MIAMI – El departamento en el que estos jóvenes Marlins de Miami han experimentado un mayor progreso es en su cuerpo de lanzadores, principalmente en los abridores.
Pero gran responsabilidad por el buen trabajo que puedan desempeñar los Jose Ureña, Trevor Richards, Pablo Lopez, Sandy Alcantara y Caleb Smith recae sobre los hombros del receptor colombiano Jorge Alfaro, llegado a la Capital del Sol desde Filadelfia en el canje por J.T. Realmuto.
Con apenas 136 juegos de experiencia detrás del plato, el joven Alfaro está consciente del reto que tiene por delante, pero no le asusta. Al contrario, lo estimula para salir a darlo todo en el terreno cada día.
“Me siento muy contento, agradecido por Dios con esta oportunidad. Este es mi segundo Opening Day y todos tenemos ese reto de demostrar que podemos competir al más alto nivel, pero existe el deseo y la energía para hacerlo. Vamos a salir a jugar fuerte y eso es algo que nadie puede poner en duda’’, aseguró el colombiano.
Que haya estado listo para el Juego Inaugural de la temporada ante los Rockies de Colorado ya es un logro para Alfaro, quien estuvo en dudas por molestias en una de sus rodillas.
Sin embargo, a sabiendas de lo que representa él para el desarrollo del equipo, se dedicó durante su recuperación a conocer lo más a fondo posible a los hombres con los cuales tendrá que trabajar directamente.
“Me pasé ese tiempo conversando con los lanzadores, conociéndolos mejor, porque esa es la clave del éxito: la comunicación’’, agregó Alfaro. “Espero que todos progresemos en los próximos meses, que crezcamos juntos para convertirnos en mejores jugadores’’.
¿Cómo asimila un jugador que viene de un equipo en ascenso como los Philadelphia Phillies el cambio a un equipo al que todos los expertos condenan a ocupar nuevamente el sótano divisional?
“Nada, es algo que uno no puede controlar. Estoy contento de estar aquí ahora para tratar de hacer mi aporte al crecimiento y desarrollo de este equipo”, afirmó el sudamericano.
“No importa donde uno esté, siempre tiene que salir a entregarlo todo como un profesional, por el equipo, por mí mismo y por mi familia”, añadió.
Y a la larga, el canje fue beneficioso para el colombiano, que comenzó como titular de los Filis en el 2018, pero perdió el puesto cuando tuvo problemas con las rodillas y el equipo trajo a mitad de campaña al experimentado venezolano Wilson Ramos, en un intento fallido por alcanzar la postemporada.
Aquí en Miami, si la salud lo acompaña, será dueño y señor de la posición más difícil de todo el béisbol, donde podrá continuar la progresión que le auguran los expertos.