A lo largo de seis décadas, Jaime Jarrín ha sido la voz en español de los Dodgers de Los Ángeles y durante esa larguísima e ilustre trayectoria, que incluso lo ha llevado al Salón de la Fama del béisbol de Grandes Ligas, el narrador ecuatoriano ha vivido de todo desde su cabina de transmisiones.
"Esta es mi décima Serie Mundial con los Dodgers, pero en total, ya voy en la número 30. La primera, fue la de 1959, que resultó ser muy especial para mí, en lo particular, porque era mi primer año trabajando para los Dodgers", recordó Jarrín, en una entrevista con ESPN Digital. "Además, fue la primera Serie Mundial que ganaron los Dodgers, a los Medias Blancas de Chicago, luego de mudarse a Los Ángeles, en 1958".
El comunicador de hablar pausado y memoria privilegiada continuó desempolvando la páginas de la historia hasta llegar al Clásico de Otoño de 1963.
"La de 1963 fue también una Serie Mundial inolvidable, porque los Dodgers se dieron el lujo de barrer en cuatro juegos a los Yankees de Nueva York de Mickey Mantle".
Rememoró también las series mundiales de 1965, cuando los Dodgers ganaron el anillo frente a los Mellizos de Minnesota, y la de 1966, cuyo desenlace fue adverso ante los Orioles de Baltimore porque "el equipo no bateó en lo absoluto".
Los Dodgers no volverían al máximo escenario de las mayores hasta 1974. Entonces, asegura Jarrín, el equipo de los Atléticos de Oakland se encontraba en un estado de forma envidiable y no tuvieron muchos contratiempos para someter en cinco encuentros a los angelinos y llevarse el título.
"Las de 1977 y 1978 fueron series mundiales muy interesantes, porque es una etapa en la que los Dodgers contaron con los que son considerados como sus dos mejores elencos, con peloteros de la clase de Dusty Baker, Steve Garvey, Ron Cey, Rick Monday, entre muchos otros, pero que terminaron perdiendo ante los Yankees (2-4 en ambos casos)", explicó.
No hubo que esperar mucho para regresar a la máxima instancia y tomar revancha ante los Yankees. En 1981 se reeditó la Serie Mundial entre los Mulos del Bronx y Dodgers. La diferencia entonces fue un muchachito mexicano que ya era la sensación del equipo de la costa oeste.
"La de 1981 fue aquella donde ya apareció Fernando Valenzuela, y fue una serie extraordinaria, por la forma en que Fernando lanzó y condujo al equipo en una remontada que los llevó hasta la victoria final (4-2)", recordó Jaime, quien en la actualidad cuenta con 81 años de edad.
Sobre la Serie Mundial de 1988, Jarrín recordó el famoso jonrón de Kirk Gibson, pero hizo hincapié en la fabulosa campaña del pitcher Orel Hershiser, quien en ese año ganó el Premio Cy Young, fue el MVP en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y el MVP en la Serie Mundial.
No le sorprende reacción de Astros
Sobre el presente Clásico, Jorrín comentó a ESPN Digital que para nada le sorprendió la reacción de los Astros de Houston en el Juego 2 de la Serie Mundial, quienes lograron remontar ante los mejores relevistas de Dodgers y llevar la serie al igualada a una victoria por bando al Minute Park.
"Muchos deseaban una serie frente a los Yankees, porque no se han visto frente a Dodgers, en el mes de octubre, en 36 años, pero los Astros de Houston merecidamente se encuentran en esta Serie Mundial", reconoció el ilustre cronista, quien añadió: "Las series mundiales siempre son motivo de grandes celebraciones y esta es muy especial para Los Ángeles, donde existe un clamor entre los seguidores de los Dodgers que esperan volver a ver, por fin, a su equipo como campeón".
El ilustre ecuatoriano ha visto mucho béisbol. Él puede vanagloriarse de haber observado en primera fila la evolución -y en ocasiones involución-, de la pelota y los jugadores en gran parte del siglo pasado y lo que va del presente.
"He notado que ha cambiado la personalidad de los peloteros, ya que antes eran mucho más accesibles, más comunicativos. Hoy los veo un poco más restringidos y posiblemente eso se deba a los salarios tan altos que perciben y por ello sienten que no necesitan de la prensa y por ello se les nota un poco más distantes, comparado con la camaradería que existía en otros tiempos", finalizó diciendo, y lamentando, Jaime Jarrín.