MIAMI -- Con una carrera de 11 temporadas, 109 juegos salvados y tres anillos de campeón de Serie Mundial, el mexicano Sergio Romo ha visto demasiado béisbol como para impresionarse con algún muchacho inexperto.
Sin embargo, Romo, ahora con los Miami Marlins, reconoce que un joven de apenas 23 años que recién comienza sus andares por las Ligas Mayores le ha llamado la atención en su nuevo equipo.
“Pablo Lopez. Ese muchacho se ve muy inteligente y muy maduro, que no parece tener ¿cuántos?¿22, 23 años? Se ve bien enfocado, aparte del talento y las herramientas que tiene... ¡Wow! Sus pitcheos hablan solos”, señaló el mexicano con admiración de su nuevo compañero venezolano.
López tuvo una actuación espectacular en los entrenamientos primaverales, al trabajar en cinco partidos, con saldo de tres victorias sin derrota, 16 ponches en 20 innings y efectividad de 0.90.
“De todos modos, este es un equipo con mucho talento joven en el pitcheo. Además de López hay varios, Tayron Guerrero, Sandy Alcantara... he estado platicando con varios de ellos y vamos bien, creo que vamos bien”, afirmó Romo, quien por su experiencia se ha convertido automáticamente en una suerte de mentor para los muchachos.
“Desde el principio, cuando yo llegué a este equipo en Spring Training empezamos estas relaciones con los lanzadores, los relevistas, para tratarnos de conocernos y transmitirles mis experiencias para ayudarlos a que se encuentren un poquito en esta carrera de bigleaguers. Ellos se han acercado y mostrado respeto al venir a pedirme consejos no sólo de béisbol sino de la vida y aquí andamos, contento de estar aquí”, agregó el veterano derecho, quien en 643 juegos a lo largo de su carrera trabaja para una efectividad de 2.86.
Luego de vivir la experiencia de iniciar cinco partidos como “opener” en el 2018 con los Tampa Bay Rays, Romo regresa con los Marlins a su función habitual de cerrador.
“Vengo a ayudar, a hacer lo que siempre hace Sergio Romo. Tengo que prepararme para estar listo cuando suene el teléfono en el bullpen. Y por el rol no me preocupo. Mi trabajo es sacar outs, no importa la entrada que sea. Nomás quiero la bola y si me dejan pitchear, espero buenas cosas por mi parte”, manifestó el serpentinero de 36 años, quien fue parte de los San Francisco Giants que ganaron los clásicos de octubre de 2010, 2012 y 2014 y ha jugado además con Los Angeles Dodgers (2017) y los Rays (2017 y 2018).