para el nucleo de los Lakers preguntarse si los aficionados en el Staples Center vieran a Davis sumar 22 puntos con 10-14 en enceste y 8 rebotes en 21 minutos de acción, para así desearlo más de lo que ya ansían contar con él?

Si todo lo anterior fuera una supuesta “distracción”, como muchos están dispuestos a denominarlo, no lo hubiesen sabido por la forma en la cual Kuzma atacó el aro en el tercer periodo para hacer que los Lakers volvieran al partido después que los Pelicans amenazaran con imponerse.

“Hablamos con respecto (a la especulación negativa) y podría formar parte de la realidad (de jugar en Los Ángeles), pero no podemos permitir que eso se convierta en nuestra verdad”, expresó Walton el miércoles. “Tenemos que tomar esa decisión de no permitir que esas cosas interfieran en las cosas que queremos lograr”.

Todos deberían sentirse motivados por la posibilidad de clasificar a la postemporada, superando una brecha de tres juegos durante los últimos 21 encuentros que quedan en la temporada, por razones propias para cada uno.

James puede decir: “No hay nada que necesite obtener en esta liga que ya no tenga. Todo lo demás para mí es la guinda del pastel”, tal como lo hizo a principios de mes en Boston; aunque pasar de hacer ocho apariciones consecutivas en las Finales de la NBA a quedar eliminados de los playoffs sería, sin duda alguna, una mancha en su legado.

Para Kuzma, Lonzo Ball, Brandon Ingram y Josh Hart, clasificar a los playoffs sería otro paso dentro de su desarrollo profesional y la gran emoción, hasta ahora, de sus jóvenes carreras. Además, con toda la liga pendiente de cómo se define la temporada de los Lakers, este periodo definirá la manera en la cual otros equipos perciben sus talentos en formas desproporcionadas, para bien o para mal.

En el caso de Magic y el gerente general Rob Pelinka, será otra factura que podrán agregar a la pila que entregarán a Jeanie Buss a la hora de evaluar su desempeño: Desde nuestra llegada, nos deshicimos de algunos contratos malos, conseguimos a LeBron y clasificamos a los playoffs. Ahora, ¿qué piensas de nosotros?

Para Walton, sería una prueba de que él podría ser la persona apropiada para seguir siendo el maestro de ceremonias de este circo.

Y Davis podría terminar jugando en Los Ángeles, después de todo. Pero no tendrá impacto directo en esta búsqueda por alcanzar los playoffs. Quizás los jovencitos terminen mostrándose tan bien en estos momentos cumbres que los Lakers terminen decidiendo que sería mejor para ellos esperar que Davis se haga agente libre en 2020 en vez de reiniciar negociaciones para un potencial canje con los Pelicans durante la temporada baja.

O quizás, se muestren de forma tan buena, que los Pelicans cambien de opinión con respecto a sus deseos de contar con ellos y, en definitiva, los canjeen por Davis el próximo mes de julio. Así es este negocio. Jugar poco menos de lo que son capaces de hacer a fin de evitar un escenario similar sólo perjudicaría su potencial para ganar mayores ingresos a largo plazo.

O posiblemente, Boston negocie a Davis y Kyrie Irving se reconcilie con los Celtics y toda la cháchara sobre Davis y su posible pase a Los Ángeles se calle para siempre.

Lo único cierto es que sería un desperdicio de tiempo si cualquier persona ligada a la organización de los Lakers le presta alguna atención adicional a Davis durante las próximas seis semanas.

Es hora de evitar la escalera mecánica, subir a pie y ver a dónde el trayecto les termina llevando.